No pretendo que entiendas lo que es dibujar, pintar, inspirarse, admirar.
Nunca entenderás lo que es escuchar música, cantar, bailar, volar.
Nunca sabrás lo que se siente leer y vivir aventuras, sin moverte de tu lugar.
Nunca sentiras lo que es escribir, liberarte, expresarte, buscando las palabras adecuadas, y dejarte llevar por la imaginación o los sentimientos.
Nunca sabrás lo que es perder la noción del tiempo.
Nunca experimentarás la tristeza al volver a tu mundo original.
Nunca llorarás de tanta pasión que sientes.
Nunca entenderás lo que se siente.
Nunca lo sentirás como yo.
Nunca estarás en dos mundos; la realidad y la ilusión.
Nunca entenderás que no es solo un pasatiempo.
Nunca entenderás mi emoción, mi tristeza, mi enojo.
Nunca me entenderás.
Y tampoco lo quieres intentar, porque al final sabes que no entenderás.
Yo sé que es así, mamá...
Pero no importa, solo dejame sonreír en mi mundo, y déjame llorar en la realidad.
Déja, no quieras conocer mi mundo.
Es lo mejor.
No te culpo por no entenderme; no quiero que nadie me entienda.
Porque si fuera normal y fácil de entender, no sería yo misma.
Nunca quiero dejar de ser yo.
Nunca quisiera cambiar...
Para bien, o para mal.
No me importa, porque estoy bien como estoy.