–"Solo tienes que ser obediente y estar a mi lado".
Sus palabras seguían resonando en las paredes de mi cabeza.
Mascota.
Era algo tan denigrante, ser simplemente el animal de compañía de alguien. Para muchas personas sería el paraíso, sin preocupaciones y sin tener que pensar en nada, sólo existir al lado de una persona.
Yo había aceptado ese algo denigrante solo por qué no tenía nada más.
Ya era mediodía, toda la casa estaba en absoluto silencio y yo era incapaz de dormir, no sabía cuantas horas me había quedado mirando la nada en la oscuridad desde que Bastián cerró las cortinas y dejé de escuchar ruido en toda la casa.
Terminé decidiendo levantarme al ver en el reloj con luz de la mesilla que del mediodía había pasado a ser las 14:30, así que lo primero que hice fue abrir las tupidas y pesadas cortinas y sentir cómo la luz del día atravesaba mis párpados cerrados e invadía la habitación.
Por unos instantes sentí una gran sensación de libertad, que enseguida fueron arrebatados escuchando de nuevo su voz en mi mente.
–Mascota –Musité llevando la mirada al cielo según abría la ventana para poder acceder al balcón.
El día era realmente frío, y yo lo sentí más todavía al salir a fuera con los pies descalzos, daba ligeramente el sol entre algunas nubes, pero el ambiente era completamente húmedo, parecía que aún hacía poco se hubiera conseguido levantar del todo la niebla.
Me abracé a mí mismo y me dejé estar así por un rato, como si fuera la única libertad que fuera a tener en mi vida.
–Te encuentras bien? –Preguntó la voz de Bastián asustándome y haciendo que pegara un brinco del susto.
Al darme la vuelta me lo encontré plantado en el marco de la puerta sin llegar a entrar en mi habitación.
–Si, si, estoy bien, puedes pasar –Acepté volviendo a girar sobre mi mismo e inclinándome hacia delante apoyando mis brazos en la barandilla.
–No debería andar descalzo, cogerá frío –Aconsejó acercándose a mí con un par de zapatillas y una bata.
–A ti no te pasa nada por que te de el sol? –Pregunté ignorando completamente que quería que me calzara y tapara.
–En esta casa solo a Lord le sucedería algo si recibiera algo de sol –Explicó arrodillándose para ponerme las zapatillas.
Su acción me pilló completamente por sorpresa así que tarde en reaccionar.
–QU-QUE HACES!? –Grité instintivamente retrocediendo unos pasos–. Levántate!
–Debe calzarse –Insistió sin intención de hacer lo que le pedía.
–Lo haré! Lo haré! Así que levanta!
Al ver que no tenía pensado levantarse hasta ponérmelas básicamente se las tuve que quitar de las manos para colocármelas yo, una vez estuvo convencido se levantó y me entregó la bata, que ya no dude en aceptarla, aunque solo fuera para ponérmela encima de los hombros.
–No quiero sirvientes, vale? Así que no vuelvas a hace eso –Comenté soltando un suspiro y regresando a la posición de antes.
–Lord me ha pedido que cuide y vigile que sigue adecuadamente las rutinas que le ha puesto –Explicó hablando con el mismo tono formal y frío que utilizaba con Lord.
–Creo que prefería cuando me gritabas y decías que estaba haciendo algo mal –Bromeé con una ligera risa que intente contagiarle sin éxito alguno a Bastian.
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Mascota (Yaoi/BL)
Vampiros"Tenía ante mis ojos a un simple humano encadenado. -Un simple curioso -Pensé para mí mismo antes de dar la orden de soltarlo y mandarlo lejos. Pero se rio como si el mismísimo infierno bailara en su interior, una sonrisa se dibujó en mi cara sabien...