Ezequiel VIII

131 28 6
                                    

Ezequiel VIII

Aunque con Gabriel había amor, también había dolor. Aunque éramos felices juntos, también compartíamos la tristeza. Juntos reímos y lloramos; todo lo pudimos estando juntos. ¿Qué tan fuerte es el amor? ¿Tan difícil es entenderlo? ¿Por qué algunos creen poder decidir sobre la felicidad del otro?

No se asusten. Estoy bien, estamos bien; al menos ahora. Gabriel y yo somos dos chicos amándose. Dos persona que se aman mutuamente. Dos chicos en una relación como cualquier otra; donde nos mandamos mensajes cursis, donde solemos pelearnos por tonterías. Pero a diferencia del la mayoría de las personas que deciden amarse; hay muchos que no nos aceptan y eso puede doler.

Chat individual

—Voy a subir nuestra foto juntos a Instagram —me dijo Gabriel.

—¿Seguro?

—Si, no tengo ninguna foto con vos y además tenemos algunas muy lindas.

—A mi no me molesta que no hayas subido fotos a Instagram conmigo. Pero si vos querés, por mí esta bien.

—No me importa nada. Ya la subo.

A mi tampoco me importaba. Pero si algo aprendí en todos estos años de  vida, es que existen personas que destinan importancia a cosas que no deberían o mejor dicho, se meten en cosas que no deberían importarles. Y así fue. Con Gabriel habíamos superado la etapa de nuestros padres. Los míos comprendieron y aceptaron de inmediato. Mientras que los padres de Gabi, bueno digamos que esta todo bien. Su papá piensa que es algo esporádico y su mamá sólo entendió que la felicidad de su hijo era conmigo al menos por ahora; y eso bastaba para ella.

Ya llevamos un mes y medii de novios. De apoco nuestro sector cercano se fue amoldando a esta nueva realidad. Esperen, antes que nada. Volví al club, finalmente me aceptaron nuevamente. Pero no duro mucho, porque termine yéndome a la semana de volver, pero porque ahora estoy en uno mucho mejor. Al parecer vieron mi habilidad y me convocaron para jugar en un lugar de mayor nivel. Dicho esto último, vuelvo a lo que paso con Gabriel y la foto. Desde que estamos juntos me encargué de no presionarlo a nada en cuento a la exposición de nuestra relación. Él de apoco fue dando a conocer lo nuestro y cada vez que cedía un espacio por mí, me llenaba de felicidad. Pero las redes sociales son muy crueles.

Chat individual

—Si querés podes eliminar la foto. No me molesta —le dije a Gabriel.

—No, no voy a hacerlo —estaba molesto. Antes de hablar por chat hablamos por llamada. Estaba furioso.

—Bueno. Entonces que no te importe lo que digan. Es mejor ignorarlos —cuando subió nuestra foto a Instagram y la compartió además desde allí en Facebook y Twitter. La ola de comentarios homofóbicos y machistas se acercó.

Eran cientos de comentarios y respuestas a nuestra foto. Gabriel tenía muchos seguidores en sus redes, la mayoría chicas que lo seguían obviamente por ser hermoso y el resto chicos que lo hacían por conocerlo como jugador del club. Son irreproducibles todos los insultos que recibimos. Pero no todo terminó ahí. En su club por suerte estaba todo bien, pero cuando competían contra otros, nunca faltaban los insultos en el partido de parte de miembros del equipo contrario o de personas en las tribunas. Y de un momento para otro, en Gabriel había dolor y odio. Era horrible verlo así. Yo sé lo que se siente. Sé lo difícil que es cargar con todo eso. Pero para él todo es nuevo. Pero yo estoy para ayudarlo. Siempre estuve para él, tal vez debía ser así desde un principio.

Siguieron y siguen atacándonos. Pero no nos importa. Así como están aquellos que nos agreden, hay otros que nos alientan y nos dan cariño. Y juntos aprendimos a nutrirnos de esas personas buenas. Porque sabemos que nosotros no estamos mal. Porque entendemos que el amor nunca esta mal. Porque comprendemos que teniéndonos uno al otro, todo va a estar bien. Hay que vivir con orgullo, orgullo de ser quienes somos. Orgullosos de entender que el amor es amor, sea cual sea la condición sexual de las personas que se aman. Orgullosos de saber que podemos amar. Hay que estar orgullosos de ser LGBTIQ+.

Así estamos ahora con Gabriel; felices y orgullosos. No se si esto durara para siempre, porque el amor entre dos personas puede o no ser eterno. Pero por ahora estamos bien. 

Chat individual

—Amor, no te olvides de traerme los botines antes de ir a buscar a tu amiga a la termina  —me dice Gabriel.

—Ya los tengo guardados en la mochila. Te aviso cuando papá me lleve a tu casa, así me esperas en la puerta. Te dejo los botines y voy a buscar a Violeta a la terminal de ómnibus.

—¿Va a haber tiempo al menos para un beso?

—Si, pero uno rápido. Y después a la noche nos vemos.

—Quiero que llegue la noche.

—jajaja, tonto. Nos vemos en un rato, me voy a bañar.

—Mandame fotos.

—Lo voy a pensar, jajaja. Después te hablo. Te amo.

Éramos Especiales (COMPLETA Y EDITADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora