Capítulo 17 - Atrapar a Jane

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PAUL's pov.

—¿Estás loco? —me exalté.

—¿Qué sucede? —Alanna volteó hacia nosotros y los tres fingimos no estar haciendo nada.

—Callate McCartney —susurró John.

—Es la verdad Paul —continuó James—. Hay que hacer que Jane quiera atacar a Ally...

—Alanna, no Ally —John lo interrumpió.

—Es lo mismo... Y así tendremos testigos.

—Creo que ya se donde sería el lugar perfecto —John dijo en voz baja—. La fiesta por el lanzamiento del álbum... Será aquí, en Liverpool.

—Están locos, yo no dejaré que pongan en riesgo la vida de mi novia.

—No es tú novia Paul, y ¿acaso prefieres verla en un hospital?

—No John, pero es peligroso.

Llegamos al hospital. Inmediatamente el auto se detuvo, Alanna bajó de él y corrió hacia dentro del lugar. James la siguió mientras yo le pagaba al chofer.

Quise apresurar mi paso para alcanzar a Alanna pero John me detuvo.

—Paul, tú y yo sabemos que desde hace tiempo ya no le tememos al peligro.

Suspiré.

—Pero nunca se trató de Alanna.

—Hay que intentarlo, es la única manera de deshacernos de tu loca fanática.

John se adelantó. Me quedé pensando en lo que dijo, ¿tan lejos había llegado este amor que sentía? La mandé lejos para evitar esto, y ahora que vuelve tenemos que ponerla en peligro.

Increíble.

ALANNA's pov.

—Sólo le pido que me deje verla por unos minutos.

—Ya le dije señorita que no es hora de las visitas. Tendrá que esperar.

—¡Es mi madre!

La enfermera insistía en no dejarme pasar.

—¿¡Alanna!? —una voz desde el interior de la habitación hizo que esquivara a la enfermera de una manera que ni yo misma recuerdo.

—Mamá... ¡Mamá! —Grité y James entró detrás mío... Si la enfermera no pudo conmigo, menos con James.

—Hija...

—No debí de irme... Perdón —comencé a llorar.

—No es tu culpa Alanna.

—Sí lo es.

Paul y John entraron a la habitación.

—No es tu culpa hija, entiéndelo.

—¡Sí lo es! ... Jane iba a dispararme a mí, no a ti.

Mi mamá hizo un intento fallido de ponerse de pié. James la volvió a recostar.

—¿Jane?

—Sí, sí mamá... Sabemos quién fue pero no sabemos como atraparla.

—Entonces me alegro que me haya disparado a mí y no a ti —Miró a James a su costado y lo tomó de la mano—. Gracias James, enserio.

—¿Por qué? —preguntó confundido.

—Por llevártela a Noruega.

—Creame que si hubiera sabido que esto pasaría, las hubiera protegido.

Piénsalo, Dos Veces (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora