MIRADAS CONFUSAS

CAPITULO V: ¿UN CONOCIDO MOLESTO?

Había empezado un nuevo día y como siempre me despertó ese pequeño e irritante reloj-alarma, mientras me dirigía a la ducha tenía la esperanza de que hoy recibiría buenas noticias sobre Darren, el agua caliente caía sobre mi, mientras sentía como mis músculos se iban relajando y mi estrés mental desapareciendo, era increíble lo que una buena ducha podía hacer con todo mi cuerpo y mis pensamientos, salí del baño, me cambie, me peine y agarre mis cosas para bajar a desayunar, hasta que me detuve a observarme en el espejo por mucho más tiempo del que habría querido, ya que desde hace un año había intentado evitar verme por tanto tiempo porque era parte de una regla que había creado, y decía que si yo creía que me veía bien, tendría una mejor confianza y la dejaría a relucir, pero esta vez algo me atrapó y ese algo fue el hecho de que había cambiado mucho en tan poco tiempo, mi cabello castaño ya me llegaba a la mitad de mi espalda y se había vuelto más esponjoso, mi cara lucia mejor, o al menos sin tantas espinillas y grasa que antes, mi espalda y cadera se veían más anchas, había crecido como diez centímetros más por lo que ahora me hacía medir como 1.65, y mis pechos en definitiva me habían crecido bastante, no puedo creer que me había concentrado tanto con el hecho de que creía que no era bonita (a pesar de intentar reflejar lo contrario) que ni siquiera me había dado cuenta de cuánto había crecido la talla de mi brassier, y mi trasero... Bueno... Vaya mis pechos habían crecido, que distraída puedo llegar a ser en un año.
-Cariño baja a desayunar- escuche la voz de mi mamá que venía de la cocina.
Decidí dejar de poner atención al espejo y me apresuré a bajar, ahí estaba mi madre con lo que llamo un buen desayuno, tres hot cakes, una malteada de fresa y una botella con un poco de maple esperando a ser vaciada sobre mis hot cakes, me dirigí hacia la mesa y comencé a ingerir el delicioso desayuno.
-¿Por qué no bajaste cuando te hable la primera vez?
-Lo siento, es que estaba tan distraída que no te oí.
- ¿Está todo bien?
-Si, solo estaba pensando en lo mucho que había cambiado en un año
-Y tienes mucha razón, has cambiado tanto... Y pensar que fue ayer cuando te tenía en mis brazos- sus ojos café claro se llenaron de melancolía por el recuerdo- Ay hija pronto estarás en la universidad y luego te irás a vivir lejos de aquí, lejos de mi- pronto sus ojos se llenaron de lágrimas que amenazaban con salir, hasta que una no pudo más y bajo por su mejilla.
-Tranquila mamá, todavía falta mucho además, el día que me vaya vendré a visitarte siempre que pueda- mis palabras parecieron aliviarla así que la abrace para que se sintiera mejor, aunque creo que solo logre que salieran un par de lágrimas más, rápidamente me alejo de ella y se limpió las lágrimas, observó su reloj y se quitó el mandil que cubría su vestido azul, se apresuró a cambiarse los zapatos de piso por unos de tacón, se acomodó su cabello con su mano y le quedó perfecto debido a que lo tiene muy corto, finalmente me hizo una seña dándome a entender que ya nos teníamos que ir, me apresuré a tomar mi mochila y subí al auto, me puse mis audífonos para que la música me relajara y solo observe desde la ventanilla del auto todo el camino hasta llegar a la escuela.
Finalmente llegamos a la escuela me despedí de mi madre, baje del auto y entre hasta el patio para formarme, otra vez ese camino eterno hasta mi lugar, ya que por fin llegue, comencé a buscar a Isi con la mirada pero no la encontré, estaba realmente preocupada porque nunca llegaba tarde y si no venía hoy podría significar que tuvo que irse a Inglaterra a ver a Darren porque se habían complicado las cosas...
-No, Lauren! No pienses cosas negativas- dije agitando mi cabeza
-¿Por qué tendrías que pensar cosas negativas Lauren?- Rápidamente levante mis vista para ver quién me había hablado
-No, por nada Yunuen- pero ella arqueo una ceja como diciéndome, ¿estás segura? Así que decidí rendirme al hecho de que me conocía muy bien.
-Bueno... Es solo que Isi no ha llegado y me tiene preocupada por lo qué pasó ayer con Darren
- Tranquila seguro solo tuvo un pequeño contratiempo, ya veras que no tardará en llegar, a parte Mafer tampoco ha llegado
- Si lo sé pero de ella no me extraña que llegue tarde, la hace a veces.
-Si, tienes razón pero si las dos llegan tarde es porque seguro hay tráfico o algo así.
-Cierto, tienes razón
-¿Los ves? Relájate- me lo dijo tan calmada como siempre.
Respire profundo, conté hasta tres y me enderecé para esperar a que nos avanzarán a nuestro salón, después de cinco minutos, nos dirigimos en una fila hasta el salón, cuando por fin llegamos deje mis cosas a una lado de mi silla y me senté mirando a la puerta atentamente esperando a que mis amigas entrarán por ella, pero no fue así.
-Buenos días jóvenes- dijo mi maestra de español que venía vestida con un pantalón blanco de traje y una linda blusa morada con tacones del mismo color, la verdad siempre me ha gustado su forma de vestir tan elegante, desde que la vi el primer día de mi primer año en esta escuela- Abran sus libros en la página 10 por favor.
La maestra comenzó a dar su clase pero no le preste atención porque mi mente estaba ocupada en mis amigas que todavía no llegaban, faltaban diez minutos para que se acabara la clase cuando escuché que habían tocado la puerta del salón y sentí mucho alivio al ver que eran mis amigas, y al perecer no estaban solas, también estaban con Dylan... No sabía cómo sentirme cada vez que lo veía, es decir, si estaba guapo y todo pero me refería a que no sabía si estar enojada con él o no ya que en primer año nos conocimos por medio de Isi porque ellos se habían vuelto muy amigos, a si que naturalmente con el tiempo nos volvimos buenos amigos/conocidos, la verdad más conocidos que amigos... El punto es que incluso unos meses antes de salir de vacaciones me ignoraba cuando él hablaba con Isi y cuando yo le preguntaba algo o le hacía un comentario, me respondía y se volteaba, ignorándome nuevamente, tal vez eso no era tan molesto porque fácil yo también lo pude haber ignorado y como éramos más conocidos que amigos a ninguno de los dos le afectaría, pero el hecho de que después de ignorarme, me volviera a hablar como si nada, eso sí me molestaba, pero aún más porque me enojaba conmigo, después de responderle de buena manera sabiendo que terminaría ignorándome nuevamente como siempre, pero aún así tenía esa estúpida esperanza, y por alguna extraña razón me dolían sus acciones... Pero este año no dejaría que lo volviera a hacer, no dejaría que me volviera a lastimar...