Textos calientes. // Drarry

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Pansy entrecerró sus ojos y definitivamente Draco pudo sentir como su mirada escrutaba la cama de los pies a la cabecera.

Pero Draco se sintió tremendamente aliviado cuando la chica rodó los ojos y se alejó, saliendo de la habitación y cerrando la puerta tras ella.

El aliento que había estado conteniendo en sus pulmones fue expulsado.

—Potter, qué demonios crees qué haces. Pudo haber visto algo.

El rubio hubiera vuelto a reclamar si no fuera porque su adverso seguía con su tarea. Le estaba haciendo una mamada maravillosa.

La lengua caliente se paseaba por toda su extensión, provocando que jadeos escaparan por los labiales de Draco, el cual después de tantas respiraciones tenía que remojarse los labiales de vez en cuando.

—Mngh, P-Potter... Oh... — Cuando finalmente se dio cuenta que su cuerpo no quería luchar contra esas sensaciones, simplemente se dedicó a disfrutarlo.
Entonces pudo sentir los labios que rodeaban su miembro creando aquel vaivén ya conocido, introduciendo y sacando el falo de su boca.
Cada vez aumentaba más el ritmo, la velocidad y los jadeos acompañados de suspiros algo temblorosos se hacían presentes.

Estaba alcanzando su límite, sintió el cosquilleo en su abdomen bajo y...

Se detuvo.

—Hijo de p... — Pero incluso antes de terminar la frase, sintió aquel dedo rozando su entrada, provocándole cierto pánico.

Las manos de Harry en un dos por tres lo voltearon, quedando así con mayor acceso a tu trasero.

—Draco, eres una delicia en todos los sentidos.
—Calla... No puedo creer que esté haciendo esto, con Pansy en la casa.
—Mientras menos sepa...
—¡Pero yo lo...! — Apenas se dio cuenta de que estaba gritando maldijo por lo bajo. — Pero yo lo sabré, Potter.

Casi pudo saborear la sonrisa atrevida de Harry sobre su trasero.

El rubio no pudo evitar levantar su trasero cuando el chico de ojos verdes con ambas manos separó sus nalgas, dejando completa visión a su entrada.

Prontamente la húmeda sensación pegó de lleno en el cuerpo del de ojos grises, el cual dio un pequeño salto ante la repentina intromisión.

Pronto cuando sintió nuevamente la lengua del moreno atacar su entrada, pudo hablar apenas.

—Eso es... Ugh... Es asqueroso, Potter.

Pero definitivamente su cuerpo no pensaba igual.
Sus caderas habían comenzado a moverse contra la lengua del chico, buscando más tacto. Pudo sentir la risa de Harry en su trasero.

—¿Asqueroso, eh?
— Cállate.

Entonces fue cuando con besos fue subiendo de a poco, por su espalda, hasta llegar a su nuca, dejando un camino de sensaciones deliciosas.
Cuando estuvo sobre él, la voz ronca llegó a su oído.

—Si es tan asqueroso y no te gusta... Tendré que meterlo así.

Draco ni siquiera alcanzo a procesar las palabras de Harry cuando su miembro estaba empujándose dentro de él.
Ardía como la mierda, pero no quería detenerlo.

Su rostro se pegó a la almohada y gimió contra la misma, intentando no hacer demasiado ruido.

En cambio Harry estaba jadeando en su oído, y eso no ayudaba para nada.

Podía sentir el miembro de Harry entrando lentamente, y eso definitivamente lo volvía loco.
Las manos de Draco agarraron las sabanas de la cama, intentando reprimir los sonidos que escapaban de sus labios, siendo inútil ahora que Harry había comenzado a mover sus caderas de forma brusca, pegándolas contra él.

Draco jamás creyó que disfrutaría el sexo duro... Hasta ahora.

El moreno mordía su hombro y parte de su espalda, dejando marcas o raspando la piel con los mismos, mientras sus caderas se movían rápido y los jadeos inundaban el lugar.

Gimoteos desesperados por parte del rubio, y el sonido lascivo de las pieles chocando con fuerza hacían de aquel sexo algo jodidamente caliente.
Las manos de Harry aplastando su trasero, dando leves nalgadas y presionando sus dedos en la piel, era algo por lo que pagaría cualquier precio.
Y eso jamás lo había pensado hasta ahora... Bueno, quizás si lo había pensado, pero jamás creyó que iba a ser tan placentero.

Con cada estocada un gimoteo lastimero era ahogado contra la almohada.

Había pasado una eternidad cuando sintió el líquido rebalsarse en la sábana manchando la cama.
Luego de unas embestidas más, sintió aquella sensación llenándolo por completo.
¿Cuando se había convertido en eso? ¿Cómo habían terminado así?