¿Cuánto ha pasado desde la última vez que escribí aquí?... en fin.
Bueno, vengo a desahogarme (como ya saben). Esta vez (de nuevo) el tema es -por favor tambores- mi madre.
No importa lo que diga, siempre me deja dolida.
Estuve llorando por la calle cuando volvíamos para la casa.
Siempre me hace pensar en cosas.
Hoy pensé (como otras veces) si a veces se cuestiona el por qué me tiene.
Si no se arrepiente.
Si no cree que soy una carga muy grande para ella.
Es doloroso pensar eso.
No puedo evitarlo.
Es que no se qué hacer...
Todo la molesta.
Todo lo que no hago le molesta.
Lo que hago, lo hago mal.
Todo de mí le molesta.
Mi actitud.
Yo la molesto.
Dice que haco cosas para molestarla.
Que la llevo al límite a propósito.
Aún no quiero creer que es mi culpa.
Pero, a veces, una parte de mí, lo cree.
Yo no me descargo con ella.
Si, a veces me pongo de mal humor, pero nunca le digo cosas hirientes.
No me agarra la locura, como a ella.
Me es difícil mantenerme emocionalmente estable.
Aún así, siempre trato de estar tranquila.
Aquí hay dos culpables.
La declaro culpable de desahogarse conmigo, y volverme una culpable más.
Está bien.
Soy culpable de ser su hija.
Y usted, de ser mi madre.
Pero, ¿realmente somos culpables?.
Ninguna eligió esto a propósito.
Pero, sin haberlo elegido, somos culpables.
