Capitulo 7

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Casi se me cae la taza de café al ver a Alex en la puerta. Esto si que era fantástico de verdad. Pensé lanzando un gemido de horror. Pero vamos a ver...¿Qué había hecho yo en mi otra vida para merecer esto?. Los dos se miraban de una forma muy poco amigable. Lo único que me faltaba era que David, si el David que estaba en España, viniera de sorpresa. Y entonces ahí si saldría corriendo y me lanzaría por la ventana.

-¿Tú que haces aquí?.-David frunció el ceño cuando Alex lo interrogó.

-Me parece que no es tu problema...-Le respondió. Me lanzó una mirada de reojo y terminó por irse de allí.

Alex me miró desconcertado y yo me giré caminando hacia la cocina. Él como supuse me siguió los pasos.

-¿Y eso que fue?.-Yo dejé la taza sobre la encimera y me apoyé en ella quedando de espaldas a él.

-Eso fue...-Comencé a decir.-¿Por qué tengo que explicarte lo que fue?.-Me giré enfrentándolo.

-Tienes razón, ya no soy nadie en tu vida...pero...¿él en tu casa?.-Me detalló y se dio cuenta de que por mi apariencia, yo no había estado precisamente hablando con David. Vi como sus ojos destellaron furia y apartó la vista.-No entiendo, Laura.-Yo suspiré cerrando los ojos.-Me dices que amas a alguien...me dices que...¿y ahora te acuestas con tu ex?, bueno, no con cualquiera...con él...justamente con él...por el que pasaste tanto, por el que sufriste cada noche que yo estuve a tu lado...-Su voz martillaba mi cabeza que estaba a punto de reventar.

Todo había estado relativamente bien hasta que había llegado Alex, fue como si todo aquello hubiese despertado mi conciencia, y la culpa me invadió de golpe. Suspiré frustrada antes de interrumpir aquel sermón.

-Vale ya, Alex.-Le dije con una mano en la frente.-No tienes ni puñetera idea de lo que pasó.-Mi voz sonaba exhausta.

-¿No?.-Se acercó a mí y me cogió del brazo. Yo lo miré cabreada pero no me dio tiempo de hacer más porque ya estábamos en el salón donde había un espejo detrás del bar. Alex me puso en frente y me señaló el cuello.-Creo que esto es suficiente evidencia...-Yo abrí los ojos como platos.

-¡Joder!.-Exclamé mirándome mejor el cuello.-Esto es una mierda...

-No me digas.-Dijo irónico.-Si yo fuese tu novio en estos momentos, y te veo ese moratón...te juro que...

-Alex, no me estás ayudando ¿vale?.-Le dije apartándolo y caminando hacia el baño.

-Es que Laura no entiendo por que coño lo has hecho, ¿Por qué te has acostado con él? Justamente con él...-Yo me paré en seco y me giré.

-¿Qué es lo que más te duele?, ¿Qué me haya acostado con David...o que no haya sido contigo?.-Él apretó la mandíbula.-Mira, lo que pasó no es tu problema...y no debería darte explicaciones...pero los dos estábamos algo tomados.-Terminé de entrar al baño y me inspeccioné mejor el cuello...quizás con algo de maquillaje...mierda no, esto iba a ser difícil de disimular.

-Me duele ver lo que estás haciendo con tu vida.-Me dijo luego de unos minutos apoyándose en el umbral de la puerta. Yo lo miré enseguida.

-Mi vida está perfecta, Alex. Joder ¿es que nunca has cometido un error?.

-Claro que si...

-Pues este ha sido uno ¿vale?, lo acepto. ¿Pero que coño quieres que haga?.

-Quiero que me digas que no lo hiciste por que sientes algo...

-¡Pero claro que no!.-Él pareció aliviado con eso.

-Laura...luego de lo que te vi sufrir, de verte llorar por él...-Suspiró.-Como amigo, no puede aceptar verte a su lado...no puedo...

-Alex.-Lo calmé.-Esto no va a volver a pasar nunca. Te lo aseguro.

-¿Se lo vas a contar?.

-¿A quien?.

-A tu novio...que por cierto aún no lo conozco.

-Está en España ahora...-Él levantó las cejas.

-Que oportuno.-Murmuró y yo lo fulminé con la mirada.-¿Se lo contarás?.

-No lo sé.- Suspiré.- No. Fue solo una noche y...no tiene mayor importancia.

-Si no trae consecuencias, seguro que no tiene importancia.-Yo que caminaba hacia la puerta me detuve y lo miré frunciendo el ceño.

-¿Qué quieres decir con consecuencias?.

-Pues me refiero a las consecuencias que puede traer hacer el amor.-Yo me paré a reflexionar y lo primero que se me vino a la mente fue que David y yo no usamos protección.

-Oh mierda.

-¿Qué?.-Yo sacudí la cabeza.

-¿Sabes que?, necesito otra taza de café.-Dije al borde de la locura.

Él me siguió hasta la cocina y cuando el café recorrió mi garganta me miró con una sonrisa de medio lado.

-Yo creo que mas bien necesitas una ducha.-Me dijo con cariño.-¿Por qué no vas mientras yo te preparo algo de comer?.

-No es necesario...

-Eh eh, no voy a discutir contigo.-Dijo atusándome el pelo que ya de por si estaba despeinado.

-Gracias, Alex.-Le dije sintiendo cierto alivio de tenerlo allí conmigo. Su compañía me hacia sentir cómoda y segura. El vacío que había dejado David, él volvía a llenarlo. Pero esta vez el cariño era diferente, era más amistoso.

Dejé la taza de nuevo en su lugar y me encaminé hacia la habitación para prepararme para el baño.

-Lau...-Yo me giré al escuchar mi nombre. -También me dolió que no haya sido conmigo.-Dijo divertido.-La próxima vez que quieras beber me llamas ¿eh?.-Yo carcajeé y le saqué la lengua.

-No creo que haya próxima...

-Ya, ya...todos decimos lo mismo.-Sonrió.-Pero créeme...caerás.-Yo volví a reír poniendo los ojos en blanco y me giré caminando hacia la habitación. No sabía que hubiese hecho sin Alex allí dándome cierto apoyo.

Pero mientras estaba en la ducha las palabras de Alex rondaban mi cabeza:

Si no trae consecuencias, seguro que no tiene importancia...

Consecuencias...

Consecuencias...

¿Pero que mierda?, no habría ninguna consecuencia. Este asunto quedaría como estaba. David con su vida, yo con la mía y todos felices. Cerré el grifo de la ducha y al mirarme de nuevo en el espejo mis ojos se fijaron en el moratón. Juro que si en ese momento hubiese tenido a David en frente lo mataba con mis propias manos.

Claro pero ayer tus manos no querían matarlo ¿no?.

Y a esa voz también la mataría.

Como yo ningún amor se entregara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora