Capitulo 11

537 38 11
                                    

La puerta se abrió frente a mí y yo lo miré durante unos segundos antes de bajar la vista. Aún no entendía porque había querido que nos viésemos en un hotel y no en mi casa o en la suya, pero me daba igual. Solo quería explicaciones, necesitaba poder dormir en paz. Me invitó a pasar y yo me quedé parada en medio de la habitación mientras él cerraba la puerta. Llevaba una cinta en la cabeza que le recorría los rizos hacia atrás y una cazadora negra.

-Esto te parecerá un poco absurdo y hasta loco...-Le dije aún sin mirarlo, con las manos en los bolsillos.-Pero, David...-Mis ojos se cruzaron con los suyos y mi corazón se detuvo.-Solo quiero saber porque...-Él se quedó en silencio mirándome por unos segundos y se acercó a mi.

-¿Por qué justamente ahora, Laura?.-Fue su pregunta. Me miró ladeando la cabeza y yo tomé aire antes de responderle.

-Porque es justamente ahora cuando me entero que aún cuando me dejaste, me seguías amando...y es por eso que me pregunto ¿Por qué?, ¿Por qué destruiste todo lo que habíamos hecho juntos?.-Mi tono era calmado, pero la verdad era que mi alma estaba sufriendo por los recuerdos que se agolpaban en mi cabeza.

Él suspiró y apartó la vista caminando hacia la cama. Se sentó y me señaló un hueco.

-Ven aquí.-Yo lo dudé. De pronto todo aquello me pareció una completa locura y estuve a punto de darme la vuelta. Pero al verlo allí, mirándome con esos ojos que me enamoraron una vez, no pude negarme. -¿De donde has sacado eso?.-Me preguntó mirándome muy serio.

-No importa de donde lo he sacado, David, yo... solo quiero saber si es verdad o no.-Meneé la cabeza.-Que tonta sueno ¿no?.-Sonreí con tristeza.-¿Sabes que?, mejor olvídalo y...-Intenté levantarme pero él me tomó del brazo haciendo que cayera de nuevo sobre la cama.

-No, no suenas como una tonta.-Me sonrió con dulzura y yo casi le devuelvo la sonrisa.-Suenas como mi Lauritica, la que yo conocí hace años...de la que me enamoré y por la que me maldigo cada noche haberla hecho sufrir.-El dorso de sus dedos acarició mi mejilla.-Si te cuento lo que pasó ¿cambiará de alguna forma nuestras vidas?.-Yo lo miré y aparté el rostro del contacto de sus dedos.

-No lo creo, David, nada cambiará.-Él miró al frente y me supuse que en su mente estaba regresando el tiempo.

-Nunca dejé de amarte, chiquilla. Al menos no cuando estuvimos juntos...incluso...después de terminar seguía haciéndolo...

-¿Entonces por que me engañaste?.-Pregunté en un susurro también mirando al frente.

-Porque soy un imbécil.-Dijo en un tono triste. Lo miré de reojo y vi como sus ojos se cerraron con dolor.-Fue en una de esas tantas fiestas a las que siempre me advertías que no tomara mas que agua...pero ya ves lo que hacen un par de tragos...-Me miró.-No me estoy justificando, Laura. Se que lo que hice estuvo mal pero...no fue algo que hice con premeditación, no fue algo que hice porque ya no te amara...te amaba mas que a mi vida.

-No entiendo nada, joder.

-Te amaba tanto que decidí que serías más feliz sin mi...que yo no era bueno para ti.-Yo lo miraba incrédula.-Y además la culpa me estaba matando ¿me entiendes?, no podía mirarte a la cara sin recordar lo que había hecho...tú no te lo merecías.

-Debiste hablar conmigo, David...

-Me dejé llevar por los consejos de la gente que estaba a mi alrededor y la cagué.-Me miró y sonrió con tristeza.-Pero te juro que te amé hasta el ultimo día de nuestra relación, hasta el último "te quiero", hasta el ultimo día que fuiste mía, Laurita.

Yo terminé de escuchar su voz si mirarlo a la cara. Todo me parecía tan irreal. Apreté la mandíbula cuando sentí que las lágrimas se apoderaban de mí. No dejaría que David me viera de aquella manera. Pero todo lo que me había contado parecía tan...oh dios. Yo siempre había pensado que David...lo miré y su mirada dulce se cruzó con la mía.

Como yo ningún amor se entregara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora