Capítulo 24 "Dolida" Parte 2

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Los siguientes días se convirtieron en un martirio constante, fue demasiado difícil de explicarle a Olivia que Carlos no volvería a casa. Ella aún lo llamaba papá, sin embargo, para mí el término estaba muerto, ya no podía considerar a Carlos como mi padre. Y es irónico y creo que quizás seré juzgada, un par de personas me dijeron a lo largo de mi vida que era una mujer un tanto desalmada. Sí, debo admitir que en algunos temas tenía una tendencia muy marcada a dejarme llevar por el realismo, a través de mi vida entendí que los sueños eran irreales y que una persona como yo ni siquiera tenía derecho a soñar.

Carlos a pesar de ser mi padre también es la raíz de mis depresiones, el trasfondo de mi angustia constante a la soledad, el pánico al engaño. A veces siento que mi determinación se cae de bruces contra un suelo rígido y frío, me siento sola y sin motivaciones; y no me malinterpreten, no quiero sonar como una cobarde tratando de esconder su depresión tras una muralla de excusas. Sin embargo, no puedo negarles que mi familia, mis amigos y mi entorno influyeron en mi destrucción.

Culpo malditamente a Rodrigo, lo reniego entre lágrimas cada vez que unos de sus recuerdos me succionan en un abismo de traumas; mas en el fondo sé con certeza que también es culpa mía, culpa nuestra, culpa suya. He sido juzgada un sinfín de veces, me han criticado argumentado que mi depresión es ridícula y que no debería deprimirme por un hombre, por un romance fallido, pero ¿cómo le dices a tu corazón que deje de latir?, ¿cómo tus terminaciones nerviosas pueden dejar de doler? Yo no lo entiendo, y, sin embargo, lo entiendo perfectamente.

En mi caso no fue ser abandonada por un hombre, fue ser abandonada por dos hombres que significaron mi vida, uno fue impuesto y el otro un castigo opcional. Y aquí es cuando acepté algo, la familia es impuesta y eso no significa que deba a amar a mi familia. Por supuesto amo a mi madre y a mis hermanas, no obstante, hasta ahí queda mi amor fraternal; nunca he tenido ningún tío o primo que realmente haya estado conmigo o se haya preocupado por mí; por lo cual, aunque sean mi familia yo simplemente no los amo.

Con Carlos era distinto, era mi padre, y no creo que puedas borrar de tu vida a tu padre de la noche a la mañana. Le amaba, por el pasado más que por el presente, porque alguna vez fui la princesita de papá y ahora no era más que un estorbo. Una muñeca de trapo sucia y desechada. Era como quedar huérfana de cierta forma, me sentía abandonada y dejada de lado, sin contar que sus insultos causaron huellas eternas en mi autoestima, nunca fui suficiente para mi padre.

Aun así, era capaz de comprender el grado de la situación, estábamos desamparadas y aunque mi padre tuviera que seguir solventándonos, mi madre era una simple ama de casa y no quería depender de un hombre como tal

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Aun así, era capaz de comprender el grado de la situación, estábamos desamparadas y aunque mi padre tuviera que seguir solventándonos, mi madre era una simple ama de casa y no quería depender de un hombre como tal. Yo no quería que dependiera de un hombre como él, entré en una crisis emocional muy fuerte, le insistí a mi madre un par de veces rogándole que me dejara abandonar la universidad para trabajar y ayudarle en casa. Mamá siempre me dijo que lo que más le importaba era que yo estuviera bien, que tuviera educación, pero que por sobre todo que fuera feliz.

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⏰ Última actualización: Oct 06, 2023 ⏰

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