Emilia III
Esta semana se pasó rápido, acá estoy nuevamente trabajando en el bar. Me tomé un pequeño descanso, esta noche había mucha gente en el negocio, sobre todo artistas muy buenos. Detenerme unos diez minutos para apreciar el arte sobre el escenario era suficiente para luego volver a mis tareas. Esta noche estaba de invitada una chica de aproximadamente treinta años que hacia homenaje a Whitney Houston. Me quedé apreciando la voz de esa mujer, era realmente hermosa; sueño con estar yo en ese escenario. Al cerrar los ojos puedo verme sobre el escenario cantando "I Will Always Love You", pero finalmente mi fantasía termina tras el regaño de mi mamá quien me dice que vuelva al trabajo.
Las dos horas que me quedaban pasaron rapidísimo pero me sentía agotada. Como todas las noches después de trabajar subí a la terraza del bar para tomar aire fresco y relajarme. Hoy el cielo esta nublado, no se puede ver ninguna estrella, apenas se aprecia el brillo de la luna tras las nubes oscuras que parecieran anunciar la próxima llegada de la lluvia. Me gustaban muchos los días de lluvia pero específicamente hoy no. Ya hace dos viernes vengo hablando con Emanuel sobre las estrellas. Él me va diciendo hacia dónde mirar y una vez ubicada en el espacio comienza a contarme sobre lo que ambos estamos observando. Le dije que un día de estos lo invitaria a la terraza del bar a mirar las estrellas, pero que trajera su telescopio.
Emanuel es una de esas personas que conoces de casualidad pero poco a poco van ganando tu aprecio. El grupo fue creado el 5 de Mayo y hoy es 20 del mismo mes, son exactamente dos semanas y un día, pero mis charlas con Emanuel son hasta incluso mejores de las que tengo con personas que conozco hace más tiempo. Esta noche no íbamos a poder ver las estrellas pero aun así quería hablar con él, decidí tomar mi teléfono para así iniciar la charla como siempre. Antes de abrir el chat con Emanuel de sorpresa me habló antes. Me hizo sentir bien que él me hablara primero, debo admitir que me hizo sonreír
Chat Individual
─¿Ya terminaste de trabajar? —me preguntó.
─Si, hace unos quince minutos ¿Qué hacemos esta noche?
─Yo nada, no me gusta salir. Es decir, hacer cosas por las noches como ir a fiestas y eso.
─jajaja, entiendo. Igual no me refería a eso.
─¿A que te referías entonces?
─A mirar las estrellas, el cielo esta nublado. No vamos a poder mirar las estrellas, por eso te pregunto ¿Qué vamos a hacer?
─La verdad no sé, tal vez mirar las nubes.
─Podemos jugar a encontrarles formas a las nubes, jamás lo hice siendo de noche.
─Siempre fui muy malo para ese juego, nunca les encuentro forma a las nubes. Además no podemos, porque las nubes que yo miro no son las mismas que vos miras; no son como las estrellas.
─En eso tenes razón. Entonces no sé qué podemos hacer.
─Podemos simplemente hablar.
─¿Sobre qué?
─Contame de vos —me gusta la idea pero no se qué contar.
─Bueno, em…vivo con mi mamá, tenemos un Canto Bar Restaurant-Café cultural o para resumir un negocio. Voy a la escuela, aunque todo eso ya lo sabes. No sé, qué queres que te cuente.
─¿Tu papá? —preguntó.
─Jamás lo conocí, mi mamá se encargó de criarme sola y brindarme todo lo que necesitaba. También tengo a mi abuela, es decir la mamá de mi mamá; pero bueno vive un poco lejos, los jueves mamá va a verla. Mi abuela quedo viuda… ─no me incomodaba hablar sobre este tema, pero en este caso era medio incomodo porque uno suele hacer un ida y vuelta en las preguntas pero no puedo porque sé que los padres de Emanuel fallecieron.
─¿Y nunca pensaste en conocerlo? A tu papá digo.
─Si. Lo pensé muchas veces.
No soy la único persona a la que un padre abandonó. Crecer sin una figura paterna fue distinto, no digo ni bueno ni malo; solo diferente. Hay muchas madres solteras o incluso padres que tienen que críar a sus hijos sin su mamá, no sé si es bueno o malo. Por un lado pienso que me hubiera gustado tener un papá que me quiera y cuide; un papá que me lleve en sus hombros o que por las noches me diga “Que descanses princesa”. Pero después recuerdo todo lo que mamá me habló sobre él y tal vez fue mejor que no esté presente en mi vida.
Esta maldita sociedad tiene incorporada la familia tipo y si la familia de uno no es como tal, sos un abominación. Me ha pasado de hacer fiestas por mi cumpleaños y que padres no manden a sus hijos solo porque mi familia no era como realmente debería ser una “familia”. A lo largo de mi vida he escuchado a personas refiriéndose a mi mamá como una cualquiera o hasta incluso la tildaron de lesbiana, cosa que si lo fuera no tendría nada de malo; si algo aprendí es que las personas hablan porque es gratis.
Emanuel me había preguntado si alguna vez quise conocer a mi papá y la respuesta es que sí. Quisiera saber el por qué, no pido que me ame solo quiero respuestas a preguntas que le he hecho a mi mamá pero nunca quiso responder. Nadie habló nunca del tema, mis abuelos intentaban hablar de mi papá o de la relación que tuvo con mi mamá; mas que nada mi abuelo pero falleció. Pareciera que nunca nada paso, mi papá no es parte de la historia de mi vida aunque a veces piense que no fue por su elección. Siempre tengo esa ilusión o mas bien esa sensación de que algún día lo voy a conocer.
Sé que se llama Román Seguro, una vez revisando cosas en la casa de mis abuelos encontré el sobre de una carta dirigida a mi mamá y en ese pedazo de papel estaba escrito su nombre. Por mucho tiempo fue insignificante ese nombre porque nada confirmaba que así se llamara, yo simplemente pensé que así era su nombre. Una noche tuvimos una cena en familia porque había llegado a visitarnos una tía de España, al parecer era prima de mi mamá o algo así. En medio de la cena salió el tema de mi papá, mis abuelos y mi mamá se pusieron nerviosos. A mi tía Elisa se le había escapado el nombre, recuerdo haber escuchado perfectamente, “Román”.
Esa noche mientras comíamos había quedado resonando ese nombre en mi cabeza, cada letra que lo componia hacía eco en mi mente. Pasados unos segundos mamá de la nada habló, “No hablamos de Román, es tema del pasado y no merece que interfiera en nuestro presente, ni futuro”. Recuero haberla mirado y encontrarme con sus ojos, “Si, el hombre que te abandono antes de nacer se llama Román”; dijo mamá y luego se levantó de la mesa. Todo en el ambiente se puso tenso, mi tía pidió disculpa y yo no podía creer que había confirmado mi teoría, aquel sobre que una vez encontré, tenía el nombre de mi papá.
Aquella Emilia de apenas diez años por primera vez sabía algo sobre su padre, recuerdo que una vez en mi cuarto despues de esa cena, busqué mi cuaderno de la escuela. La semana anterior la maestra nos había pedido que dibujáramos nuestra familia y yo solo había dibujado a mis abuelos, a mi mamá y a mí; varios compañeros se burlaron de mí por no tener un papá. Tenía el cuaderno entre mis manos, busqué la hoja en la que había hecho el dibujo, tomé un lápiz y lo dibujé. Ahí estaba parado junto a mí con su nombre escrito sobre su cabeza; al fin el dibujo de mi familia estaba completo. Éramos una familia "normal".
Con el tiempo quise saber más, pero sabía que eso molestaría a mamá. Fui creciendo y perdiendo interés, en todos estos años jamás supe nada sobre él. Si él no quiso conocerme por algo habría sido, es así que yo tampoco quiero conocerlo, ni ahora ni nunca o de eso quiero convencerme. Esa noche después de hablar con Emanuel soñé con que conocía a ese hombre que sería mi papá. Lo tuve cara a cara en mi sueño, pude notar nuestro parecido. Solo fue un sueño del cual instantáneamente desperté.
Chat individual
─Quiero encontrar a mi papá ¿Me podes ayudar?
─Pensé que te habías dormido. No sé exactamente cómo se busca a una persona, pero podes contar conmigo —respondió Emanuel.
─Gracias.
─De nada, pero ¿Al menos sabes su nombre?
─Román Seguro. Así se llama mi papá.
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Éramos Especiales (COMPLETA Y EDITADA)
Teen Fiction¿Qué pasaría si unimos en un mismo grupo de WhatsApp a un conjunto de adolescentes que no se conocen en absoluto y tienen problemáticas distintas? Lucas es un chico alegre, extrovertido, positivo e inteligente; es el ideal de lo que cualquier padr...