Soy Uchiha [ Naruto Fanfic]

S.T. [10]: ¡Títere!

— ¡Y resultó ser la pata del pulpo!.— terminó de contar Zetzu Blanco para después carcajearse fuertemente, mientras el Zetzu Negro le decía que guardara silencio.

Las burlas de detuvieron abruptamente al darse cuenta de que Hitomi no les estaba prestando ni la más mínima atención.

Ella, ignorándolos, se levantó de su asiento para dirigirse a su habitación, donde al cerrar la puerta, se deslizó por ella hasta llegar al suelo.

Habían pasado ya tres semanas desde que fueron en busca del Hachibi, en donde tuvo ese extraño encuentro con el bijuu que la dejaba con más dudas cada vez que lo recordaba. No había visto a Sasuke, ni a Madara, ni a nadie hasta hoy que zetzu la encontró sentada sola en la sala de reuniones y decidió contarle el desplante que había hecho Taka.

También le contó los próximos planes de Sasuke Uchiha sobre destruir Konoha. Y, aunque ella quería sumársele, no podría por el enorme rencor que le tenía al pelinegro después de que la haya dejado abandonada en el lugar donde habían peleado contra el jinchuriki.

Hitomi tuvo que matar a unos ninjas de la nube que querían capturarla, aún teniendo el cuerpo medio paralizado y sin poder activar su sharingan. Le tomó, al menos, cuatro días volver a la guarida como si nada.

— Hitomi, abre la puerta.— la pelinegra frunció el ceño ante la petición de Madara. ¿Qué demonios quería? De todas formas, hizo caso omiso.— Ábrela ya o la derrumbaré.

Chasqueando la lengua se levantó y en unos segundos se topó con la tan caracterísitca máscara.

— ¿Qué quieres?.

Aunque Hitomi no lo pudo ver, el enmascarado sonreía tan entusiasmado por lo que tenía planeado.

— Ven.

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— ¿Líder?.— la cara confusa de la pelinegra le causaba gracia a Madara y a Zetzu que respiraba desde una esquina. — ¿Qué sucede aquí?.— preguntó con más firmeza y poniéndose en guardia. Desde que salió de su habitación tenía un mal presentimiento, y es que estar ahora en una sala con poca iluminación y tener a Pain tan quieto como un muñeco le daba mala espina.

— Verás, Hitomi. Hoy es el día en el que capturaremos al Zorro de las Nueve Colas.— aclaró Madara cruzándose de brazos.

El rostro de Hitomi se endureció un poco pero no dio a notar ningún otro tipo de emoción pese a que en su mente se repetían una otra vez esos ojos azules cielos que brillaban con fuerza.

— De acuerdo, ¿y qué conmigo?.— apoyó el peso de su cuerpo en una sola pierna.

Madara rió haciendo que se escuche un eco en el lugar.

— Vas a ir con Pain.

Tanta famirialidad le causó extrañeza. ¿Desde cuándo le dice Pain tan informalmente al líder? ¿Y porqué él no decía nada?.