Mascota (Yaoi/BL)

28º Llegada

–Y como es Azael? –Pregunte ya quedando poco para llegar a su territorio.

–Bastante distinto a mi –Respondió Lord mucho más despierto atendiendo a todas mis preguntas o manteniendo algún tema de conversación con la música de la radio de fondo–. Soy más bajo que él, por ejemplo, prácticamente tengo la altura de su hijo, ambos tienen el pelo azabache como Bastian y si no fuera por qué Enzo tiene la frente y pómulos de su madre serian prácticamente idénticos, en personalidad Azael es prácticamente un cacho de pan, no es exigente y le gusta la sensación de estar en familia.

–Y su hijo? –Dude más preocupado por Enzo que por Azael.

–Enzo es un alma perdida, en el fondo es exactamente igual que su padre, pero le gustan las aventuras y las peleas, es más impulsivo y todas esas cosas que traen la juventud, aunque Azael dice que está madurando yo no lo creeré hasta que lo vea –Explico como recordando detalles que no quería mencionar.

–Y quien más hay? Lars? –Seguí preguntando sin quedar nada convencido por lo de Enzo.

–Leon, es británico y relativamente joven, es aún más cacho de pan que Azael, pero si lo cabreas puede llegar a ser un manipulador nato, es la oreja de Azael así que tampoco conviene pasarse con él por qué Azael no duda en ir a matar tanto por Enzo como por Leon.

–Y quien más?

–Una cuarta persona que yo también desconozco –Respondo encogiéndose de hombros tan curioso como yo–. Pero no te preocupes, no son como Dama, el ambiente es muy distinto y podrás relajarte.

Es en cierto modo me aliviaba, pero seguía estando muy nervioso, no terminaba de olvidar la experiencia de conocer a Dama y sentirme juzgado a cada paso.

Pero llegamos a su casa y tuve que hacer de tripas corazón para salir del coche y no salir huyendo, aunque en cierto modo se me pasó viendo la nieve que me llegaba hasta los tobillos, hacia bastante más frío que en casa de Lord, pero aquí nevaba, estaba deseando verlo cuando amaneciera.

–Canek –Me llamó Lord quitándome de mis pensamientos al estar atento únicamente a la sensación de la nieve bajo mis zapatos al caminar.

Cuando levante la vista en el marco de la puerta al lado de Lord había un hombre de más o menos la misma apariencia en edad de Lord de pelo negro azabache a juego con sus ojos diciéndole algo a Lord, este pasaba su brazo por encima de los hombros de otro hombre más cercano a los 20 bastante rubio con una sonrisa viva mirando hacia mi.

Intentando no ser invadido por el pánico ahora acelere el paso tratando de no resbalarme con la nieve, llegue hasta Lord aceptando su mano para subir los tres peldaños de la entrada y de no mirar donde pisaba el primero lo puse mal consiguiendo resbalarme por la nieve y el hielo.

–Cuidado –Comentó Lord que me había parado la caída al tenerlo agarrado de la mano.

–Mira Uriel, ya no eres el único que se resbala en la entrada –Bromeó una voz desde dentro al mismo tiempo que todos se reían de mi resbalón y del comentario.

–Al menos a él un caballero le paro la caída –Respondió el hombre de pelo negro entrando dentro de casa con el rubio para dejarnos pasar también a nosotros.

Al entrar me encontré con otros tres hombres que parecían de la misma edad que el rubio, uno era de la altura de Lord y también tenía el cabello completamente negro, el otro era mas bajo, de pelo cobrizo favoreciendo que sus ojos verdes con castaño resaltaran, aunque parecía que su pelo vivía en un completo desorden ordenado, el tercero estaba separado de todos pero firme como una viga con el mismo uniforme que llevara el hombre que tomó declaración cuando el ataque en casa de Lord en el que salí herido y el tío terminó decapitado, él a demás llevaba su pelo rubio oscuro recogido en una trenza, aunque sus ojos eran extrañamente saltones y oscuros como los de una ardilla.