Violeta V

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Violeta V

Ezequiel es tal cual pensé, un chico divertido, sencillo y amigable; además de súper lindo. Ya hacía dos horas que estaba junto a él caminando por Loberia, aun asi todavía no lo creo. Por primera vez siento estar junto alguien que me entiende, por primera vez me siento libre. Con Ezequiel no tengo que ocultar nada, con él puedo ser yo misma. No hay mentiras sucias que dañan mi corazón; pero cuando todo parece lindo, inevitablemente pienso en Tomas y en cómo sin que él sepa lastimo nuestra relación ocultando mi verdadero ser.

─¿Y qué tal? —pregunté.

─Em, no sé. Esta rica, igual es gigante esta hamburguesa.

─No me refiero a eso ─digo riendo al ver cómo Ezequiel trata de morder toda la hamburguesa y no puede.

─¿Entonces a qué te referis? ─me pregunta con la boca llena.

─A Tomas. No dijiste nada.

─No sé qué tengo que decirte ─dice mientras se limpia la boca con la servilleta.

─Dale, no te hagas ¿Qué opinas de él? En todo sentido.

─Creo que no lo caí muy bien.

—Suele ser medio arisco con las personas que recién conoce. Conmigo lo fue por más de dos meses.

─Si, puede ser.

─¿Y qué más?

─Em, es muy lindo.

─¿Solo lindo?

─Esta re bueno ─nos largamos a reír.

─Eso esperaba que dijeras.

─¿Él no sabía nada de que yo venía?

─No.

—¿Sabia al menos de mi existencia?

─Nada.

─Ahora entiendo por qué se portó así.

─¿Por qué decís?

─Y obvio. Aparece un chico súper lindo, fachero, simpático junto a su novia y me presentas como un amigo al cual nunca le nombraste. Le dieron celos.

─¿Vos decís? Puede ser, es verdad; yo tendría celos de que mi novia aparezca con un chico así de hermoso ─me hecho a reir y terminamos riendo los dos.

Después de almorzar, seguimos caminando por el pueblo. No había mucho que ver o al menos nada interesante para mí. No hay novedades, todo es prácticamente igual. Lo más innovador pueden ser los nuevos cestos de basura colocados por todo el pueblo. Pero para Ezequiel todo es nuevo, le asombra las casas viejas y diferentes cosas que hay por el pueblo.

─Vi en el diario del pueblo que mañana se reinaugura el teatro de Loberia ¿Podríamos ir?

─Si, estaría bueno.

─Pero antes tenemos que ver dónde voy a pasar la noche.

─Eso ya lo tengo pensado.

─No sé por qué, pero siento que no es lo que yo esperaría.

─Hoy teníamos planeado juntarnos en la casa de Tomas. Nada de otro mundo, comer algo y tomar. Una joda como dicen ustedes, aunque no sé si es como las que acostumbras.

─Osea que pasaría la noche en la casa de tu novio al cual no le caí muy bien que digamos. Ya me da cosa pensar en cómo puede terminar.

─Bueno, pero así Tomas va a tener oportunidad de conocerte mejor y cambiar de impresión.

—Yo te hago caso a vos.

─Vos confía en mí.

─Te puedo preguntar algo.

─Si, creo que sí ─medio que me daba inseguridad lo que podría llegar a preguntar.

─¿Habrá chicos lindos hoy a la noche? ─me preguntó con picardía.

─Si, hay algunos pero son todos Pakis ─respondí riendo.

─Eso lo voy a averiguar por mi cuenta. Tal vez encuentre a un paki no tan paki. Como digo yo, "No existe remedio para la homosexualidad, pero existe el Vodka que despierta la curiosidad del Paki”

—Sos tremendo Ezequiel —digo muerta de risa.

Ya había hablado con Tomas de que iba a ir antes a su casa así lo ayudaba a preparar las cosas para la noche. Eran eso de las 17:00hs y decidimos con Ezequiel ir a la casa de mi novio. Al llegar ya estaba Sol una amiga de la escuela que también se había ofrecido para ayudar. La cara de Tomas no era la más amigable.

─Hola soy Ezequiel.

─Hola, yo Sol.

─Hola Sol, él es un amigo de capital que vino de visita.

─Ah genial. Si, me di cuenta que no era de acá.

─Me siento un bicho raro, todos se dan cuenta que no soy de acá. ¿Qué tengo?

─No nada, es que sos muy lindo y si te hubiera visto en el pueblo no me olvidaría —comentó Sol.

─Ah, Gracias. Vos también sos muy linda ─Ezequiel se sonrojó y yo por dentro moría de risa. Pero no se equivocaba, Sol era una chica muy linda.

─Amor, ¿Podes venir un rato? ─me dice Tomas desde la cocina.

─Si ahí voy ─le grito a Tomas─. Eze te dejo con Sol. Ahí vengo. Fui para la cocina. Y una vez allí.

─No me dijiste que ibas a venir con ese chico ─dice Tomas un poco molesto. Se venia la primer escena de celos en la relación y no me gustaba para nada.

─¿Tomas, estas celoso?

─Si. Cómo reaccionarias vos si de la nada aparezco con una chica linda, que jamás te conté que existia. 

─Si me decís que es tu amiga te creería porque confiara en que me amas. Porque yo te amo. Y Ezequiel es mi amigo.

─Si, yo también confió en vos amor ─y al escuchar esas palabras algo en mí siente dolor, no tiene que confiar porque le miento─. Además, el chico ese es lindo, se viste a la moda. Me dieron celos.

─Si, Ezequiel es un chico lindo ¿Pero sabes qué? ─me acerco hacia Tomas, enredo mis brazos alrededor de su cuello─. Ezequiel es gay ─le doy un beso.

─Ah. Bueno...esta bien ─la cara de Tomas estaba rara. Pensaba en que tal vez me equivoque en decirle. Tal vez no era el momento, nunca hablamos sobre la homosexualidad con Tomas. Tal vez se enoja. Ahora estaba asustada.

─¿Qué pasa? ─pregunté por la cara que Tomas tenía después de lo que dije.

─No, es que...Fui un tarado. Te amo.─me agarra de la cintura y me empuja hacia él para terminar en un beso.

─Uff, amor. Pensé que te lo ibas a tomar mal.

─No amor, al contrario me deja más aliviado. Pero hay otro tema.

─¿Cuál tema?

─Sol, pobre de ella. La conozco y se que en algún momento va a tirársele a Ezequiel ¿Viste cómo ella lo miro?

─Si lo vi —comence a reírme. Realmente, ambos nos reímos aun estando medio abrazados—. Bueno, que pase lo que tenga que pasar.

Creo que lo más complicado había pasado. Tomas reaccionó bien a la situación. Un poco de esperanza empieza a nacer dentro de mí. Si no le genera ningún problema o incomodidad saber que Ezequiel es abiertamente homosexual; tal vez hay futuro en lo nuestro.

Éramos Especiales (COMPLETA Y EDITADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora