La temible espera

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Desperté bajo varias luces. Olía a desinfectante y a olor de ambiente, como un hospital. 

Me desperte fuera del contacto con lo que pasaba al exterior, como si me hubiera dado un golpe muy fuerte y me hubieran traido.

Me sente como pude y vi mi barriga. Recorde donde estaba y porque, como despertar de un sueño a la pesadilla.

Aunque la vida no se iba muy lejos de esa situación.

- Desperto la durmiente - dijo mamá entrando a la habitación. Tomandole atención se le notaban los ojos cansados y la sonrisa temblorosa. Su sonrisa aún llegaba a los ojos por lo que me ponía feliz. - ¿Como te sientes? 

- Como si llevara dos niños en mi útero.

Mamá sonrió,  como si quisiera quitarme el sufrimiento. 

Salió de la habitación a buscar a la doctora por lo que aproveche para bajarme.

Me quede durante unos minutos frente al espejo. De repente se veía más grande mi barriga. La acaricie haciendo circulos deseando quitarme el susto de encima. 

- Vaya, nunca te había visto en tu fase materna - dijo una voz detras de mi.

Me volteé para encontrar a Eithan erguido mirandome detenidamente. Llevaba un viejo gorro negro y sus jeans desgastados con una camiseta que lo hacía lucir espectacular. 

- Te tomó un poco tarde. - dije.

- Pensé que sería Zac el que vendría contigo. No quería interrumpir.

- Tu eres el padre Eithan, no él. 

- El sería mejor padre.

Le mire sin ternura alguna, como si me hubiera ofendido.

De un momento a otro se acercó a toda velocidad desde donde estaba hasta llegar a mi. Fueron unos tres pasos para tomar mis mejillas y plantarme un beso.

Un maldito beso.

Como había olvidado, sus labios estaban cálidos. Su lengua no tardo en encontrar a la mía.

"No es tuyo" dijo una voz en mi cabeza.

- ¿ Que demonios fue eso? - dije llevando mis brazos a los lados.

- ¡No puedes hacer esto!

- ¿Quien lo impide? ¿Zac? Lo quitaré de camino si es necesario.

- ¡Eithan, no puedes besuquear a una chica y pretender hacerlo conmigo!

- ¡No son besuqueos,  Skyler! Yo los siento aquí - se llevo el dedo al pecho, justo en el corazón.  - Vamos, Sky. No te hagas las tonta.

- ¿Tonta de que? ¿Estabas besando a un tipa cualquiera y luego cuando acabo de darme cuenta que dos niños crecen dentro de mi, vienes y me dices que soy tonta? ¡No entiendo! 

- ¿Dos niños? 

Él rostro de Eithan cambio de furia a algo parecido a miedo y dolor. Esa misma expresión debí tener cuando la doctora dijo lo de los niños.

- Skyler, ¿dos niños? 

- Mamá no te dijo nada ¿no? Vamos a tener mellizos, Eithan.

- ¿Te diste cuenta hoy?

Asentí. 

No pude ver cual otra fue su expresión porque salió disparado hacia la puerta.

Terriblemente embarazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora