No podía dejar de sonreír, simplemente no podía.
Mis labios vagaban por el cuello de Laura mientras sentía sus manos acariciar mi espalda desnuda. No habíamos salido de aquella habitación ni un solo minuto. Nos habíamos amado una y otra vez. Pero no como lo hicimos hacía semanas en su casa. Esto era diferente. Era algo más, era saber que la otra persona te entrega su alma y su corazón, era como regresar el tiempo.
Dejé rastros de mis besos en su mentón y luego mis labios se unieron con los suyos. No podía dejar de besarla, de acariciarla, de probarla, de sentirla tan cerca, tan mía...su cuerpo tan frágil y suave como yo lo recordaba estaba debajo de mi, y el contacto de su piel me hacía estremecer. Cuando mis manos se dejaron llevar y mis labios exigieron más de los suyos el teléfono de la habitación sonó. Yo me sobresalté y miré a Laura, quien me miró con desconcierto y terror en los ojos.
-¿Le has dicho a alguien que estamos aquí?.-Le susurré. Ella levantó las cejas con sorna.
-¿En que parte?, ¿Cuándo me quitaste las bragas o cuando mi sujetador fue a dar hasta el otro lado de la habitación?.-Yo sonreí.
-Entonces no entiendo.
-Pues si lo coges creo que podremos entender...-Me dijo levantando la cabeza para besarme en la mejilla. Yo reí y la volví a besar, pero ella riendo también, me apartó.-El teléfono...-Me dijo y yo con un poco de mala leche estiré el brazo.
-¿Si?.
-Hola, señor...llamamos de la recepción.-Me dijo la voz de una chica con acento americano.-Disculpamos tener que molestarlo pero...han llamado aquí para quejarse de...bueno, unos ruidos que vienen de esa habitación...-La escuché carraspear nerviosa y tuve que morderme los labios para no carcajear.-Nos disculpamos nuevamente tener que molestarlo pero quisiéramos recordarle que su habitación tiene otras habitaciones vecinas...
-Eh, si...claro, mil disculpas no volverá a pasar.
-Muchas gracias y una vez mas perdón por las molestias.
-No es nada, gracias a vosotros
Colgué el teléfono y vi la cara de Laura interrogante. No pude soportarlo más y empecé a reír a carcajadas.
-¿Qué pasa?.-Preguntó extrañada. Yo seguía riendo al lado de su cabeza.-David, joder...que yo también me quiero reír.-Me dijo sonriendo por mi ataque de risa.
-Al parecer hemos hecho...-Volví a carcajear, me era inevitable.-Hemos hecho un poco de ruido...-Le sonreí.-Y se han quejado en la recepción.-Vi como Laura abría la boca indignada y luego empezaba a reír también.
-Pues el ruido lo habrás hecho tú.-Me sacó la lengua y yo levanté las cejas.
-¿Yo?, claro...seguro yo soy el que tengo cuatro orgasmos a la vez.-Ella rió atusándome los rizos.
-Pero si no hago tanto ruido...-Me dijo ella con aquella vocecilla de niña que tanto me encantaba.
-¿No?.-Le dije. Ella negó poniendo puchero y mi boca descendió hasta sus pechos.
La escuché carcajear mientras mi lengua saboreaba una y otra vez el pezón de su pecho derecho. Sabía que eso la volvía completamente loca, y no tardé demasiado en escuchar aquella hermosa melodía, aquello que tanto me encantaba: los gemidos de Laura. Su cuerpo se retorcía debajo del mío y sus manos me acariciaban los rizos haciéndome entender que quería más. Yo sonreí con picardía y levanté la cabeza mirándola a los ojos. Ella sonrió y pude ver en sus ojos el deseo que recorría todo su cuerpo. Entonces mientras besaba su cuello tomé el móvil con una mano, lo que es la tecnología...pensé con malicia.
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Como yo ningún amor se entregara
FanfictionEl amor es esa bonita locura que te hace ser mejor persona. (ESTAS HISTORIAS ESTÁN SIENDO RESCATADAS DE UN FORO CHEBIS)