Textos calientes. // Drarry

The day.

Los días pasaban y Draco continuaba molesto, estaba realmente enojado.

Había esperado un día completo por ese mensaje, y lo único que recibió fue una tonta broma. No lo había desbloqueado, e incluso el ajeno lo había intentado contactar llamándolo, pero Draco no contestaba.

Incluso dos días después, el rubio había salido a buscar unos paquetes, y entre ellos había una carta extensa pidiéndole perdón.
No podía negar que había sonreído mucho ese día. Le gustaba que le rogara por su perdón, pero aún así no pensaba perdonarlo aún.
También tenía miedo de que dejara de rogarle y se aburriera de él, pero era demasiado orgulloso. Sólo un poco más y lo perdonaría.

Pero entonces ese día no llamó, ni escribió, ni mandó ningún presente.

Mentiría si dijera que no se había asustado.
Estaba muy asustado de que se hubiese aburrido de él. Estaba luchando contra sí mismo sobre si debía desbloquearlo o no.
Entonces se dijo a sí mismo que esperaría al final del día.

Ese día, el rubio no tenía nada importante que hacer. No había panorama, así que decidió que sería una buena oportunidad para tirarse a ver películas.

Pero no pudo concentrarse. No podía evitar pensar en el chico desconocido.
Entonces decidió desbloquear los mensajes.
Pero no envió nada, quería que él se diera cuenta solo.

O quizás... Tenía otra idea.