Love like you.

🌸22

"Estando a tu lado me siento más feliz, es un sentimiento nuevo para mí, aunque tal vez ya lo haya sentido y mi corazón te reconozca no puedo negar que de alguna manera me atraes más de lo que crees".

Pasaron horas antes de despertar, al hacerlo el menor pudo observar que Viktor aun dormía plácidamente, su rostro sereno era tan pacífico que por varios segundos se quedó absorto en aquella belleza, admirándolo y sonriendo sin darse cuenta.

El pequeño flequillo de su pareja que caía sobre un pedazo de rostro cuando estaba despierto ahora estaba posado sobre su parpado, su respiración era tranquila, su pecho subía y bajaba lentamente mientras dormía tranquilamente, su rostro sereno y sus labios entre abiertos era lo que más le llamó la atención a Yuuri, ver dormir a Viktor era algo que hasta ahora no había pasado por su mente.

El escenario definitivamente era algo de admirar, siempre se veía tan alegre e imperativo que era casi irreal verlo tan serio, tan sereno, tan vulnerable como estaba en estos momentos a su lado.

Sentía la mano posada dulcemente sobre su cintura en un abrazo protector; él con cuidado comenzó a delinear su rostro con su dedo anular, pasando por su frente, quitando con cuidado su cabello que le cubría, pasando por su nariz hasta llegar a su boca, con cuidado comenzó a delinear sus labios casi sin tocarlos, aunque fuera de noche y ya no se escuchaba la música de hace unas horas el ambiente silencioso y cálido que había en su cuarto era suficiente para sentirse igual que él.

No había hablado para nada, pero si que lo estaba observando dormir plácidamente, recordando en la mañana cuando llegó, debajo de sus ojos se hallaban las ojeras, el cansancio se reflejaba en su rostro y sus expresiones eran más serias que cuando estaba con él en su hogar.

Podía contemplar su rostro toda la noche y nunca se cansaría de observarlo, no solo tenía un rostro precioso, también un alma hermosa, ya que al menos Viktor era cálido y dulce, como una noche de invierno junto al fuego de una chimenea, así se sentía estar con aquel hombre frente a él.

Pasaron unas dos horas más antes que despertara, cuando lo hizo débilmente se dio cuenta que Viktor lo miraba con duda, como si de un sueño se tratara, hasta que se dio cuenta de su presencia y le sonrió con cariño.

¡Adoraba esa sonrisa!

—¿Dormiste bien Viktor? —Preguntó acariciando su cabello.

—Si, si dormí bien, de hecho, dormí de maravilla.

Yuuri sintió como la mano de Viktor lo acercaba más a él desde su cintura, estaban a mediados de febrero y todavía se podía percibir una ligera ventisca, ya casi era primavera por eso no sentían frío, al menos ninguno de ellos dos.

—Te vez muy bien durmiendo —dijo con una sonrisa radiante que tanto le gustaba al ruso.

—¿Qué hora es?— Tratando de evitar el alago preguntó dándole la misma sonrisa.

Yuuri miró el pequeño reloj que llevaba en su muñeca comprobando la hora, sonrió al ver que no era tan tarde como pensaba.

—Son las nueve de la noche.

—Entonces aún témenos tiempo —dijo levantándose repentinamente de su lado sonriendo, antes que Yuuri pudiera articular alguna palabra el mayor lo tomó de la muñeca obligándolo a salir.

Ambos se pusieron los zapatos y salieron tomados de la mano de Yutopia, llamando la atención de su familia y de las personas alrededor, ellos solamente salieron corriendo dirigiéndose a la playa, a su lado iba Makkachin corriendo alegremente.

—Eres un buen chico Makkachin—dijo el mayor sonriéndole feliz a su caniche  —¿cuidaste bien de Yuuri?

En respuesta a la pregunta de su amo el caniche ladró alegremente, Viktor sonrió sin dejar de correr y Yuuri le siguió con una sonrisa alegre, sus pasos cada vez eran más rápidos hasta que llegaron a su destino.