Fuera de realidad [Realidad I]

2. ¿Cómo llegué aquí?

      Un sonido bastante molesto me despertó al siguiente día. Un ruido parecido al de un timbre y para nada cerca al ruido de mi despertador

Bostecé y traté de buscar mi almohada. No estaba. Y en realidad, nada se sentía como mi cómoda cama. Mi cama era mi religión.

Entonces me di cuenta que estaba en el suelo. Eso me hizo reír de mí misma.

—Phoebe, estás tan cerca de alcanzar la locura —dije en voz alta.

Me levanté arreglando mi ropa. Examiné mí alrededor, y realmente no estaba en mi habitación. Estaba en una escuela.

Puertas con números de aulas, un pasillo bien largo. Todo bastante familiar, pero, no era mi colegio. Y sobre todo, ¿cómo había llegado aquí?

Solía ser sonámbula, pero dudaba que si fuera dormida algún lugar sería mi colegio.

—¡Aquí estás! —exclamó una voz detrás de mí.

Volteé a ver a la persona. Era una mujer, parecía familiar, pero no recordaba donde antes la había visto.

—¿Perdón? —pregunté, confundida.

—Tú eres Phoebe Adams, ¿cierto?

Asentí con cautela.

—Debes estar bastante perdida, la oficina queda al otro lado del campus. —La mujer sonrió—. Soy Emily Banks, coordinadora académica. Bienvenida al internado St. Andrew.

Espera. ¿Qué?

—Ven, sígueme.

Empezó andar y yo la seguí aturdida de todo lo que estaba ocurriendo, ¿Cómo llegué allí? ¿Era eso un sueño? Sí, debía ser un sueño.

Abrió la gran puerta del edificio dando paso al gran patio. Una fuente de piedra pintoresca en el centro. El césped era como un mar verde que se extendía por todas partes. El espacio estaba lleno de estudiantes con uniformes; algunos se sentaban en mesas o bancos, algunos estaban de pie alrededor en pequeños círculos, y los demás apresurados en su camino a clase. Pude sentir algunas miradas de curiosidad.

La coordinadora académica, Emily, me miró.

—No te preocupes, luego de ir a la oficina una estudiante te dará un recorrido por el campus. Se suponía que debía esperarte en la entrada para que no te perdieras. Lamento eso.

Yo solo asentía. Estaba tan estupefacta que ninguna palabra saldría de mi boca. Estaba segura que pronto tendría uno de mis famosos ataques de pánico.

La oficina era bastante grande. Paredes pintadas en tonos claros. Un mostrador bastante elegante. Muebles en un lado de la sala. Todo me recordaba a mi serie de televisión favorita.

—Phoebe, aquí te presento a la presidenta del comité estudiantil, Hannah Jackson.

Hannah era tal como en la serie. Morena, alta, largo cabello negro y pequeños ojos marrones.

El hecho de que uno de mis personajes favoritos de la serie estuviera frente a mí me dejaba sin habla. Esto era un sueño.

—Todo un gusto. —Hannah sonrió y extendió su mano izquierda—. Es un placer darte la bienvenida al instituto. Mil disculpas por no haberte recibido en la puerta de entrada.

Tal vez me encontrara asombrada, pero no quería ser grosera.

—Phoebe Adams. —Extendí mi mano derecha.