Narcissistic.🔥

¿Tu casa o la mía?

Capítulo No10: 

Caminé hacia mi casillero, la idea era dejar la bestial guía ahí y antes de salir, regresaría por ella pero mi plan cambió. Al ir por el pasillo logré ver a Nicholas en el que seguramente sería su casillero, acomodé mi cabello y caminé en su dirección. 

- Aquí tienes – Le dije y al escucharme volteó. 

Le puse la enorme guía en el pecho obligándolo a tomarla. Me di media vuelta y volví a caminar. 

- Hey, hey, hey - Sonreí de lado al escucharlo llamándome, mas mi nombre no es “Hey” así que no voltearía – Te estoy hablando – Me dijo sujetándome del brazo. 

- Oh ¿Me hablabas a mí? Lo siento, no recordaba llamarme “Hey”.

- Bueno, si… Tú, clon de Shaniece – Bien, si seguía por ese camino me iba a hacer enojar - ¿Qué o quién te crees que eres? – Dijo con el ceño fruncido. 

- ¿Eh? – Le respondí sin entender. 

- Yo no haré todo el trabajo, así que… - Tomó bruscamente mi brazo para regresarme la jodida guía - …Ten, toda tuya. 

- Yo nunca dije que harías todo el trabajo – Le dije molesta – No cabe en mi bolsa y tampoco en mi casillero – Le informé – Así que guárdalo tú – Se lo regresé con más fuerza aunque seguramente ni cosquillas le hizo.

- Yo no lo voy a guardar – Ambos estábamos más que molestos. 

- Bien, no lo guardes. 

Se lo quité de las manos bruscamente y caminé decididamente hacia uno de los basureros, pisé la pequeña palanca plateada para que se abriera la tapa y lo dejé caer.

- Listo… - Dije volteándome hacia él – Problema resuelto.

Si no fuera que su mandíbula estaba sujeta a su cabeza, esta hubiera perforado el piso 

- Al parecer alguien se levantó con el pie izquierdo esta mañana – Se burló Logan. 

- No estoy para bromas – Le dije molesta, en realidad no lo estaba. 

- ¿Qué pasó? – Preguntó divertido. 

- Le di la enorme guía de Física, no la quiso guardar, yo tampoco… Así que la tiré a la basura – Le conté.

- ¿Si escuchaste que valía como el examen final, verdad? – Me preguntó serio. 

- Si, pero prefiero reprobar esa jodida materia antes que… 

- Antes que tragarte tu orgullo – Me interrumpió. 

Esas no eran las palabras con las que iba a terminar la oración pero estaban en lo correcto.

- Te veo mañana – Dijo antes de besar mi frente e irse. 

Continué sacando todas las cosas de mi casillero, solo dejaría los libros. Era un desastre, tenía ropa, un par de zapatos, maquillaje, prácticamente de todo. Como pude, cargué todas mis pertenencias y cerré el casillero. Al salir, se me cayeron todas las cosas al suelo al encontrarme a Nicholas detrás de la puerta. 

- ¿Qué quieres? – Le dije de mala gana. 

- Mira… Creo que tienes una idea de lo mucho que me molesta tenerte cerca… 

El tipo hablaba pero la verdad era que sus palabras me entraban por un oído y salían por el otro. Yo estaba completamente perdida en él, su chaqueta de jean gastado, estaba abierta dejando ver su anatomía solo protegida por una remera básica blanca, que, para mi mala fortuna, esta marcaba su bien definido abdomen. “¡Concéntrate!” Me reprendió mi voz interior. 

- …No reprobaré esa materia por tus estúpidos caprichos, así que harás la mitad y yo la otra mitad – Fue lo que logré escuchar cuando pude “concentrarme”. Me entregó la mitad de hojas que había en el paquete. 

- No, no, no – Negué seguidamente – No me arriesgaré a que respondas mal y la calificación sea para ambos – Soltó una carcajada amarga – Le sacaré copias y trabajaremos por separados. 

- ¿Qué no me escuchaste? – Dijo molesto - ¡Te acabo de explicar que no se puede! – Habló con desespero - ¿Qué no puedes de dejar de pensar en ti por solo cinco minutos? – Pasó su mano rápidamente por su cabello con frustración.

“Si supieras en lo que estaba pensando” Reí estúpidamente por dentro. 

- Entonces lo siento – Dije hipócritamente – Tendremos que trabajar juntos aunque no te guste – Sonreí duramente – Yo tampoco pretendo reprobar por tus caprichos.

Daría lo mismo si repruebo por mi culpa, pero si es solo porque al “niño” le molesta estar cerca de mí, no da lo mismo.

Haciendo un gran esfuerzo de que no vuelva a caer la montaña de cosas que traía en mis manos, le entregué las hojas.

- Mañana ¿Tu casa o la mía? – Pregunté caminando, dejándolo atrás. 

Él soltó un gruñido y se escuchó un fuerte golpe en uno de los casilleros del exterior. Sonreí victoriosa. 

- No puedo, trabajo – Escuché sus pasos detrás de mí. 

- ¿Tu casa o la mía? – Repetí. 

- TRA-BA-JO – Repitió igual separando en sílabas.

- FAL-TA – Le respondí igual. 

- Yo si soy responsable – Dijo caminando al lado mío. 

- ¿Cuántos años tienes? ¿Treinta? – Volteé a verlo, podría jurar que me detesta aún más que Shaniece. 

Regresé mi mirada al frente pero no fue lo suficientemente a tiempo ya que choqué con alguien y esto hizo de que se me cayeran todas mis cosas al piso, nuevamente. 

- ¿Por qué no te fijas por dónde vas? – Me dijo Jack de mala gana.

- ¿Y tú por qué no te quitas de mi camino? – Le dije de la misma forma mientras me agachaba para recoger mis cosas – Lo bueno es que estoy rodeada de caballeros – Dije sarcásticamente casi en un grito, refiriéndome a Jack y a Nicholas que solamente veían mis cosas esparcidas por el piso. 

De pronto un par de chicos llegaron presurosamente para ayudarme. 

- Gracias – Tomé nuevamente todo en mis brazos. 

- Si quieres te ayudo hasta tu auto y no sé… 

- Lárgate – Dijeron Jack y Nicholas al unísono. 

- Tengo que hablar contigo ahora mismo – Me ordenó Jack y solo solté una carcajada. 

- Me encantaría pero… - Dije sonriente – No. ¿Sabes? No me encantaría y tengo muchas cosas que hacer antes que escucharte – Le sonreí ampliamente – Mañana me dices qué decides – Le dije a Nicholas y reanudé mi caminar hacia mi auto, no volteé atrás. 

Tengo que aceptarlo, me moría por saber de lo que Jack quería hablar conmigo, aunque era más que obvio sobre qué quería “hablar”. Pero valdrá la pena quedarse con la duda. Ya llegará el día en el que regrese rogándome que vuelva con él y, para eso, Nicholas me ayudará enormemente.