Miradas en la estación; Rose Y Scorpius

Capítulo 8

- Como? Mañana?- se exalto Queen.- no pueden cambiarte a Gryffindor, eres la única chica que no piensa que mi colección de sombreros es una estupidez. Nadie me entiende como tu.

- Oye, estoy aquí!- se quejó Will.

- Tu eres un chico.- le respondió.

- Roselyn, no es ético. Deberíamos hablar con tu padre.- dijo Albus ignorando a esos dos.

- No, mi padre ya no es una opción. Tengo un plan.- Queen y Will me miraron intrigados.

Esa misma noche al ver que todo Slytherin dormía, William liberó a sus mascotas, Fucsy y Turky, eran dos ratas negras. Aun no entendía como las diferenciaba. Las manchas negras correteaban a gran velocidad por las habitaciones de las chicas y estas salían haciendo saltitos y emitiendo un agudo ruido que seguro lograba que la copa del cuadro de Gryffindor se rompiera. Queen y yo fingimos estar igual de asustadas, aunque lo de Queen no sabía si era real o era una actriz profesional. El caso es que no se debía notar que sabíamos la causa de que esos bichos corretearan por nuestras habitaciones.

La ala este de las mazmorras se desalojó de inmediato antes de que ningún profesor tomara cartas en el asunto dándonos así una distracción para poder ir al despacho de Mc Gonagall.

Albus se encargaba de ir al despacho antes que nosotras para avisar a la directora del escándalo.

- Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.- susurre en medio de la oscuridad iluminando con la varita el mapa.

- Wow, ese es...- dijo Queen pero la hice callar.

Estudié minuciosamente el mapa hasta encontrar a mi primo. Se dirigía a toda prisa al despacho. Cuando este estuvo vacío nosotras nos escabullimos y nos colamos antes de que se cerrará la puerta ya que tenía un hechizo para que no se pudiera abrir con un simple Alojomora si la directora no estaba dentro. Por suerte si se podía abrir desde el otro lado de la puerta y no nos veríamos encerradas.

Mire el lugar y vi en una estantería al sombrero seleccionador. Sin duda después de esto no estaría en condiciones de seleccionar me para Gryffindor. Sería divertido ver como las propias palabras de mi padre sobre que el sombrero parecía un loro destruirian su plan.

- Pasame la motchila.- susurre, dentro tenía objetos muggles que nos serían de gran utilidad. La abrí y encontré los sepáis de pintura.

Empecé a decorar al sombrero mientras esté dormía sin darse cuenta. Primero amarillo, luego verde, la base azul y toques de rojo. Después agarré una almohada vieja que tenia y le descosi un extremo agarrando un par de plumas y arrojándolas al sombrero antes de que la pintura se secara.

- Axiiis, quien anda allí?- preguntó este despertando pero nosotras fuimos ágiles y desaparecimos por la puerta antes de que nos viera.

Al día siguiente Mc Gonagall invocó una reunión de todos los alumnos pidiendo explicaciones. Cuando mostró el delito todos los alumnos se rieron de lo sucedido, iniciando así la primera broma de Roselyn Weasley en Hogwarts. Y sin pruebas Mc Gonagall se vio obligada a olvidarlo y anular nuestra reunión hasta que el sombrero se recuperará de la situación. Lo cual por el ridículo no sucedería nunca.

La sala común parecía vacía pero Scorpius se encontraba en una esquina jugando son una recordadora que me resultaba familiar.

- Porque?- pregunté yo.

- Porque que?- me quede en silencio, él ya sabía de que hablaba.- Este no es tu lugar Weasley. Tu odias a los Slytherin.

- Te odio a ti, es distinto.