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— Shawn era el mejor amigo de la infancia de mi pequeño Tay –explicó la señora Caniff–. Sus padres se mudaron a Canadá, sin dar tiempo a que los chicos se despidieran. Taylor cayó en una profunda depresión con seis años, pero no volvió a saber más nada de Shawn.

— Sinceramente, me parece soprendente que el ver la foto de un chico al que su hijo no veía desde hace más de diez años, provocara tal impacto en él, haciendo que incluso se desmayara –dijo el doctor rascándose la nuca.

— Ellos estaban muy unidos... –susurró ella algo triste, pues bien sabía lo mucho que los dos pequeños se amaban.

— ¿Sabe algo del chico? Algo sobre su familia, apellidos... ¿Algo? –preguntó mientras apuntaba algo en un pequeño bloc de notas.

— Shawn Mendes, creo recordar. Mi hijo seguro recuerda, pero creo que es mejor dejarlo descansar por hoy –susurró algo decaída.

Ambos caminaron por el pasillo camino a la habitación de Taylor. Se sentaron en la sala frente al cuarto de su hijo, estando en silencio unos incómodos minutos.

— Mi hermano es detective privado –dijo el doctor al fin–. Le daré el nombre que me has dicho, y el que tenga más coincidencias, como que viva por la zona, que tenga su edad o cosas así, será investigado a fondo.

— ¿Lo dice en serio? –dijo la mujer al borde de la lágrima, abrazándolo al recibir una respuesta positiva del doctor–. Buscaré la forma de pagarle, lo prometo.

— No tiene que pagarme nada, es solo cuestión de principios –se encogió de hombros y se marchó como solía hacer, dejando a medias la conversación.

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Este ha sido algo más corto, pero pronto llegarán los capítulos cargados de drama.

¡Muchas gracias por el apoyo y por seguir leyendo a pesar del retraso!

Amnesia (Shaylor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora