Mascota (Yaoi/BL)

15º Ahogo

-Lord lo ha ordenado -Respondió Bastián atando mis manos con dureza a mi espalda causando que una notable queja saliera por la falta de circulación-. Cuanto antes empieces antes terminarás y podrás descansar.

-No! -Seguí insistiendo rotundamente.

Bastián se sentó en la butaca tras haberse desabrochado el pantalón y dejar que cayera hasta sus tobillos junto con el calzoncillo. Sabiendo que no iba a hacer nada me empujó hacia su miembro consiguiendo que apretara con fuerza los dientes y cerrara los ojos.

Cuando me habían vendido lo de convertirme en mascota jamás me añadieron nada de esto, me negaba en rotundo a hacer algo que yo no quería y no iban a obligarme.

Pero Bastián parecía completamente dispuesto a obligarme por no cabrear a Lord, tapó mi nariz con fuerza impidiéndome respirar mientras empujaba mi cabeza hacia su miembro.

En cuanto tomé la primera bocanada de aire necesaria para mi su miembro se introdujo en mi boca sin permiso.

Su sabor era extraño y su textura igual, ni siquiera podría compararlo, pero seguía sin hacerme gracia sentir como todo su miembro profanaba mi boca llegando hasta la garganta produciéndome ligeras arcadas al pentrar mi boca sin demasiado cuidado.

-Cuanto más chupes y mejor lo hagas antes terminará -Aconsejó sin ninguna muestra de placer real en la voz aunque estuviera completamente erecto.

Pero realmente él fue quien siguió obligando a mi cabeza a mantener el ritmo mientras comenzaba a suplicar para mí mismo que esto terminara de una vez.

-Una buena mascota debe tragarlo todo -Comentó según se aceleraba el ritmo.

Aún así su voz seguía igual que siempre, y cuando se corrió en mi boca ni siquiera salió un gemido de él.

-Trágalo -Insistió viendo que quería escupirlo.

Su sabor amargo no me estaba resultando nada cómodo, su textura era tan desagradable como la de su miembro, por mucho que quisiera tragarlo solo para deshacerme de él mi garganta se negaba.

Aún tapándome la nariz y la boca para que lo tragara como me estaba ordenando lo único que consiguió fue provocarme arcadas que me llevaron a vomitar en el suelo sin poder evitarlo mientras era incapaz de dejar de llorar.

Bastián, extrañamente, no se mostró cabreado ni asqueado, solos suspiró después de haberse vuelto a colocar los pantalones que no había manchado de milagro, y me liberó para ayudar a que me levantara.

Me duchó con parsimonia siendo yo incapaz de dejar de llorar, después me permitió lavarme a fondo los dientes y enjuagarme en su totalidad la boca. Cuando me hizo tumbarme ya en cama, mi vomito había desaparecido y ni siquiera quedaba su olor en la sala.

-Descanse -Se despidió después de haberme arropado y confiando que de verdad lo hiciera.

Pero me resulto imposible, me quedé la mayoría del día despierto intentando olvidar que tal vez esto comenzara a repetirse todas las noches.

*. *. *. *.

-Así que vomito -Murmuré repitiendo lo que me acababa de explicar Bastian según iba desayunando.

-Se ha pasado todo el día sin dormir, actualmente lleva 2 horas de sueño -Terminó de explicar ya con todo listo.

-Despiértalo cuando sean las 12, después llévalo a mi despacho -Ordené después de analizar el reloj.

Seguramente después de este susto le había quedado mejor memorizado su posición en esta casa y comenzaría a mostrarse más agradecido de mis cuidados, así que no tomaría tanto como un fracaso lo de Bastián. Aunque seguía negándome a tener una mascota que se opusiera a hacerme una mamada.