Fui dada de alta por la psicóloga, y ella habló con mi madre, a solas.
Luego de eso, no discutimos hasta ayer, y no fué siquiera una discusión... mi madre solo me dijo algunas cosas...
La cuestión de todo esto es que me dí cuenta que tenía formada una especie de barrera contra las palabras de mi madre.
Al principio, cuando empezamos a no discutir, seguía teniendo esa barrera que se empezó a desintegrar, pero tuvo sus consecuencias...
No me dijo nada demasiado grave... pero empecé a llorar igualmente.
Mi barrera cayó.
Mi debilidad salió a la luz...
Pero lo oculté, otra vez.
A pesar de eso, no quiero pasarme la vida estando a la defensiva...
La vida es corta para pasársela discutiendo con alguien a quien queremos...
Mi relación con ella es como la de los hermanos que nunca veo...
Amor-odio.