043.

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– Vale, adiós chicos.

Jimin y Jungkook se despidieron de Yoongi y Yugyeom. Ahora quedarían solo ellos dos, pero en poco tiempo el peli rosa también debía irse, antes de que su madre sospechara de la situación.

– Me iré en media hora.–aviso.

– Quédate a dormir– Jimin lo miro como diciéndole: estas loco.–, te lo suplico.– el castaño seguía deprecando.

Era obvio que no se podía negar a las súplicas de el castaño, ese chico le gustaba mucho como para negársele a alguna petición de este. No le gustaba verlo triste, no quería y no permitiría verlo triste. Optó por enviarle un mensaje a su progenitora, diciendo que quería quedarse a dormir en casa de Yoongi, aunque no era así. La madre acepto sin rodeos, Jimin creía que ella no sospechaba absolutamente nada. A pesar de que el verdadero caso era que la madre tenía ese presentimiento de que su hijo estaba con Jungkook, pero por alguna razón no quería impedírselo.

Ambos se encontraban en la habitación del peli castaño, este se encontraba enviándose mensajes con Yugyeom y se reía con su celular. Jimin lo veía desde la cama, quería arrebatarle el celular de la rabia que tenía en ese momento. Porque recordaba las palabras de Yugyeom diciendo que fácilmente Jungkook lo preferiría a el, antes que a Jimin.

– De haber sabido que te quedarías solo chateando por ese teléfono me hubiera ido a mi casa, total no me prestas ni la más mínima atención– se quejó.–, soy un tonto.

Jungkook se acercó a Jimin.– Solo hablaba con Yugyeom, nada importante.

– Si fuera poco importante no estarías solo preocupado en chatear, estarías atento a mi– viro los ojos.–. Recién lo conozco y ya lo odio.

– ¿Hablas de Yugyeom?

Jimin asintió con la cabeza.– El me dijo tantas cosas– dijo.–... ¿A ti te gusta Yugyeom? Se sincero y directo, debo saber si vale la pena seguir con esto.

– Acabamos de arreglar un problema en cuando estábamos en La Cocina. Y ahora me sales con esto... Obviamente el único que me gusta en todo este lío eres tú, dejare de tonterías. Te lo deje claro, soy todo tuyo. Yugyeom y yo fuimos algo, no te lo negaré... pero te aseguro que no se compara en lo absoluto contigo, no es lo mismo. Tengo sentimientos más fuertes hacía ti. Deja de ser tan desconfiado contigo mismo.

– Discúlpame por celarte y por ser tan mala persona con tu GRAN amigo. Solo cuido lo que se supone que es mío, así que si eres mío acércate de una vez y préstame atención. Tengo demasiadas razones para molestarme, te quedas ahí chateando mientras yo solo te veo. ¿Estas tonto? Si decidí quedarme aquí fue porque quería aprovechar este momento, hay problemas con mi madre, y sin embargo aquí estoy como un idiota a punto de dormir contigo en tu cama.

El castaño arrojó el teléfono a quien sabe dónde y se acercó al peli rosa, lo acostó suavemente en la cama—ya que se encontraba sentado— y se posicionó sobre el. Beso sus dulces labios, tan dulces como si estuviera lamiendo mermeladas fresa. Así se sentía los besos de Park Jimin, dulces y peligrosamente adictivos. A pesar de decir que no era bueno en eso, la verdad es que era maravilloso. Levantó la camisa de este y comenzó a chupar todo su cuello, abdomen y pezones, dejando un camino de marcas muy rojas que pronto serían algo moradas.

Adentro su mano derecha hasta el interior del pantalón del peli rosa, quien se tensó al sentir el tacto experto de Jungkook en su hombría. La mano del mayor subía y bajaba al rededor de su pene. Estaba en el cielo en ese momento, pero sabía que había cosas mejores que solo eso. Y eso lo entendió cuando sintió como Jungkook introducía todos su miembro en su cavidad bucal, haciendo los mismos movimientos que con su manos, solo que ahora con su boca. Jimin no dejaba de soltar gemido con el nombre Jungkook. Era una sinfonía de gemidos exquisitos para los oídos del castaño. Aceleró sus movimientos, hasta que el peli rosa termino corriéndose en la boca de su mayor. Estaba avergonzado.

– Gracias por hacerme sentir bien, Kook.– dijo sonrojado.

• • •
Estaban preparándose para dormir, Jimin necesitaba un pijama, así que Jungkook optó por darle solo una camisa. Sabía que le quedaría súper larga y ancha, y si que quería ver eso. Había visto esa idea cliché en ciertas películas y libros.

Cuando el peli rosa salido con esa camisa larga que le quedaba como un vestido, Jungkook quedó paralizado. Porque no se esperaba algo así, sabía que se vería lindo y sexy, pero era más que eso. Jimin ante sus ojos era jodidamenre perfecto con sus mejillas sonrojadas, su cabeza cabizbaja de vergüenza y sus manos jugando ente si nerviosamente. Demasiado tierno para ser verdadero.

– Bueno, me queda algo grande, pero es bueno, así me cubre más ¿no?–sonrió inocente.

– La idea es que mientras menos te cubra mejor.

Y Jungkook comenzó a devorar por una segunda vez los dulces y cálidos labios del chico peli rosa.

– Jung... ngh... hay que dorm... aah.


Nota: No lo revise para anda, así que lamento los fallos si es que hay. Tengo demasiado sueño, pero quería publicar este capítulo de una vez. Me voy a dormir bye, bye~!

Sweet ➸ Kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora