Fuera de realidad [Realidad I]

3. La chica nueva

Hannah y yo entramos al edificio central en el cual se encontraban la gran mayoría de aulas, la biblioteca, cafetería, entre otras cosas. Hannah me había estado enseñando cada rincón del campus mientras me decía cada una de las reglas de convivencia, nuestra aventura estaba siendo divertida pero inútil porque yo conocía todo de la escuela.

—¿Alguna pregunta? —Hannah me observó.

Sabía cada cosa del St. Andrew, nada era nuevo para mí. Yo estaba aterrada de que me descubrieran porque aún no sabía cómo había llegado aquí.

—¿Cuál es el toque de queda? —decidí preguntar.

—Buena pregunta. Nueve de la noche los días de clases. Los fines de semana son a la medianoche. Puedes ser expulsada si incumples con esta regla.

—¿Hemos terminado? Porque me gustaría ir almorzar. —Mentira. No tenía ganas de comer.

Hannah revisó su reloj.

—Aún no hemos terminado, pero también muero de hambre. Afortunadamente, es hora del almuerzo. Podemos ir a la cafetería ahora.

La cafetería de la escuela se encontraba cerca del gimnasio, un largo y rectangular espacio. Mesas blancas ocupaban el lugar y la mayoría de ellas ya estaban llenas para cuando llegamos.

Deslicé mi bandeja por la barra con Hannah junto a mí. Terminé escogiendo una hamburguesa.

—Puedes sentarte conmigo y mis amigos. Te juro que no hay problema con ello.

Si me sentaba con Hannah significaba que estaría en la misma mesa que Jacob, Julliete, Ian y Gemma. Y yo estaba loca por conocer a todo el elenco.

Nos acercamos a una mesa en el centro donde ya estaba Jacob, Julliete e Ian conversando animadamente.

—Hola chicos —saludó Hannah mientras movía su silla hacia atrás.

—¿Dónde has estado? —preguntó Julliete.

—Presentando el campus a la chica nueva. —Me señaló—. Phoebe Adams.

Con timidez moví mi mano en forma de saludo.

—Hola. —Julliete extendió su mano—. Julliete Sanders.

En el programa de televisión Julliete era el tipo de chica hosca e indiferente. Ella era muy intimidante con su largo cabello negro, y ojos azules que siempre tenían una mirada fría. El hecho de que estuviera siendo agradable conmigo me hacía creer que pertenecía aquí.

Extendí mi mano.

—Un gusto.

Ian alzó su mano saludando.

—Ian Reed. —Se presentó sonriendo abiertamente.

Yo estaba loca por decir: «Se quién eres, he estado dibujando tu rostro desde que el primer capítulo salió al aire». Sin embargo, solo sonreí. Posiblemente ésa había sido la sonrisa más verdadera que he tenido en tiempo.

—Eres una zanahoria.

Todos miramos a Jacob.

—¿Perdón?

—Ignóralo, todos lo hacemos —dijo Julliete.

—¿Estás segura de eso? —Miró a Julliete moviendo sus cejas.

Ellos posiblemente eran la pareja más rara del mundo. Eran polos opuestos. Julliete era odiosa y Jacob era un chico muy amistoso. Me hacía cuestionar cómo habían terminado juntos, pero los opuestos se atraen, así que...