Mientras que el gran reloj me desesperaba con su tic-tac, yo jugaba con los lapiceros de William en su escritorio. El psicólogo escolar llegaba tarde a su cita conmigo. Llevaba quince minutos allí, y cuando llevara veinte me iría sin ni siquiera dejarle la hoja con las preguntas que me había asignado.
Durante la semana había analizado que si cooperaba con William más pronto saldría de aquí y, con un poco de suerte, no tendría que volver. Pero el día de hoy quien no estaba cooperando era él.
—Disculpa por la tardanza. —El hombre que yo esperaba entró a toda prisa. Se veía agitado—. Tuve problemas con mi auto en el camino. He venido caminando.
»Bien, Phoebe, empecemos. ¿Has traído la hoja para mí?
Agité la hoja en mi mano.
—Lee, por favor. —Hizo una seña hacia mí.
—Mi relación con mi familia es pésima. Apenas hablamos, y trato de evitar a mis padres lo mejor que puedo.
—¿Por qué?
—Porque no es fácil entablar una conversación con personas que solo te miran con reproche. Mi relación con mis padres nunca ha sido buena —confesé.
—¿Siempre ha sido así?
Recordé todos los sermones de mi madre. Recordé todas las veces que me había comparado con Derek o en las que había sido tratada con injusticia. ¿Era culpa de ellos o mía? Sí, era totalmente mía.
—Se puede decir que yo nunca hice las cosas fáciles para ellos, pero eso no importa, yo sigo siendo su hija.
—¿Eras una chica problemática?
—Bastante.
Él anotó algunas cosas en una libreta.
—Siguiente pregunta.
—No, no tengo pareja. Y amigos tal vez los tengo ahora.
—¿Qué hay de tu vieja escuela?
Negué con la cabeza.
—Todos los que estaban a mi alrededor estaban por conveniencia o interés. Derek era el popular. Lástima que me di cuenta muy tarde.
Por un momento los ojos de William me miraron con compasión. Esa era la primera razón por la que odiaba hablar de mi pasado. Detestaba la compasión.
—¿Cómo te describirías, Pheobe? —leyó la siguiente pregunta.
—Umm... Ésa es la única pregunta que no respondí.
—¿No puedes describirte a ti misma? —dijo confundido.
—No.
—¿Qué ves en el espejo cuando te miras?
—Cabello pelirrojo, una piel algo pálida, ojos color avellana y grandes cachetes.
—Phoebe, no estamos hablando de tu físico. A menos que... ¿Tienes problemas de autoestima?
—Claro que no.
Sabía que era linda. No con una belleza exótica o cautivadora, pero lo suficiente para llamar la atención de algunas personas.
—Pues responde mi pregunta.
Di un largo suspiro.
—Me describiría como una persona rota. Alguien que ha pasado por mucho en su vida, pero que no ha luchado lo suficiente para ser feliz. Y ya no quiero ser así, quiero superarme a mí misma.
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Fuera de realidad [Realidad I]
Teen Fiction¿Qué pasaría si acabaras dentro de tu serie de televisión favorita? Sería una completa locura. Phoebe no esperaba que tres simples palabras podrían dejarla atrapada en su serie de televisión favorita. Aun así, ella aprovechará la oportunidad de p...