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"No importa si la distancia nos separa, en ese entonces los corazones estaban unidos por un sentimiento, pero ahora están unidos por una promesa hecha  que tenemos que cumplir, confiaré ciegamente en ti, cómo siempre lo he hecho."

El día que tuvieron que partir por fin llegó, ambos dejaron su hogar que por algunas semanas habían habitado, cada uno haciendo sus maletas correspondientes, Viktor haciendo una pequeña con algunas prendas y cosas importantes, mientras que Yuuri llevaba una maleta que llegaba un poco más arriba de las rodillas.

A su lado iba Makkachin, evidentemente emocionado, ladraba con entusiasmo a la vez que movía su cola, a Viktor de cierta manera le dolía dejar a Yuuri en ese estado, pero si quería pasar una temporada con sus padres no podía negarlo, ese no era el propósito de una relación y mucho menos de un matrimonio, no podía obligarlo a nada, tenía que respetar sus decisiones y apoyarlo en todo lo que él quería, Yuuri siempre lo hacía, ahora era su turno para hacerlo.

La llegada al aeropuerto fue rápida y más su salida, con anterioridad habían comprado el boleto de avión, ambos viajarían a Japón para después despedirse ahí, Yuuri se quedaría en Hasetsu y Viktor iría a Londres.

Ambos se sentaron en los asientos después de asegurarse que Makkachin fuera seguro en su viaje, Yuuri estaba sentado en la ventanilla del avión mientras que el mayor a su lado, al ver la clara emoción en el rostro del azabache, no pudo más que sonreír.

—¿Emocionado? —Preguntó un poco angustiado.

—Claro, mi sueño siempre ha sido viajar de un país a otro, tal vez lo haya hecho otras veces, no lo recuerdo.

—Tienes razón, si quieres puedes tomar mi mano para que no estés nervioso.

Aunque el ruso lo dijo de broma, Yuuri lo miró serio y sin previo aviso tomó de manera fuerte su mano, Viktor dio un respingo a la clara fuerza que estaba utilizando, no podía negarle nada a Yuuri, por eso con gran esfuerzo le sonrió.

—No te preocupes, yo estoy aquí.

Yuuri solamente pudo asentir frenéticamente con sus ojos cerrados, esa expresión enterneció al mayor, antes que despegaran el mayor le dio un beso en la mejilla haciendo que el menor se sorprendiera, sus ojos se abrieron en asombro ante ese leve contacto tierno y delicado, su mano la llevó a su mejilla donde fue el lugar del beso y sus mejillas comenzaron a teñirse de un fuerte color carmín.

—¡Viktor! —Contestó en sorpresa, sus manos habían sido llevadas a su rostro en un intento de esconder lo más posible su vergüenza.

—¡Mira Yuuri!, ya despegamos.

Yuuri se olvidó de aquel beso y miró la ventanilla a su lado comprobando lo que decía, era verdad, habían despegado y Yuuri ni siquiera lo había sentido.

—¿Lo hiciste por...?

—Sé que tienes miedo cada vez que despega un avión, por eso traté de distraerte, es una buena excusa para robarte un pequeño beso.

El azabache no dijo nada y solamente rio por lo bajo, Viktor sabía prácticamente todo sobre él, claro que lo hacía, se conocían desde hace años, para eso tenían tiempo, Yuuri quería conocer a Viktor lentamente, sin prisa, descubrir poco a poco quien era Viktor Nikiforov.

Así pasaron el vuelo, el japonés estaba recargado en el hombro del mayor durmiendo, mientras que Viktor tenía su cabeza apoyada en el respaldo del asiento, eso si, ambos tomados de las manos.

Algunas azafatas tomaban fotos de la bonita pareja, en un principio se fijaron en el platinado, pero después se daban cuenta que no estaba solo, que a su lado estaba un lindo y tierno japonés, ambos tomados de la mano y cada uno llevando anillos de pareja, o tal vez de matrimonio.

Love like you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora