Love like you.

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"¿Cómo puedo saber si eres la persona que más amo? Explícame y muéstrame lo que es el amor".

Se encontraba en la sala de espera, angustiado y cansado por todos los días que había pasado sin dormir, sus párpados se sentían pesados y le ardían los ojos, se había cambiado solo de ropa y algunas veces había salido a comprar algo para llenar su estómago vacío, aunque los nervios le quitaran en la mayoría de veces el apetito.

Y aunque solamente había pasado un solo día en el hospital, su cuerpo comenzaba a resentir todo aquel cansancio de los días anteriores. Sin embargo, lo que lo mantenía fuerte era aquella esperanza de ver a su esposo.

En sus ratos libres llamó a Yakov, su director, disculpándose por la salida repentina del teatro y explicando el motivo de su ausencia; mencionando que su esposo aún no había despertado, cómo persona y humano que era entendió todo deseándole de todo corazón la recuperación de su persona amada.

En esos momentos lo único que se puede hacer para aliviar el dolor era recordar todos los momentos felices, eso es lo que hacía Viktor en sus ratos donde la preocupación era insoportable, recordaba su declaración en Londres, su boda en Barcelona y sus paseos en Francia, recordaba la dulce y melodiosa risa de Yuuri, los juegos tontos de dos enamorados, pero lo que más recordaba era sin dudar alguna el día en que lo conoció, él, siendo un enamorado empedernido de unos ojos color chocolate tratando la manera de llegar a él.

Por unos momentos su mente viajó a hace años, a los hermosos recuerdos que compartía con aquel azabache, hasta que una voz familiar pero lejana lo sacó de su pequeño trance.

— Viktor, despierta.

Esa voz de mujer había sonado en su mente abriendo de golpe sus ojos, tres personas se hallaban frente a él, tres personas que hace un poco más de cuatro años no veía. Parecían unos fantasmas de sus recuerdos y por unos momentos pensó que su cansada mente le estaba haciendo una mala broma, pero al sentir aquel toque sobre su hombro, supo que no se trataba de ninguna ilusión.

Al verlas, se levantó lo más rápido que pudo causando un pequeño mareo en su cuerpo, más nervioso ya no podía estar.

—¿Qué pasa con Yuuri?

Hiroko, la madre del menor fue la primera en hablar, sus ojos se llenaron de lágrimas acumuladas por el enfado y tal vez frustración. Sus manos fueron a parar a su boca y un sonido de dolor salió involuntariamente.

—Fue un accidente automovilístico —dijo con la voz entrecortada. Sus sentimientos eran difíciles de controlar.

—Cuando nos llamaron nos dijeron que no había nadie que pudiera ser su guardián, ¿dónde estabas tú?

Esta vez fue el turno de Mari en hablar, el tono que empleó fue más de reproche que de enojo, sin embargo no podía justificarse con nada.

—Estaba de viaje en Suecia... —admitió con una culpa palpable, no tenían que reprocharle nada, suficiente tenía con su propio sentido de culpa.

—¿De viaje? Que gran persona, te dijimos que dejaras a Yuuri, te pedimos que nos lo devolvieras, ese día dijiste que lo ibas a cuidar y te lo llevaste aún con nuestras decisiones contrarias —la voz de Hiroko no era de reproche, era de tristeza y de impotencia.

—Yuuri quiso arreglar las cosas con ustedes, él es mi familia, no podía abandonarlo cuando le quitaron toda la ayuda económica para obligarlo a hacer las cosas que ustedes querían.

—Él iba a estudiar medicina, él iba a ser un gran médico, pero hasta que tú apareciste arruinaste a nuestro Yuuri.

—¿Qué tan ciegos estuvieron para no darse cuenta que Yuuri no era feliz con eso? Se dicen ser sus padres, pero no entienden a su propio hijo, él estaba haciendo lo que ustedes querían que fuera.