Capitulo 9

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En realidad todo comenzó sin yo darme cuenta.

Eran las cuatro de la tarde, David y yo habíamos ido a la playa un rato. Yo necesitaba pensar en otra cosa que no fuese en el "otro" David. Me estaba comenzando a cabrear que estuviera en mis pensamientos a cada instante y mi humor, que ya es de por si un poco fuerte, estaba haciéndonos discutir constantemente.

Entramos a la casa y yo dejé el bolso sobre el sofá. Habíamos discutido en el camino de regreso. Él no quería regresarse todavía pero yo tenía que asistir a una fiesta esa noche. Era una fiesta de una revista muy conocida en Miami, los de la discográfica me recomendaron que estuviera allí, habría productores y letristas muy famosos y me dijeron que sería bueno que los conociera a todos. Así que tenía que prepararme.

-¿Tienes algo de tomar?.-Escuché la voz de David mientras yo estaba en la habitación quitándome el biquini y colocándome algo más cómodo.

-¿Algo como que?.

-No sé, algo mas fuerte que zumo o agua...-En ese momento el recuerdo del vodka, David y los dos teniendo sexo en mi cama me invadió haciendo que soltara una maldición.

-No, lo siento.-Le respondí. -Si quieres puedes ir a comprar algo.

-¿Y tienes efectivo, cielo?.

-Si, en la billetera...dentro del bolso.-Terminé de cambiarme y cuando fui al salón lo vi sacando la billetera.-¿Por qué esas ganas de tomar algo?.-Pregunté acercándome. Él se encogió de hombros.

-Creo que necesitamos relajarnos.-Yo me detuve a su lado y él sonriendo a medias me besó el cuello. Sus labios ascendieron hasta mi oreja y luego siguieron hasta mi boca. Yo me dejé llevar unos segundos por aquel beso, pero quizás era el mismo cabreo que tenía desde hacía días, que no me dejó disfrutarlo como quería. Él se separó y me miró.-Parece que ha mejorado el moratón ¿no?.-Yo asentí.

Le había dicho que no recordaba como me lo había hecho, pero que seguro me había pegado con algo. David no era de pedir demasiadas explicaciones, la verdad es que eso era lo que mas me gustaba de él.

-Si, ya no se ve...-Él me acarició el cabello.

-Bueno, voy y vengo. ¿Quieres que traiga algo más?.

-Para mi no.

-Vale...-Caminó hacia la puerta.-Ah oye...¿a que hora me dijiste que te ibas a la fiesta?.

Como siempre no tuve demasiado problema en ir sola. De hecho me gustaba esa sensación de llegar sin nada más que tu sonrisa. Aunque en ese momento lo último que quería era sonreír, a decir verdad. Caminé entre las fotos y las preguntas, y luego de responder unas cuantas, entré en el lugar.

Fue un alivio encontrar a alguien que se había convertido en casi una amiga, Fanny. Mejor conocida en toda América como Fanny Lu. Me saludó amigablemente con la mano, y mientras yo saludaba a uno que otro conocido me iba acercando hasta que nos saludamos, con dos besos, porque ella ya estaba acostumbrada a mi saludo "Español".

-Dios, no sabes la alegría que me da verte aquí.-Sonreí.-No sabía que venías.-Ella soltó una risita.

-Pero si coincidimos en todos lados. Te lo debiste imaginar.-Yo sonreí.

-La verdad es que me esperaba venir y sentarme por ahí con cara de amargada.

-Nunca te he visto con cara de amargada.

-Es que se disimularlo muy bien.

-¿Si?, enséñame un día por favor.-Las dos reímos y continuamos charlando animadamente.

Como yo ningún amor se entregara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora