Love like you.

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"La calidez que irradiaban tus ojos me hizo seguir creyendo que el mundo no es tan cruel, conocerte confirmó que puedo volver a confiar en alguien más, enamorarme de ti es lo que necesitaba mi absurda vida para volver a saber lo que es la felicidad".

Viktor a sus veinte años comenzaba la universidad en Tokio, aunque aún vivía con su padre no era diferente a estar solo, a esas alturas había perdido la cuenta de las veces que se habían cambiado de ciudad por su trabajo, ya no era un niño, era verdad, hace tiempo pudo haber dejado a su progenitor y a sus crueles reglas con él, pero simplemente no podía, al fin de cuentas era su padre la persona que por un periodo corto le dio amor, y al fin de cuentas ya había olvidado sus sueños.

Se había resignado a estar rodeado de hombres e hijos exitosos, a tener buenas relaciones de amistad con ellos, pues después de convertirse en un gran escritor seguiría con esas falsas amistades que sólo se basaban en el dinero.

Ese día de junio había peleado con su padre, recordaba que la causa fue entrar al club de teatro, a pesar de la edad que tenía, su padre podía hacer cualquier cosa con él, ese día salió de la casa de su progenitor.

—Deja de decir tonterías, eres ya un adulto, el teatro es lo que menos quiero que te dediques —la mirada fría y rígida de su padre lo analizaba como si de un negocio se tratara, le podía mirar de las formas que fueran, pero nunca con amor o cariño, a eso Viktor ya estaba acostumbrado y gracias a su rechazo  nunca dejó que alguien más se interpusiera en su camino, odiaba considerarse débil, incluso frente al hombre que se llamaba a sí mismo ser su padre.

—¿Por qué no padre? Porque mamá fue actriz, no quieres que tu hijo lo sea.

—Viktor, guarda silencio, no sabes nada sobre ella, nunca la conociste como realmente era.

—Porque nunca me contaste sobre ella. Quiero ser como mamá.

—Pensé que querías ser escritor, es mucho mejor que estudiar teatro.

—Si, es verdad, quería ser escritor, pero desde hace mucho ya no escribo por cariño, ya sólo lo hago porque tú lo quieres, es agobiante a tal punto que ya no tengo nada que escribir.

—Entonces es una lástima, tu quisiste ser escritor...

—No, tú quisiste que fuera escritor, desde que viste que tenía talento comenzaste a presionarme, lo que antes era amor a la escritura se volvió una tortura.

—Para ser una gran persona exitosa no necesitas nada de eso, solo necesitas ser calculador y pensar si es un buen negocio.

—¿Eso piensas de mí? Soy un buen negocio para tu empresa, ¿no es verdad?

—Deja de decir tonterías, no vas a entrar al club de teatro y se acabó.

—Entonces quiero irme de la casa, quiero al menos ser libre de todas las personas con las que te juntas, odio vivir en un mundo donde la principal prioridad es el dinero —aunque se estaba muriendo de ganas por llorar no iba a permitírselo, las últimas lagrimas que derramó fue de niño, ahora ya no.

—Es lo mejor Viktor.

—¿En serio? ¿De qué te sirve a ti? Tienes dinero, pero no tienes amor de nadie, ni de mi madre ni el mío, lo siento, pero que lástima me das.

No supo en que momento pasó, el puño de su padre había chocado contra su mejilla con una gran fuerza, aquel hombre tan calmado que con solamente una mirada podía congelarte de miedo había perdido toda la compostura por el comentario de su hijo.

Aunque Viktor no lo supiera había abierto una vieja herida, una que con el paso de los años jamás llegó a sanarse, y cómo lo iba a hacer, si Viktor era la imagen del carácter de la persona que más amaba, la única mujer que amó de verdad.