11º Domado

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–Estás bien? –Pregunté acercándome a Canek después de soltar un suspiro y que Dama se fuera de una vez.

No me esperaba que montará un numerito justo antes de irse, y menos aún para hablar de ella.

Cuando miré a Canek estaba agarrando la manga de la chaqueta de Bastian y tenía la respiración algo entrecortada mientras apoyaba la frente en su hombro y sus gafas resbalaban delicadamente hasta la punta de su nariz.

–S-si –Contestó comenzando a separase de Bastián–, l-lo siento.

–Por? –Pregunté entregándole mi bastón a Bastián y acercando con el otro brazo a Canek a mi.

–Seguro hice algo mal, p-por eso ella... –Medio musitó sin resistirse a acercarse a mí.

–No, no, lo hiciste muy bien, muy, muy bien –Felicité acariciándole la cabeza para relajarlo–. Tú también lo hiciste muy bien Bastian.

Recibiendo una simple reverencia por su parte comencé a caminar llevando a Canek agarrado de mi brazo y dejándose guiar por mi.

–Dime Canek, que te pareció Dama? –Pregunté cuando ya estábamos subiendo las escaleras.

–Ella te conoce mucho –Musitó sin detenerse.

–Mh? Con lo poco que hablamos te pareció eso?

–Bastian me contó sobre que sois como hermanos –Se sinceró una vez abrí la puerta de su habitación para que pasara él antes de mi.

–Ya decía yo –Murmuré sin poder evitar soltar una pequeña risa.

–Tú quieres una mascota como Dag? –Preguntó intercambiándonos los papeles.

Por un momento lo observé mientras cerraba la puerta, desde luego las diferencias entre él y el muchacho que trajo Dama estaban clarísimas dejando a parte su especie, y no sabía si eso le había hecho sentirse inferior ante él o suertudo en comparación.

–Que tiene Dag que tú no tengas? –Devolví la pregunta sentándome en el sofá mientras me aflojaba la corbata.

–Es fuerte –Musitó sin moverse de donde estaba con lo cual no podía verle.

–Demasiado músculo y poca cabeza –Contesté haciéndole una señal con la mano para que se acercara–. Prueba otra vez.

–Es alto.

Esta vez espere a que estuviera delante de mi para contestar.

–Tampoco eres tan bajito, estás perfecto. Quítame la corbata, échala a lavar con la chaqueta y el chaleco, y prueba otra vez.

Él obedeció sin problemas, pero se vio en la obligación de apoyar una rodilla a mi lado para mantener el equilibrio mientras me intentaba desanudar la corbata.

–Poco hablador –Añadió una vez lo había conseguido y pasaba a esperar a que mi quitara la chaqueta y el chaleco.

–Tampoco es que tú seas muy hablador, justo como a mí me gusta, prueba otra vez.

Dudoso fue al baño a meter la chaqueta y la corbata en la cesta de la ropa sucia mientras me desabrochaba la camisa.

–Sabe todo lo de caminar correctamente y comer bien y todas esas cosas que Bastián me está intentando enseñar –Contestó estando aún en el baño.

Mascota  (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora