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El otro día tuve un problema con mi madre.

Durante el día fue todo risa y diversión con mi novio y su familia. Mi madre iba a ir, pero dijo que se sentía cansada y demás.

A la mañana en que tenían que pasarme a buscar, me dijo "En realidad no debería dejarte ir"

Me fuí igual. La pasé muy bien.

La cosa fué a la noche.

Cuando crucé la puerta estaba con una vecina/ex compañera de trabajo hablando. Saludé y demás.

Cuando se fué, mi madre se sacó la máscara.

Vino, me desconectó el celular (que previamente había conectado al cargador) y lo guardó en su cartera. Sacó a los perritos de la pieza, los golpeó con un palo.

Casi ahorca a mi perrita. Me asusté mucho.

No temí tanto por el celular sino por eso.

Cuando me quise acercar, le dije "Ma, esperá, ¡¿qué hacés?!" Me miro... de una forma que no la supe reconocer.

Parecía que tenía ganas de asesinarme.

Cuando me miró me frené de golpe. Me quedé congelada. Con miedo.

Esa no es mi madre

Pensé.

Me dijo muchas cosas, como siempre.

"¿Te querés juntar? ¿querés irte? Ahí tenés la puerta"

Me dijo entre esas cosas mientras señalaba la puerta.

La miré con los ojos abiertos.

¿Querés que me vaya?

Le pregunté con el corazón en la garganta.

Ella no cambió para nada la mirada.

"¿Te querés ir?"

Me repitió.

No.

"Hacé lo que quieras, no me voy a preocupar más por vos"

Auch

Es que... a veces pienso que hubiera sido mejor si no me adoptaba. Sólo traje problemas.

Toda su vida trabajó por y para mí. Hizo un gran esfuerzo. Lo sigue haciendo.

¿Y yo?

Parece que nunca es suficiente.

No cumplo sus espectativas.

Por cierto... le compré un regalo del lugar a donde fuimos.

Esto pasó hace unos dos días. Aún no lo tocó. No lo abrió.

Desahogo de un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora