Emanuel IX

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Emanuel IX

La noticia de saber que Sofia se iría a vivir a Francia a fin de año, fue bastante triste para todos. Creo que para Lucas mas que nada. Un poco mas de un mes quedaba para disfrutar a Sofia con nosotros y ahora siento que desearía tener mas tiempo para conocerla mejor, mas tiempo para compartir momentos juntos; entonces pienso en lo horrible que seria si me dijeran que en un tiempo no muy largo dejaría de ver a Emilia. Sería horrible.

Pero ahora solo queda disfrutar lo que se viene a la noche. Para algunos fue mas difícil convencer a sus papás de que la fiesta seguía en lo de Emilia y para otros como yo, no fue para nada difícil. Ah, creo que no llegué a contarles, estoy trabajando en el bar. Al parecer le caí bien a la mamá de Emilia y sabe que necesito el dinero; así que ayudo en la cocina o lavando las cosas.

Es lindo trabajar en el bar, es divertido ver como cada noche pasan diferentes artistas en el escenario, pero lo mejor es cuando Emilia sube a cantar. Se volvió costumbre que cada noche suba e interprete algunas canciones. De hecho ya hay gente que viene sólo para escucharla a ella. En fin, esta noche hay juntada con los Especiales.

—Emiliaa! Emiliaa! —grita la mamá de Emi.

—¿Qué pasa mamá? —estábamos en el living viendo la tele.

—¿A qué hora vienen tus amigos?

—Seguro que vienen tipo 21:00hs, por ahí.

—Bueno, entonces los dos vengan a ayudar.  Hay que preparar las cosas para la noche. Si ustedes no van a estar para trabajar a la noche en el bar, ayúdenme ahora a preparar algunas cosas. Al menos cortar las verduras y limpiar.

—Esta bien —así fue, con Emilia nos pusimos en marcha a colaborar en el Bar. Era lo mínimo que podíamos hacer.

El tiempo pasó y llegó la noche. Los chicos estarían por venir. Mientras tanto con Emilia seguimos haciendo cosas, preparamos todo en la terraza para nuestra fiesta de siete meses como grupo.

Chat Individual

—Estoy yendo. Voy ahora porque Paula esta con Mauro y seguro vayan juntos. Mis viejos no quieren que vaya tan tarde. ¿Esta bien? —era Morena.

—Si, si. Esta bien. De paso nos ayudas a preparar las cosa —respondí.

—Buenísimo. En unos minutos llego.

Al llegar Morena, los tres nos enfocamos en preparar la comida. No era mucho lo que teníamos que hacer, ya estaba todo preparado. Solo debíamos poner el queso a las prepizzas y mandarlas al horno. Poco a poco los chicos fueron llegando. Morena se encargó de embellecer la terraza con unas luces, con Emilia habíamos instalado unos parlantes y un equipo para reproducir música; e incluso un micrófono para quien quisiera cantar. Y como era de esperarse, Mauro trajo consigo bastantes bebidas.

Música, risas y alegría. Estábamos todos juntos en un mismo lugar disfrutando. Veía a Emilia reír, veía a Mauro riendo junto a Ezequiel, Violeta cantaba muy lindo y Morena comía. La noche pasó y como era de esperarse, el alcohol comenzó a generar consecuencias.

—Chicooos!!! —dice Ezequiel al micrófono. Ya estaba un poco ebrio—, felices siete meses!!! Wuuuu!! —todos reímos y lo aplaudimos—. Quiero y creo que estaría bueno que cada uno diga unas palabras. Así que empiezo yo —dijo y continuó hablando—. Gracias a todes, por ser parte de esto. Gracias a Lucas por haberme agregado a al grupo. Ehh...Violeta te amo, ¿Qué mas?, Paula te odio porque te quedaste con el mas lindo —todos nos reímos—, no se rían, de verdad lo digo. No mentira, les quiero y son muy lindos juntos. Después, creo que nada mas. Les quiero a todes —lo aplaudimos y nos reímos—. El que sigueeee!! —gritó.

—Bueno, me toca —dijo Violeta agarrando el micrófono—. Estoy muy feliz de estar acá con ustedes, feliz de haberlos conocido a todos. Y aunque antes no nos conocíamos en persona, dentro de mí es como si los conociera de toda la vida. Yo también te amo Eze, sos mi mejor amigo. Y los quiero a todos. Sofia, sé que te vas y eso es triste. Pero la distancia no derrota a la amistad, te lo digo yo que siempre estuve lejos y no podía verlos hasta ahora. Aunque estemos lejos, lo que sentimos entre nosotros va a seguir intacto —esto cada vez se ponía mas sentimental. Y se acercaba mi momento y no sabia que decir. Después de Lucas, seguía yo. Aunque eso jamás sucedió.

—Bueno, para mí son mis Especiales —comenzó diciendo Lucas—. Desde que creé el grupo tuve la esperanza de que esto que hoy vivimos sea una realidad. No fue casualidad que yo creara el grupo y eligiera a cada uno de ustedes para que sean parte. Fueron varios días pensando en quiénes iban a integrar el grupo. Y pensaba y pensaba en mi cuarto. Poco a poco fueron apareciendo en mi mente cada uno de ustedes. Pensaba en sus defectos y virtudes —escuchaba hablar a Lucas y algo dentro de mí se comenzaba a mover. Algo me generaba desagrado y esa sensación fue aumentando—... Yo los conocía a ustedes, pero entre ustedes no. Y conocía sus problemas, conocía sus pesares y sus alegrías —cada vez me molestaba mas escuchar lo que decía —...Entonces decidí juntarlos, para que se ayuden entre ustedes, porque sabia que juntos podíamos hacer algo lindo —ya no podía contener lo que quería salir dentro de mí. Estaba por explotar y al parecer no era el único.

—¿Estas queriendo decir que todo esto fue planeado? ¿Qué planeaste unirnos a todos en un mismo grupo? —preguntó Paula.

—Yo no lo puedo creer —dijo Mauro—, ¿Te creíste Dios? —el tono de Mauro no era muy amigable, pero entendía porqué estaba así.

Y sentía lo mismo que él. Me sentí usado. Si realmente todo esto había sido como Lucas decía, yo era parte de un plan que él ideo no sé porque razón. Y entonces comencé a entender todo. Él no me agregó porque sí al grupo, me agregó porque sabia que había tenido intentos de suicidio. Mi mente comenzó a pensar en todo lo que paso. Todo era una mentira, todo había sido ideado por él; e incluso que Emilia me quisiera pudo haber sido influenciado por él. Estaba furioso. Y exploté.

—No sé qué reacción esperabas que tuviéramos con tus palabras!!! Pero te aseguro que no son las mejores!!! —respondí furioso entre dientes. Mi seño se frunció y una ira descontrolada comenzaba a salir por mis poros— ¿Quién te pensas que sos?, ¿Quién te dio derecho a pensar en lo que seria bueno para nosotros y lo que no?, ¿Quién te pidió ayuda?, ¿Quién te dijo que podías manejarnos como a vos te guste? —estaba furioso.

—Calmate Ema —me dice Emilia quien me toma del brazo para calmarme. Pero inmediatamente me corro de ella. No podía calmarme. Él jugo conmigo, él creyó tener el poder de hacer conmigo lo que quisiera. Él nos mintió a todos y nos usó.

—No me voy a calmar!! —me acerqué a Lucas y me puse frente a él— Y vos, te podes ir bien a la mierda!!! —me fui de ese lugar. Emilia intentó frenarme, pero fue inútil.

No podía controlar este dolor, me sentía traicionado, me sentía triste y humillado. Parecía que todos creyeran que pueden hacer conmigo lo que quieran; no es así. Yo soy dueño de mi vida. Y yo decido hacer lo que quiera con ella. Yo decido sobre mí, yo decido si seguir viviendo o si finalmente quitarme la vida y acabar con tanta mierda. Nuevamente una batalla interna se daba, mis monstruos salían de la oscuridad.  Deseaba una vez mas, acabar con todo; acabar con mi vida.

Éramos Especiales (COMPLETA Y EDITADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora