Había sentido como todo mi mundo se congelaba por completo en un segundo. Perdí las ganas de vivir de un solo golpe mientras me invadía el completo y absoluto miedo por la muerte, en mis manos aún manchadas de sangre parecía arder como el infierno y todo mi cuerpo decía que si seguía las órdenes que me había dado Bastián no moriría. Y realmente no morí, pero mi mente fue incapaz de reaccionar a nada, simplemente recordaba que no debía hablar, ni quejarme, ni tropezar, no debía levantar la mirada, no debía enfadar a nadie o moriría.
Eso es todo lo que pensé hasta que el agua fría cayó sobre mi cabeza de golpe. Intenté quejarme de la persona que estuviera haciendo eso, dándome cuenta de que era Lord, pero fue en vano, mi cuerpo estaba entre la pared de la ducha y Lord sujetando la alcachofa que me estaba rociando agua helada.
–P-por favor! –Supliqué calado hasta los huesos después de escupir agua que fue directa hacia mi cara.
De alguna forma conseguí que parara dándome cuenta de que su impecable pelo rubio cenizo oscuro que parecía llevar siempre perfectamente peinado hacia atrás tenía varios mechones sueltos formando una especie de flequillo de lado.
–Quítate el uniforme y tíralo, después dúchate decentemente, como salgas de aquí oliendo a esa asquerosa sangre te castigaré –Ordenó sin llegar a ser una orden que mi cuerpo entero temiera, pero sabía que no era un farol, no necesitaba que me castigará ni una sola vez para saber que podía hacerlo.
Observe como salía de la ducha y seguí su orden a rajatabla, me quité el uniforme empapado que seguía manchado de sangre y lo tiré a la basura para después darme un ducha de agua calentita.
Una vez había leído que los vampiros se suponía que tenían hiperolfato, según me iba vistiendo intentaba oler mi cuerpo para saber si estaba ese olor que decía él, pero era imposible, para mi ese olor no existía ni lo notaba y podía ser castigado por culpa de ello.
–Bien, bien, muy bien Canek, ni rastro del olor, muy bien –Me felicitó Lord en cuanto salí del baño.
Era algo así como la felicitación que le das a un perro cuando ha seguido tus ordenes adecuadamente, pero suponía que eso era ahora para él, como un perro al que ordenarle cosas y que debía cumplir sin dudar. No me hizo especial gracia ver que recibía ese trato, pero me tranquilizó.
–Sécate el pelo, venga –Comentó colocándome una silla al lado de un secador que ya estaba enchufado.
Mientras me secaba el pelo analicé un poco la habitación, era amplia, demasiado amplia, pero también tenía una amplia cama con dosel y varias butacas con un sofá a juego también amplios, más que una habitación podría ser un salón comedor, aunque si me descuidaba realmente podría ser del tamaño de toda mi casa.
Lord vivía rodeado de lujo lo vieras por donde lo vieras.
–Perfecto –Musitó una vez terminé con el secador y me observaba recogerlo.
Acabando de recoger me hizo una señal con la mano para que me acercara mientras guardaba unos papeles dentro de un sobre y los dejaba encima de la mesilla. Él se sentó en la cama.
–Siéntate –Pidió insinuándome que me sentara con él.
Así que eso hice, me senté al borde de la cama con una distancia de seguridad entre nosotros.
–Bastián dice que eres lento, y a demás despistado, pero que dentro de tus limitaciones lo hiciste bien, así que por favor, sigue así –Comenzó a hablar pasándose un peine por el pelo al mismo tiempo.
Su cabello era color cenizo oscuro y resaltaba mucho más sus ojos verdes, pero no tenía el pelo con un peinado a la última o algo recatado o pijo, sino todo lo contrario, lo tenía un poco largo y dejaba realmente que el mismo cogiera forma sin importarle realmente, daba una imagen muy despreocupada en comparación a lo estricto que era en realidad.
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Mascota (Yaoi/BL)
Vampire"Tenía ante mis ojos a un simple humano encadenado. -Un simple curioso -Pensé para mí mismo antes de dar la orden de soltarlo y mandarlo lejos. Pero se rio como si el mismísimo infierno bailara en su interior, una sonrisa se dibujó en mi cara sabien...