0.6

151 28 3
                                    

Habían pasado semanas desde que el detective se había entrevistado con Taylor y aún no habían obtenido respuesta alguna por su parte. El doctor les había pedido que se tranquilizaran, que todo llegaría a su debido tiempo, pues el inestable Taylor no podía soportar tal presión. 

Ante esta situación el doctor Scott, así es como se llamaba, optó por dar el alta al chico y dejarlo que volviera a la casa en la que se crió, con la condición de que él mismo pasaría todas las tardes para comprobar si avanzaba.

Al cabo de exactamente un mes, el teléfono sonó, y la señora Caniff al contestar y oír de quien se trataba, estaba que rebosaba alegría. Corrió a buscar a su pequeño, que aún dormía, y lo despertó con sus gritos de entusiasmo.

— ¡Taylor! –gritaba mientras tapaba el auricular del teléfono para que el que se encontraba al otro lado de la línea no pudiera escuchar– Es para ti –sonrió y le dio el teléfono, saliendo rápido de la habitación para dejarle un poco de intimidad.

— Señor Caniff, siento la tardanza, pero tenemos nuevos resultados de búsqueda –Taylor para nada se esperaba esto. Había pasado un mes y como el detective no le había pedido dinero, pensó que había abandonado el caso, por lo que ya había perdido toda la esperanza en poder encontrar a su Shawnie–. ¿Hola?

— Eh, sí, sí. ¿Qué ocurre, señor? –dijo mientras se frotaba los ojos para intentar despojarse del sueño que le quedaba.

— Bueno, antes de nada decirte que no he encontrado aún a Shawn, pero creo que he encontrado una casa que en el pasado le perteneció, quizás los nuevos dueños sepan algo de él.

— Es mejor que nada –susurra algo decepcionado–. ¿Dónde se encuentra esa casa? Necesito ir a hablar con ellos.

Intentó no desilusionarse completamente. Después de todo, no estaba todo perdido. Habían encontrado una pista, y por lo visto una muy importante pues habían tardado bastante tiempo en hacerse con ella.

— En Toronto, Canadá. Pero Taylor, aún no estás recuperado del todo. En tu estado no puedes viajar tal distancia, así que deberás esperar un poco. O puedo ir yo en tu lugar –sugirió.

— No, usted ya ha hecho bastante, esto es cosa mía. Seguro que mi madre ya se lo ha dicho, pero muchas gracias por todo lo que está haciendo, de verdad.

— Taylor, ya te he dicho que no me trates de usted. Puedes llamarme Louis –bromeó un poco para relajar el ambiente.

— Está bien, señ... Louis –sonrió y se despidió del detective, ahora con un poco más de esperanza. 

Quizás no estaba todo perdido, quizás lo único que necesitaba para encontrarlo era hablar con esa familia. Quizás... bueno, quizás Shawn se acordara de él.

• • •

Mis disculpas, de todo corazón, por semejante tardanza. No ha sido mi intención pero necesitaba una escapada de esto.

Ahora sí, subiré capítulos prácticamente todos los días, para poder compensar mis errores.

¡Gracias por seguir animándome! 

Amnesia (Shaylor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora