OVA

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Sore ga koi ni ochita to kanjiru hohodesu.

Él ya llevaba  más de 45 minutos esperando en el campo de entrenamiento. Estaba enojado, algo muy común en su carácter, pero sobre todo se sentía... ¿desilusionado?. 

No. 

Nunca por alguien como ella. Él no conoce mucho sobre el mundo de las mujeres, pero su madre le enseñó alguna vez que nunca debe apurar a una chica o no volverá a ver el mañana, y él, la verdad, no quería terminar muerto por un golpe de su compañera.

— ¡Hey, Sasuke! — la vio a lo lejos corriendo hacia él alzando su mano en modo de saludo. Sus finos y largos cabellos negros danzaban al son del viento. Se sintió cautivado por aquella imagen.— Lamento llegar tarde, es solo que un gato se atravesó...

— Ya he escuchado eso antes. - interrumpió. En realidad no le interesaba el porqué de su atraso, lo importante para él, es que no lo dejó totalmente plantado.— A entrenar.

Ella bufó pero no rechistó, después de todo, a eso venía dejando de lado su preciada siesta de las tardes. Se quitó la maleta y la dejó suavemente en el suelo con el cuidado de no dañar lo que había dentro. Sasuke ya se encontraba  esperándola en el centro del campo.

— Bien, ¿qué quieres que te eseñe Sasuke-kun?.

Él ignoró aquella voz chillona que su compañera usó para molestarlo, aunque en su interior, no le pareció tan molestosa.

— Dijiste que me ayudarías en mi entrenamiento para cumplir el objetivo, así que yo debo preguntarte: ¿qué me enseñaras?.— se cruzó de brazos esperando una respuesta.

La azabache comenzó a pensar. Unos segundos después la respuesta llegó a su cabeza.

— Lo tengo. Hoy te enseñaré técnicas de ataques imprevistas, mañana serán jutsus, luego será taijutsu, un poco de genjutsu no vendría mal, tal vez te enseñe a concentrar chakra en determinadas partes del cuerpo, aunque podría enseñarte a hacer el...

Su palabrería lo estaba irritando así que decidió callarla.

—  Comencemos de una vez con las técnicas de ataques antes de me de jaqueca por tu habladuría.

— Que grosero. — ella chasqueó la lengua pero rió porque cumplió su deber de molestar a Sasuke.— Bien, empecemos.

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Ambos yacían acostados en el suelo completamente cansados, a penas era el medio día y ya medio campo se veía destruido.

— Tengo... tengo mucha hambre.

Él contuvo una risita. Había olvidado que su compañera era muy hambrienta.

— ¿Deberíamos ir a buscar algo de comer?.— propuso Sasuke.

— No te preocupes, yo traje el almuerzo.

Kanna se levantó y corrió hacia su maleta, Sasuke la siguió segundos después. La azabache sacó una manta y la tendió en el pasto, luego sacó un recipiente con cuatro onigiris y dos bentos, uno para su compañero y otro para ella.

Sasuke estaba impresionado, pues jamás creyó que ella compartiría su comida con él o peor aún que ella se haya preocupado por llevarle el almuerzo. Lentamente se sentó quedando frente a la Uchiha.

— ¿Me trajiste el almuerzo?.

La pelinegra se sonrojó y trató de ocultarse con su cabello, cosa que no pudo lograr y Sasuke terminó viendo ese adorable color rosado.

— Bueno... hice mucha comida, así que no te creas especial.— le tendió el bento con los palillos a su compañero sin mirarlo. 

Sasuke aceptó.

— ¿No tiene veneno o sí?.— bromeó para romper la tensión que se había creado. Él deseaba que el sonrojo de Kanna se pasara ya que lo estaba poniendo nervioso.

— Si quisiera matarte ya lo hubiese echo, idiota. 

Mientras comían, Kanna le preguntaba a Sasuke como había estado todos estos años después de la masacre, para su sorpresa, Sasuke respondía con naturalidad a todas sus preguntas.

Terminaron el almuerzo y el pelinegro se puso de pie, dirigiéndose al centro del campo. Otra vez a entrenar.

— Apresúrate, se nos acaba el día.

Al ver que su compañera no lo seguía, regresó donde ella.

— Deja eso, después recoges. Vamos a entrenar.

— Si dejo esto afuera se llenará de hormigas, bakasuke

Suspiró cansado. No podía hacer nada con la terquedad de su compañera. Sentándose  bajo un árbol disfrutó de la sombra que le brindaba y de la fresca brisa que pasaba por el lugar. Sin querer, su mirada se dirigió a Kanna.

Comenzó a examinar sus movimientos y un sentimiento raro, como si le hubiesen peñiscado, surgió en su estómago. Sintió al corazón acelerarse mientras más la observaba. Empezaba a sentirse raro estando cerca de ella, desde que volvieron de la misión de Zabuza y ella casi muere. Sasuke tenía la necesidad de observarla para saber que estuviese bien, pero cada vez que quería hablar amigablemente, siempre terminaban gruñéndose, como si fuesen perro y gato. 

Ella es agresiva,sí,  pero ¿porqué es tan delicada?, ¿porqué quiere abrazarla?. Sasuke tenía dudas, por primera vez dudaba demasiado acerca de algo, y entonces recordó lo que su madre le dijo acerca de ese sentimiento "prohibido" para él.

No quería creerlo y no quería aceptarlo.

Pero verla tan concentrada en algo, ver como el viento movía sus cabellos, y sobre todo observar la delicadeza de sus movimientos le hizo replantearse su deducción. Hoy veía a Kanna desde otro ángulo, admirando su belleza y personalidad.

Hoy abría los ojos.

¿Porqué no podría? Ambos son del mismo clan, ambos tienen el mismo objetivo así que... ¿porqué no?.

— ¡Oye idiota, empecemos!.— despejó sus pensamientos y se levantó al ver que su compañera ya se encontraba lista para entrenar. Y verla sonreír hacia él provocó un revoloteo en su estómago. 

Tragó saliva y caminó hacia ella.

¿Qué me has hecho? .

Soy Uchiha [ Naruto Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora