- ¿Puedes poner de una buena vez esa foto? – replicó Skyler muy fresca desde el sofá.
- Es la numero veintisiete. Tienes que darme al menos un descanso o deja de tomarles fotos a los trogloditas.
Skyler me miro como si fuera idiota.
Colgué la foto donde los bebés salían comiendo su papilla hace dos años, cuando nacieron.
Me senté al lado de Skyler, a admirar su obra maestra en la pared.
- Quedo hermoso.
- Si lo hiciste tu es obvio.
Sky se poso sobre mis piernas. Se acerco y me plantó esos besos que me dejaban con ganas. Me empezó a abrir la camisa cuando la pequeña Maiah empezó a llorar.
- Creo que deberíamos volver a ese cuarto del gimnasio, cariño.
- Ve a dormir a la pequeña y trae ese lindo trasero tuyo que me debes algo más.
Sky me miro asombrada y ocultando una sonrisa.
- Eres un niño malo. – dijo y se puso en camino.
Aun nos quedaban unas cajas que bajar y desempacar, pero a como iba nuestro pequeño apartamento, iba a ser genial vivir aquí con mi familia.
Los bebés había cumplido dos años hace dos meses. Crecían demasiado rápido. Ya estábamos comprometidos al año de que los bebés vinieran, aunque me costo un ojo de la cara poder comprarle el anillo a mi prometida.
Ambos empezamos a trabajar de inmediato para sacarnos adelante. Mis padres y los suyos ayudan en sueño, pero decidimos que si vivíamos juntos teníamos que pagar las cosas nosotros.
Y así fue que con el sueldo de una repartidora de correo y un mecánico especializado pudimos costearnos un piso para nosotros cuatro, donde iniciaríamos todo esto.
Skyler volvió a mi diez minutos después, con sus pantalones deportivos y mi vieja camisa gris que no se quitaba por nada del mundo. Volvió a subirse en mis piernas y se quito el sostén al estilo de como lo hacen las chicas.
- No recuerdo tantos pechos la primera vez que lo hicimos.
- Se llama embarazo cariño. – me besó lentamente.
- ¿Aun me quieres? – pregunte.
Sky me volvió a ver como si fuera un idiota.
- Aun te quiero.
- Hasta cuándo.
- Hasta que acaben mis eternidades y tenga que iniciar de nuevo.
Entonces Evan empezó a llorar esta vez.
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Terriblemente embarazada
Teen FictionUna chica deseada por todos, con el mejor novio del mundo y repleta de amigos. Es no era yo. Pero adivinen cuando me vine a dar cuenta. Cuando quede embarazada de un tipo al que le valgo un bledo. Pero las cosas empiezan a cambiar cuando mi ab...