Todo sufrimiento vuelve

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Eithan. POV

Me sacaron de la sala en menos de dos segundos sin decirme nada. Las enfermeras corrían detrás del doctor, llevando agujas y cuchillos. Los padres de Sky también salieron, llenándome de angustia.

No era de tener miedo en nada. Pero cuando me sacaron de ese lugar sentí como si el miedo de hace años viniera  hacérmela pasar mal. Muy mal.

Me acerque a donde los padres de Sky conversaban con una enfermera.

-       Se puso complicada – explicaba la joven de unos veinticinco años – Tiene una hemorragia interna y si no sacan a los bebés pronto pueden morir y si no cierran la hemorragia ella también puede morir.

-       ¿Pero se va a salvar? – dije demasiado pronto, asustando.

-       Tiene que tener paciencia, estamos haciendo lo que se puede.

Entonces la enfermera se fue corriendo hacia la habitación, cerrando las ventanas y cortinas. Cerrando mi único paso a Sky.

Los padres de Sky dejaron el llanto. Se sentaron en unas sillas a esperar.

Yo no podía ser tan paciente.

Me puse a dar vueltas alrededor, poniéndome nervioso. Sentí varias lagrimas salirse de mis ojos porque sentía culpa.

Si Skyler no se hubiera acostado conmigo no estaría luchado de a muerte.

Pateé con todas las fuerzas que tenía la máquina de sodas. Llame la atención de varias personas pero me importaba una mierda.

Quería a Skyler conmigo.

Quería a mis bebés conmigo.

Me senté al lado de la apagada maquina de sodas y me puse a llorar como un niño. Como no había llorado desde que a mi padre lo golpearon tan fuerte que quedo inconsciente durante una semana, cuando yo apenas tenía diez años.  

Desde entonces me decidí a no tener más miedo.

Pero estaba al límite de la borda. Si Skyler no salía de ahí pronto juro que me iba a volver loco. Como nunca antes me había puesto.

Me sequé las lagrimas ene momento que el doctor salió treinta minutos después d ello ocurrido.

-       Esta estable. – dijo el doctor – predio demasiada sangre pero esta estable y respirando, que es lo que importa. Los bebés están sanos y salvos. Los llevaron a las incubadoras en la sala 523, del otro lado del pasillo, por si quieren conocerlos.

La madre de Sky lloraba de felicidad. Yo solté un poco de aire al saber que mis hijos estaban de buena salud, pero todavía tenía el dolor de Skyler adentro.

-       ¿Cuándo se pondrá bien?

-       Cuando despierte estará como nueva. Ahora la tenemos que mantener dormida porque con el más leve movimiento puede abrir algunas heridas. La podrá ver cuando la pasemos al área de observación.

-       Gracias doctor – dijo el padre de Skyler.

Los tres nos fuimos a ver a los bebes. Yo me estaba calmando un poco. Los padres de Sky entraron primero. Se les veía feliz desde la ventana. Ambos se abrazaron y llorar juntos, como la familia que eran después de todo.

Yo moría de los nervios.

-       ¿Quieres que entre contigo, cariño? – me pregunto la madre de Sky poniéndome la mano en la espalda.

-       Puedo hacerlo solo, pero gracias – dije apenas.

-       Estaré aquí si necesitas algo -  me sonrió sinceramente.

Entre encaminado por una de las enfermeras. Llegamos a dos incubadoras, una rosa y otra celeste.

Me quedé helado.

Los bebés estaban llorando. Cobijados únicamente con una manta blanca. Apenas lo vi y supe que iba a amarlos el resto de mi vida. Desde ese momento se veía que tenían esa pequeña nariz que Skyler siempre arruga. Iban a ser hermosos como su madre y atentos como yo.

Estaba llorando demasiado cuando una enfermera dijo que tenía que dejarlos dormir, después de pasar más de veinte minutos observando cada detalle de ellos. Desde sus pequeñas manos hasta los deditos formados de sus pies. La niña tenía un lunar en la mejilla, justo como el mío.

La madre de Sky estaba afuera, esperándome con una sonrisa.

Me abrazó como si fuera un hijo más de la familia. Un abrazó de oso al que no pude contener más lagrimas.

-       Son hermosos – alcancé a decir.

-       Son tus hermosos, Eithan – me sonrió. – No le hagas daño a Skyler ¿si? Que ambos tienen que aprender a ser padres juntos.

-       Justo como nosotros – dijo el padre de Skyler desde atrás.

-       Les prometo que no más daños de parte mía. Ni bebés. Se los juro.

Ambos rieron.

Después de esperar fuera de la habitación dos horas, llegaron los demás familiares. Era una familia realmente grande. Hasta mis padres llegaron y se pusieron al tanto de las cosas con los padres de Sky.

Yo no estaba tranquilo cerca de tanta gente por lo que me fui a sentar al lado de la máquina de soda.

Me toqué la mano miles de veces como para devolver la de Skyler a la mía.

Pasaron alrededor de tres horas más y no me decían nada.

Me estaba volviendo loco. 

Terriblemente embarazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora