25º Interrogatorio

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No necesité más tiempo para darle un codazo en toda la nariz al hombre que era casi de mi estatura.

Al ver mi reacción Iñigo redujo a la mestiza sin llegar a dejarla reaccionar para defenderse o gritar, Bastian aprovechando el momento liberó a Canek que estaba completamente drogado.

–Hijo de... –Fue a maldecir el hombre.

Pero sin darle más tiempo saque un revólver apuntando directo hacia su nariz recién rota consiguiendo que se callara de golpe.

No necesitamos demasiado para conseguir atarlos a los dos, al fin y al cabo ambos eran mestizos y no es que se caracterizaran por tener mucha fuerza.

Para que Canek se tapara (ya que habían roto por completo su ropa a excepción de los calzoncillos) mientras se recuperaba le dejé mi chaqueta y Bastian se mantuvo a su lado comprobando sus constantes.

–Parece una droga algo fuerte, pero aún reacciona –Comentó tras haberlo inspeccionado bien.

–Está vez quiero una recompensa –Balbuceo con dificultades tras escuchar decir eso a Bastian.

–Si, te daré lo que quieras –Susurre despeinándolo ligeramente.

–Bueno, deja de atender a Bambi y piensa en que hacer con estos dos –Comentó Iñigo sacándome de mis pensamientos.

Los había incluso amordazado a los dos para que no pudieran llegar a gritar, así que teníamos que empezar a mover ficha.

–Revisa si hay más personas, si es así haz lo mismo y tráelas –Conteste jugando con el revólver en la mano.

Tras irse Iñigo le quite el trapo que le tapaba la boca al hombre mientras tenía el cañón apuntado en su frente.

–Muy bien, si no gritas no te mato. Quien es tu jefe? –Comencé a preguntar viendo como llevaba su mirada a la chica.

–No se de que estás hablando, yo soy mi propio jefe –Contestó bastante asustado.

–Permíteme dudarlo. Responde –Insistí quitándole el seguro.

Peor en vez de ser él quien respondía fue ella atragantándose con el paño.

–Bien, quien es tu jefe? –Volví a preguntar tras quitarle el paño pero aún apuntando hacia el hombre.

–No lo sabemos! –Respondió completamente en pánico.

–No me gusta esa respuesta.

–Es la verdad no lo sabemos! –Insistió el hombre añadiéndose a la charla–. Llegaron y nos dijeron que atendiéramos a los clientes y desaparecieron, sin nombres, sin verles la cara, nada!

–No hay nadie más –Apareció Iñigo apareciendo por la puerta–. Pero estos dos son mellizos.

–Mira por qué empezasteis a cantar tan rápido –Conteste viendo la foto que me traía como prueba.

Una foto entrañable de ambos con su madre cuando eran niños, pero eso solo actuaba a mi favor.

–Genial! –Seguí hablando tras analizar la foto–. Hermanitos del alma, juntos hasta el fin! Que os ordenaron?

–Conseguir personas vivas, daba igual si eran humanos o no –Explicó la chica viendo como ahora el cañón la apuntaba a ella misma–. Una vez cada mes vendrían a recogerlos y nos pagarían.

–Ya han venido este mes? –Preguntó ahora Iñigo.

–No, cuando se fueron se llevaron a muchos, ivan a venir a principios del mes que viene –Respondió ahora el.

Mascota  (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora