Piénsalo, Dos Veces (II)

Capítulo 54 - No soy el hombre perfecto

ALANNA's pov

Tuve el pequeño impulso de voltear y lo hice. 

—Buenas noches —sonrió situándose a un costado mío. 

—Buenas noches —contesté—Emm ¿Ya comiste? ¿Quieres que te sirva? —pregunté

—No, de hecho... quiero hablar contigo 

Miré a James, el cual se alejó de ahí y Paul tomó su posición. 

—Dime

—Quiero... quiero disculparme —se rascó la cabeza—, no debí ser grosero cuando te llamé y tampoco me debí entrometer en algunas cosas. 

—Yo fui la que me entrometí en su trabajo —crucé los brazos—, discúlpame tú a mí —me estaba portando cortante. Sí estaba enojada con él, sobre todo decepcionada. 

—Creo que tienes el derecho de ayudar a quien te lo pida, incluso si se trata de John —lo miré, mi objetivo fue que sintiera que le hablaba mediante la mirada—, así que... por eso me disculpo. 

—Está bien —seguí mirándolo. 

—Emm, quisiera que saliéramos... tengo otra cosa que decirte.

—¿Ahora? 

—Ahora —Paul se dirigió a la puerta y salió. 

PAUL's pov

El frío estaba azotando la ciudad, pero no quería hablar con Alanna donde estuvieran varias personas. 

Metí las manos a los bolsillos del saco mientras esperaba su salida. 

Pasaron dos minutos, estaba a punto de ir a buscarla cuando abrió la puerta y salió. Parecía que el viento frío palpaba su cara y no la golpeaba como a mí... siempre ha sido más fuerte que yo, y esperaba que en ese momento también lo fuera. 

—Bueno, habla —indicó.

—¿Estás enojada? ¿Molesta? ¿Disgustada? Dime cómo te sientes-

—Con frío.

—Estás molesta —confirmé— ¿Qué te han dicho? 

—Pensé que yo te iba a escuchar y no tú a mí. 

—Hoy te vi haciendo compras —enfocó su atención en mí—, y escuché algo que no debí escuchar.

—¿Qué escuchaste? 

—Una conversación que tuviste con un tipo. Preguntó si habías pensado en su oferta o algo así

—Y supongo que quieres que te explique a qué se refiere

—En mi mente no me veía tan entrometido —me defendí.

—Pues lamento decepcionarte, pero no quiero decirte, no tengo por qué hacerlo.

—Ok —suspiré—... Entonces tendremos que hablar de lo otro. 

—¿Lo otro?

—Dorothy y yo... 

—No quiero hablar de eso —Alanna se dio la vuelta y quiso entrar a la casa. La tomé del brazo en señal de suplica. Necesitaba que me escuchara. 

—Yo sí. Quiero que lo sepas. 

Podía transmitirme su incomodidad, pero no tuve que rogarle tanto como pensé. 

—Habla ya McCartney. 

—Iba... Iba a escribirte una carta, pero decidí hablarlo personalmente. No sé lo que sentiste cuando te enteraste de lo que ocurrió entre ella y yo, pero me duele. No sé si más que a ti, pero lo siento en mi corazón. Ignoro si lo que estoy a punto de decirte va a tumbarte o pasará de largo como yo he tratado de hacerlo contigo, aunque no lo logro. No hay pretextos, no soy ni la mitad del hombre que solía ser, o que pensé ser para ti. Tampoco hay alguna respuesta satisfactoria para esto, simplemente lo lamento. No te voy a hablar de debilidades masculinas ni ningún discurso parecido, porque sería encubrir mi error. Traicioné tu confianza y no me merezco mucho del tiempo que me diste —agaché mi cabeza—, lo siento mucho. No creo que quieras detalles sobre lo que ocurrió, pero sí necesitabas saber la verdad. Perdona por no ser el chico perfecto que tu misma nombraste —dejé que un pequeño silencio se adueñara del momento. 

Pensé que Alanna no sufría como yo, pero sus ojos la delataron, esas lágrimas me explicaron que ella también sufría. 

—¿Enserio?... ¿No hay un trasfondo? ¿Una explicación? ¿Simplemente ocurrió? —su voz se entrecortó más, al igual que la mía. 

—Sí... lo siento mucho. 

Secó sus lágrimas. 

—Está bien. No te voy a negar que me duele, pero sé que incluso yo he hecho cosas malas. 

—¿Quieres hablar de eso? Digo... dejar de una vez todo en claro —aconsejé. 

ALANNA's pov. 

Si iba a irme de la ciudad, lo mejor sería dejar las cosas en claro como él dice. 

Estaba por comenzar mi explicación cuando vi a una persona acercarse entre la oscuridad. 

—¿John? —pregunté.