Decidió que él sería el primero en hablarle.
Pero, no un mensaje cualquiera, tenía que ser un mensaje asombroso, digno de un Malfoy.
Entonces fue hasta su cuarto, y rebuscó a los pies de su armario, entre diversas cajas, hasta encontrar lo que deseaba.
Esa conocida caja, que tanto le provocaba día a día.
El regalo que le había dado por primera vez aquella persona de la cual aún no conocía su identidad. Y le gustaba de una manera increíble.
Eso jamás lo admitiría frente a él, pero para sí mismo ya lo había aceptado.
Ahí se encontraban los diversos accesorios ya memorizados por el rubio.
Estaba bastante emocionado ante la idea, y era extraño.
Como se encontraba solo en casa a esa hora del día, no le importó cerrar la puerta, ni tampoco vigilar al rededor mientras se desvestía, para luego colocarse las prendas de vestir.
Cuando tuvo todo puesto, sus mejillas se ruborizaron al verse al espejo. Lo peor de todo es que... Le gustaba cómo se veía.
Aún faltaba una cosa. Pero no quiso "darse cuenta". Lo dejó pasar.
Desde diferentes ángulos, el chico tomó fotos en diversas posiciones, mostrando de más su trasero.
El teléfono del adverso no tardó mucho en llenarse de las fotos del rubio.
Draco por alguna razón no se quiso quitar el traje, se sentía cómodo.
Sin ninguna clase de respuesta, el rubio revisó el celular.
"Visto."
¿Qué mierda? Encima que se daba el tiempo de sacarse aquellas malditas fotos solo para él, y... Ugh. Algo interrumpió sus pensamientos.
El timbre.
Oh, mierda.
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Textos calientes. // Drarry
Fanfiction¡Draco sobrevive día a día intentando descifrar el misterio de los artilugios del mundo muggle! Para ello debe enviar mensajes seguidos a Pansy Parkinson, su mejor amiga , quien vive con él para pedirle ayuda, pero todo cambia cuando uno de los mens...
