El, ya no cree que que pueda volver a amar, no cree que lo merezca ya que está seguro de que todo lo que toca lo destruye. Pero no cuenta con una hermosa mujer que está decidida a conquistar su corazón y demostrarle que es capaz de amar nuevamente...
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*Darien*
Salí temprano de la cabaña con la única misión de visitar a mi padre, él siempre tuvo las respuestas correctas para todo, siempre sabía las palabras que necesitaba escuchar, en realidad no sé cómo mi madre pudo superar su muerte.
Seguramente lo hizo por mí y Zafiro, no se quedó estancada en el pasado.
Yo no puedo simplemente no puedo, tengo que pagar lo que de alguna manera siento que fue mi culpa....es que sin duda lo fue aunque todo el mundo diga que no, si lo fue.
Detengo mi auto fuera del cementerio avanzo entre lápidas, mausoleos y pequeños jardines hasta llegar a la de mi padre.
—Hola papá— saludo poniendo las flores en un pequeño florero que está en el césped— hace mucho que no te veía— suspiro y me siento a un lado de su tumba— lo siento...pero he estado un poco...digamos ocupado—me recuesto en la hierba observando el cielo, el mismo cielo que había visto tanta felicidad, el mismo cielo que me inspiró a escribir la primera novela que me llevó al éxito como escritor— ¿las has visto?— pregunto aun mirando el cielo— tu nieta debe estar hermosa—lágrimas empiezan a rodar por mis ojos perdiéndose en mi sien— acá las cosas no van muy bien, al menos no para mí ya que a Zaf le va muy bien, ha encontrado lo que él asegura ser el amor de su vida, los chicos han vuelto a casa después de dos largos años y el idiota de Malachite sigue diciendo que ama a mi madre.
Recuerdo que lo decía siempre y papá lo sacaba corriendo de casa—...pero...—dudo en decirlo— ha venido alguien más, es una rubia preciosa—una pequeña sonrisa se cuela en mis labios— preciosa de verdad, ha traído con ella un cachorro que sin duda es su complemento perfecto, ella se llama Serena...bonito nombre ¿verdad?—pongo mis manos detrás de mi nuca para que me sirva de almohada— he pasado dos años escapando de todos y de todo, ahora llega ella y empieza a complicarlo todo— me siento y sacudo mi cabello en señal de frustración— no entiendo, lo único que tenía que hacer era mantenerla lejos de mí y juro que lo he tratado, pero al parecer ella se negaba y cuando por fin se alejó...¡bufff!...—bufo con un poco de enojo— decide salir con Seiya...¡con Seiya papá!—replico, encojo mis rodillas poniendo mis codos sobre ellas— si ese idiota quisiera podría casarse con ella...los dos lo sabemos, es un idiota enamoradizo, cursi....—
— ¿Qué más?—paro mi discurso ya que la voz de mi madre me interrumpe.
—Mamá ¿Qué tiempo llevas allí?— ella se acerca y se sienta a mi lado.
—Lo suficiente como para saber cuán confundido estas— dice mirándome de manera cariñosa.
—Yo no estoy confundido—frunzo el ceño dispuesto a levantarme pero ella me detiene impidiendo mi huida del tema.
—Siempre te gusto hablar con tu padre— habla acomodando las flores que ella trajo en el otro florero— el siempre sabia como actuar contigo, aunque él no este ahora, estoy yo hijo y lo que veo que haces con tu vida no me gusta en lo absoluto—reprende.
