Morena II

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Morena II



Es viernes y realmente llego a este día muy estresada. Son apenas pasadas las 14:00hs pero la instructora de danza ya me llamó la atención por retrasarme siete minutos. Al ingresar al salón de ensayo todos estaban precalentando y Mercedes nuestra profesora regañándome por no llegar a horario. Me dirijo a los vestuarios, ni siquiera estaba vestida para ensayar. Al quedarme en ropa interior frente al espejo pienso en que estoy perdiendo tiempo de entrenamiento, tiempo a invertir en mi futuro; tiempo para poder adelgazar toda esa grasa que sobresale de mis caderas. El espejo es sincero conmigo.



Termino de vestirme, corro hacia el salón y me pongo en posición para así unirme con el resto. Al ritmo de la música, mi cuerpo se mueve dejándose llevar en una sintonía perfecta entre la melodía, mis extremidades y el espacio del salón formando la coreografía grupal. Una sonrisa aparece en mi rostro, esto me hace muy feliz. Mis pies siguen dando los pasos delicados y lentos, seguidos de unos pequeños saltos y giros. Mis sentidos están totalmente enfocados en mi danza, mis oídos perciben la música al igual que las indicaciones de la profesora que grita a viva voz. Mi visión esta puesta en mis compañeros y en el espacio dispuesto para moverme libremente. Todo resulta perfecto, pero mi mente no está en sintonía con mis sentidos.



La sonrisa desaparece al mirar mi reflejo en el gran espejo del salón, observo mi cuerpo gordo en comparación con el de mis compañeros que se deslizan por todo el espacio. Soy como una bola de pool bailando entre canicas. Mis caderas, mis brazos e incluso mi rostro se ven horrendos, mientras que el de los demás brilla; brillan tanto como el suelo de madera del salón en el que caí por desconcentrarme. Todo el ensayo de la coreografía arruinado por mi culpa, por culpa de mi cuerpo imperfecto. Siento la mirada de cada uno de los miembros del equipo sobre mí. Hasta puedo imaginarme lo que piensan, escucho sus voces diciéndome lo estúpida que soy por arruinar el ensayo.



─Vamos Morena, levantate y ponete en posición. El resto también, vamos a la cuenta de tres. Uno, dos, tres [...] ─dijo Mercedes.



Sin decir una palabra me levanté del suelo, me puse en mi lugar y seguí ensayando. Por suerte no volví a caerme pero aun así tuve muchos errores en los pasos y el tiempo. Las dos horas que comunmente se me hacían rapidísimas, duraron una eternidad. Deseaba con todas mis fuerzas que este día termine pero todavía faltaba mucho. El ensayo termino, tenía conciencia de lo mal que estuve y de mis errores. Mercedes se acercaba a mí seguramente para hablarme de lo mal que lo hice hoy, aun así me di vuelta y me dirigí hacia los vestuarios para ducharme, cambiarme e irme de la academia. Los bailarines suelen ser muy crueles a veces, nadie me habló como consecuencia de lo ocurrido y me parece perfecto, yo haría lo mismo.



Es el último día de la semana y de mi rutina, no veo la hora de terminar ya. Al salir de la academia me esperaba un taxi que me llevaría al club donde hago esgrima. Necesito estar enfocada para esgrima, hoy se va a elegir a quiénes irán a competir a los torneos Panamericanos, no puedo cometer errores. Suena el teléfono que está en algún lugar dentro de mi mochila. Abro el cierre y busco a ciegas mi celular pero termino encontrando otra cosa. Dentro de una bolsa plástica se encuentra una manzana, obviamente yo no la había guardado ahí. No es la primera vez que sucede y es claro que María la había dejado allí, siempre hace lo mismo cuando ve que no desayuno en casa.



Quedé por un momento observando la fruta pero nuevamente la guarde y decidí tomar mi teléfono, después de todo era lo que buscaba. Al desbloquear el celular noto que tenía chats de WhatsApp entre ellos los del grupo #Especiales que no paraban de hablar. Me acordé de la conversación que tuvimos antes de que entrara a danza, respecto a la comida; nadie cuestionó mi decisión de no comer cosas con muchas calorías pero pienso en sí cuestionarían el saber que no como absolutamente nada.

Éramos Especiales (COMPLETA Y EDITADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora