Capítulo 26

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EN EL CAPITULÓ ANTERIOR

-Mia abortó el bebé, Kya...
Me tapo la boca de inmediato, no puedo creerlo, lo miro fijamente, pero no tengo ni una sola palabra. Estoy confundida y siento que algo se rompe en mi interior.
-¿Qué...?
-Ella lo quiso hacer la primera vez, yo lo sabía, pero... Me arrepentí, impedí que lo hiciera.
-¿De qué estás hablando?
-Y después ella solo... Ella abortó al bebé, Kya. Yo no quería que lo hiciera. Yo iba a ser responsable...
-Pero... ¡Pero que...! ¡Perra!
No tengo más palabras, solo me lanzo en brazos de Max cuando siento que voy a comenzar a llorar. Lo abrazo con todas mis fuerzas y ese Max que siempre me hizo sentir pequeña y frágil a su lado, ahora me obliga a sostenerlo porque se desploma en el suelo casi en un solo segundo.
No sé cómo contenerlo, pero jamás lo imaginé así. La culpa se ve en sus ojos, mezclado con dolor, furia y odio hacia sí mismo.
-Max...
-Fue mi culpa.
-No...
-Si ese bebé nacía... Solo iba a tener un padre que es una completa mierda, Kya...
-Max, no digas eso.
Estoy devastada, no sé cómo contenerlo, abrazarlo y acariciar su cabeza no es suficiente. Él está fuera de sí.
-Max...
-Yo debería estar muerto. ¿Por qué dejé que te enamoraras de mi, Kya? Tenía que alejarte...
Suelto un suspiro y trato de hacer que se calle. No quiero volver a eso de nuevo.
-Tú eres tú, pero yo te amo así como eres. Y ese bebé te iba a amar tanto o más que yo... Ya no sé qué más decirte.
Él trata de calmar su respiración, se acerca a mis brazos que rodean su pecho, y busca mi mirada.
-No quiero perderte a tí, Kya...

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Max está completamente dormido en el sillón de mi sala de estar. Es como un niño pequeño que agotó todas sus energías con el llanto.
Estoy en una especie de shock, que no me deja hacer nada más. Es una locura, algo que jamás imaginé ver.
No sé cómo reaccionar, y no me atrevo a despertarlo todavía, no importa que ya lleve dos horas viéndolo dormir.
Estoy de pie, con los brazos cruzados, mientras que la barra de la cocina sostiene mi peso.
Es un Max diferente, real, humano... Un Max hecho trizas.
Tengo que llenarme de valor y de fuerzas también, porque llevo más de dos horas aquí, y quiero volver a acariciar su cabello como lo hice cuando estalló y se desplomó en mis brazos.
¿Cuánto tiempo va a estar así? ¿Cómo puede alguien soportar eso? Si yo estuviese esperando un bebé y luego eso me sucediera... ¿Cómo pudo hacerlo?
Suelto un suspiro, me muevo unos centímetros de la mesada, e impulso a mi cuerpo a acercarme a él una vez más.
Me agacho muy lentamente y me siento en el suelo, mi cara y la suya están casi a la misma altura y siento una gran punzada en el pecho, algo que me hace llorar en un solo segundo.
El dolor es desgarrador, yo también puedo sentirlo, y todo se mezcla dentro de mi cabeza.
¿Cómo acabar con esto? Jamás acabará, porque somos iguales, sentimos lo mismo.
Nuevo mi mano hasta su pelo y lo acarició muy lentamente, casi no lo toco, tengo miedo, pero la segunda vez sí quiero sentirlo de verdad, y lo hago con más seguridad y más fuerza.
Max es tan bello... Verlo así me hace sentir paz, y mucho alivio. No me sentía así desde... Desde nuestro viaje a Bali, en dónde todo fue más que perfecto, en dónde creía que estaríamos juntos hasta el último día...
-No te detengas... -susurra muy levemente, y yo me aparto con prisa.
Mi corazón late sin parar y me siento algo avergonzada.
Miro hacia otro lado y él se sienta en el sillón, luego pasa su mano por su pelo y después me mira.
-¿Cuánto tiempo llevo dormido? -pregunta.
-Un par de horas... No sabía si debía despertarte.
Él asiente levemente.
-Max, debía estar en un ensayo desde hace una hora y sigo aquí... No sé...
No tengo palabras, pero él se pone de pie, se acerca a mí con cautela, pero me mira de esa forma que tanto temo...
Va a besarme y todo esto será un desastre aún más grande.
-No lo hagas -digo rápidamente.
Él se detiene y mira el suelo.
-Quiero que sea como antes, Kya... No me gusta esto, yo... ¡No me gusta esta mierda! -grita, y ese Max desesperado y agresivo sale a la luz-. ¡No me gusta que estés lejos de mí! ¡No me gusta nada de todo esto!
-No grites, Max -digo levemente.
Él nota que ha perdido el control una vez más y se aleja de mí. Estoy tensa, tengo la boca seca y no me atrevo a mirarlo a los ojos.
-Quiero que sea como antes de Bali, Kya. Ahí todo era perfecto.
-Necesito tiempo, Max.
-¿Cuánto tiempo? Te necesito ahora...
-¿Me quieres a tu lado solo para sentirte mejor? ¿Es una de tus maniobras egoístas? -pregunto con frustración.
Él suelta uno de esos fastidiosos suspiros.
-¡Solo quiero estar contigo! ¿Tan difícil es entender?- exclama en voz alta.
-¡No voy a permitir que me grites en mi propia casa!
Él parece reaccionar, respira con normalidad y me observa sin tener ni una sola palabra por el momento. No sé qué hacer. Todo esto es tan complicado...
-¿Puedo quedarme esta noche? -pregunta en un leve susurro.
-No -respondo inmediatamente. Sé que la respuesta es NO, y estoy completamente segura de eso.
-Kya...
Miro hacia otro lado y recuerdo una vez más ese momento con el abuelo, ese momento en donde solo recibí grandes consejos, sin tanto análisis, sin nada más que la verdad.
-¿Te digo algo? -Max asiente levemente- Las últimas palabras que escuché de mi abuelos fueron: "La vida es muy corta para tanto drama, Kya"
Al recordar ese momento suelto una sonrisa y él no parece comprender lo que está sucediendo realmente-. Estoy cansada de todo esto, estoy cansada de darlo todo por nada, estoy cansada de soportar tu mal humor, tus malas caras, tu actitud tan pedante todo el tiempo. Estoy cansada de mendigarte amor... -trago el nudo que tengo en la garganta y respiro. No voy a llorar, ya no más. Mi cabeza está intoxicada con esta mierda y mi corazón también. Necesito una pausa, o mejor, un punto final.
-Juro que todo va a ser diferente. Tu me importas -asegura, viéndose algo desesperado.
-No te quiero en mi vida. Eres un drama que no tiene fin y no necesito eso. Perdiste a ese bebé, lo siento, pero ese no es mi problema.
Veo como sus ojos se llenan de lagrimas y esta a punto de quebrarse. ¿De verdad algo así te pone de esa manera? Es como si Max tuviera sentimientos...
-Lo estoy perdiendo todo, Kya... Estoy solo. Lo que ella hizo es una locura... -su voz se apaga y al pasar los segundos solo veo miedo, pánico, terror...
Esto no es suficiente, en realidad no me sirve ni siquiera para pensarlo. Mi cabeza no puede más, ya no tengo fuerzas.
-No voy a dejar que arruines mi vida. Mis padres tienen razón. Creo que finalmente lo entendí...
Él me mira, no sabe que decir.
-¿Por qué estás tan segura?
-Lamento decir que no me conmueve todo este show -aseguro, y puedo sentir que no siento nada, nada de nada. Estoy vacía-. Lárgate de mi casa...
-Pero...
-Ahora.
Max traga un nudo y se dirige hacia la salida, solo espero unos pocos segundos hasta que lo veo perderse por el pasillo. Siento alivio. Siento que todo se acabó, que ese peso en mi mente se va, que soy libre de todo...

Viernes, otro viernes aburrido en donde solo veo películas en Netflix, Simón está cocinado algo a la plancha y huelo algunos vegetales al vapor...
-¿Te digo una cosa?
Quito la mirada de la televisión y observo a mi hermano.
-¿Qué? -respondo por lo bajo.
-Te veo un poco más tranquila. Como... no sé, algo diferente.
-Extraño al abuelo -susurro, tratando de no quebrarme, de que mis ojos no se llenen de lagrimas-. La abuela debe extrañarlo mucho también...
-Todos lo vamos a extrañar, pero ahora está en un lugar mejor que este -asegura con una leve sonrisa que me hace sentir más tranquila.
-Lo sé.
Hay un corto silencio en el cual mi mente se queda en blanco.
-¿Y él? -indaga, claramente refiriéndose a Max. Es extraño pensar en él, no lo había hecho en varios días, pero no siento nada al mismo tiempo.
-Hace dos semanas que no sé absolutamente nada de él. Me bloqueó de todos lados, desapareció por completo -aseguro con la mirada perdida en algún punto fijo de la pared-. Creo que esta vez sí es en serio, se acabó de verdad...

KYA 2 - Deborah Hirt ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora