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Narra Jimin

-¿Has estado durmiendo poco? ¿Tomaste desayuno? -pregunto Jin junto a mí.

-Sí tomé desayuno. He estado durmiendo bien -mentí.

No tenía tiempo para que me diera una charla sobre que a mi edad se debe dormir como mínimo 6 horas y bla bla. Jin me miró de reojo, con desconfianza y luego aligeró la mirada.

-Pudo haber sido el estrés el que hizo que llegaras a un colapso, deja de preocuparte tanto por las cosa -dijo Jin separándose de mí lado-. Iré a avisar a tu profesor que todo está bien, quédate aquí y descansa, sino tendré que inyectar con aguja.

Hice una mueca dando a conocer mi disgusto e intenté cerrar los ojos aunque sabía que no podría dormir.
Me quedé tumbado boca arriba y con ojos abiertos mientras analizaba el techo, esperando que Jin no descubriera no estaba durmiendo, cuando entonces el sonido de la puerta abriéndose me alertó, y rápidamente cerré los ojos y me quedé tieso como piedra. Sentí los pasos de alguien aproximándose a mi cama y debí pausar la respiración, dejándola casi nula para no emitir un chillido. Luego sentí una mano en mi mejilla con movimientos de vaivén, un estremecimiento me recorrió el cuerpo haciendo que la piel se me pusiera de gallina. "____(T/N)" dije para mí mismo. Fue lo primero que se me pudo ocurrir, pero luego la idea de que ella me odiaba se hizo presente haciendo que yo dudara de mis pensamientos. La curiosidad me quemaba por dentro y las ganas de abrir los ojos para ver quién era se volvían más vehementes, pero debía aguantar, si era Jin estaría en problemas.
Finalmente pude mantenerme quieto, entonces luego de un rato los cálidos dedos se separaron de mi rostro, dejando un vacío inconcebible en mi persona, haciendo que tuviera que esforzarme por no jalar del brazo a quien sea que fuera que me acariciaba hace unos momentos. Cuando los pasos ya se escuchaban lejanos me atreví a entre abrir los ojos y mi corazón dió un vuelco cuando la vi a ella, con su característico cabello suelto y dando torpes pasos hacia la puerta.

Una desesperación terrible apareció cuando ella cerró la puerta y un impulso apareció de manera de repentina. Me levanté de la camilla y corrí a la puerta, no quería que se marchara, no otra vez. Abrí la puerta de golpe, el pasillo ya se encontraba vacío y no había gente husmeando al rededor que pudiese percatarse de mi presencia. Me acerqué a ella dando grandes zancadas y una vez la tuve a mi alcance la detuve.

—____(T/N) —logré murmurar encandilado por su presencia.

Ella me miró con sorpresa y con un brillo triste en sus ojos. No me contestó de inmediato, sólo me estudió de arriba a abajo sin saber aparentemente que decir.

—Fuiste a verme —afirmé con un nudo en el pecho— ¿Por qué?

—No te interesa —respondió mostrando indiferencia—. Debo irme, empezarán las clas...

—Por favor —la interrumpí casi suplicando—. No te vayas, sólo quiero hablar.

—Yo no quiero hablar —respondió con semblante duro.

—Entonces sólo escúchame, sólo serán 5 minutos, no, sólo uno —rogué—. Quédate conmigo.

Ella vaciló unos instantes y sin responder se limitó a observarme, esperando a que yo hiciera algo.

—Te extraño —dije con voz temblorosa—. No sabes lo horrible que es no poder apartar la vista de tí y saber que no estarás cerca de mí, de saber que ni siquiera piensas en mí y cada vez que intento cerrar los ojos para poder descansar de la abrumadora sensación, te tengo a ti de nuevo, siendo lo único que ocupa mi cabeza. Te quiero como nunca antes he querido a alguien, ésto me está matando por dentro. Pero aún así se y entiendo que no quieras volver a estar conmigo, bueno, si es que alguna vez fuimos algo, si te digo ésto, es porque realmente, y aunque sé que me detestas y no quieres saber nada de mí, no quiero alejarme, es difícil saber que jamás será lo mismo, que no podré hablarte con normalidad, justo como antes.

La voz se me quebró de repente y la vi a ella, con los ojos llorosos y sin saber que decir, luego de unos ratos soltó una carcajada irónica.

—¿Y qué esperas? —soltó ella al borde del llanto— ¿Qué corra hacia tus brazos sin más? ¿Olvidando todo lo que me hiciste pasar? De verdad eres un...

—¿Realmente me odias? —le interrumpí con los ojos a punto de estallar en lágrimas.

Ella suspiró y no respondió mi pregunta, en cambio hizo una pausa y luego me miró con tristeza.

—¿Defraudado? —añadió ella con voz temblorosa.

—Bastante —dije sonriendo para ocultar la gravedad con la que me quemaban esas palabras.

Ella no dijo más y se dió la vuelta para seguir con su camino. Me quedé plantado en el pasillo, casi como si esperara que por un milagro ella cambiará de opinión.
A ojos de cualquier persona ella era una chica normal, no era ni llamativa ni poseía atractivo por su personalidad, pero a mis ojos ella no dejaba de ser perfecta. Cada uno de sus suspiros deseaba poder resguardarlos, resguardarla a ella, de todo el mundo, de cualquier posible daño ¿Pero cómo sería eso posible si yo era quien más le terminaba hiriendo?
Corrí a la camilla de la enfermería y me tendí en esta, presionando con fuerza las sabanas.
Mierda, cómo dolía esto. Quería estar con ella a toda costa ¿Pero de que valía eso si ninguno de los dos saldría bien parado? Una lágrima se escurrió por mi mejilla y no tardó en ser precedida por montones más, tiré de las sábanas para esconderme entre ellas, mientras mis sentimientos no paraban de desbordarse, solté un gruñido de frustración junto con varios sollozos, tironeo de mis cabellos y aún así nada de eso serviría para traerla devuelta junto a mí.

Narra ____(T/N).

Hablar con Jimin, tener una pequeña conversación con él, ver su rostro nuevamente. Sólo aquello había sido necesario para abrir a carne viva la herida que creía ya sellada hace un tiempo.
Corrí a el primer aula vacía que encontré y me metí allí, sin darle importancia al hecho de que las clases ya habían comenzado, lo único que quería en es momento era descargar todos estos sentimientos que me estaban fulminando por dentro.
Saqué el celular de mi bolsillo y me puse a reproducir mi canción favorita, intente cantar, pero no fueron más que unos balbuceos sin sentido y sin saber desde cuándo, ya me encontraba llorando. No podía soportarlo, cada pensamiento, idea o sentimiento me atormentaba "¿Por qué tenía que enamorarme?" Pensé para mis adentros, sin dejar de sollozar en ningún momento, lamentando mi vida desde la primera vez que lo conocí, la primera vez que crucé una mirada con él, la primera vez en que me atreví a enfrentarlo cara a cara. Tal vez si fuera posible viajar al pasado, me gustaría seguir la advertencia de Jungkook, jamás pensé que los problemas en que podía meterme por relacionarme con Jimin, iban a llegar tan a fondo, hasta el punto de resquebrajar mi corazón poco a poco.

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Hola🦄

Bueno, este capítulo entero lo terminé mientras escuchaba el cover de Jungkook "2U" por su cumpleaños. Así que andaba bien sad y por eso me quedo algo cursi...
Río para ocultar mi dolor :'v (?
❤Gracias por leer❤

Desearía Poder Odiarte ↠{Jimin y Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora