Como yo ningún amor se entregara

Capitulo 14

Juro que no podía dejar de reírme. Es que era demasiado. Volví a carcajear cuando entramos en aquella habitación y escuché a Laura reír también. Yo me quedé parado en la puerta mientras ella colocaba las cosas sobre la cama, cuando se giró para mirarme, volví a carcajear.

-Vale, ya.-Me dijo contiendo una sonrisa.-¿Sabes lo que me costó andar caminando por ahí así vestida?, y tú vienes a joderme ahora...

-Lo siento pero es que...-Me mordí el labio y volví a reír. Definitivamente ver a Laura vestida con ese estilo "Dark" era demasiado para mi.-Estás muy guapa.-Dije aún riendo. Ella hizo una mueca.

-Como sigas te voy a desrizar un rizo...ya verás...

-¿Pero como es que se te ocurrió vestirte así?.

-Hombre, de alguna forma tenía que pasar desapercibida ¿no?.

-Pensé que cuando decías "desapercibida" querías decir "no llamar la atención", y perdona, pero esto no te hace ver precisamente transparente.-Ella puso los ojos en blanco y yo volví a reír cuando vi el piercing que tenía en la nariz.-¿Y eso como te lo pusiste ahí?.-Le dije con curiosidad.

-¿Qué? ¿Esto?.-Se lo quitó con facilidad sonriendo.-No es de verdad.-Caminó hacia la ventana.-No tenía idea de que esto era tan bonito. Me quedé impresionada de camino aquí...-Yo la escuchaba divertido mientras la veía de espaldas. Todo aquello me parecía una locura. Estar con Laura, en aquel lugar, y además ella vestida así, sonreí...era completamente extraordinario.

Mientras ella seguía hablando yo recordé la impresión que me llevé al verla hacía unos cuantos minutos.

Estába en el lobby del hotel, los de seguridad estaban haciendo su trabajo mientras algunas chicas intentaban acercarse. Yo las saludé amablemente con la mano y les lance un beso. Tenía la intención de acercarme pero luego me percaté que eran muchas más de las que seguramente a los del hotel les hubiese gustado tener dentro. Les dije que me esperaran un segundo y me dispuse a subir cuando algo llamó mi atención. Una chica pasó a mi lado sin si quiera mirarme. Y no es que yo sea el ombligo del mundo, pero más que todo fue la forma en que caminaba, parecía estar huyendo de algo. Me giré y la vi subir al ascensor. Sus ojos se cruzaron con los míos y entonces me sonrió. Sentí cierto cosquilleo en la tripa y supe que esa sonrisa era de ella. De mi Laurita. La vi carcajear por mi cara seguramente, y pulsó uno de los botones haciendo que las puertas del ascensor se cerraran. Habíamos hablado por teléfono hacía unos veinte minutos, y me aseguró que ya estaba llegando, pero nunca me imaginé que...los gritos de las chicas me hicieron girar la vista y yo sonriendo las volví a saludar, pero había una que definitivamente me estaba esperando arriba.

Laura se giró y yo que me había acercado mientras ella hablaba y yo recordaba, la miré unos segundos. Detrás de todo el maquillaje y toda esa ropa que parecía salida del camerino de una banda de rock de los setenta, estaba mi Laurita, hasta vestida así se veía preciosa. Yo sonreí divertido y le acaricié la mejilla.

-Te pareces a Gene Simmons, el de Kiss.-Ella abrió la boca y me pegó.

-No tengo la lengua tan larga.

-Oh, pero no te hace falta...-Reí besándola en los labios para demostrarle mi teoría. Mi lengua buscó la suya con rapidez y la sentí reír debajo de mis labios.

-Es muy temprano, David.-Me dijo divertida apartándome sutilmente.

-¿Temprano para que?, solo te estaba demostrando lo que te dije.-Me encogí de hombros y ella puso los ojos en blanco.

-Claro, como no...¿crees que no te conozco, rulos?.-Yo sonreí lanzando un beso.-Venga si, vete a lanzarle besos a tus fans afuera. Que te juro que tenía un miedo...-Yo carcajeé.