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Camino hasta la antigua casa de mi vecino escondiendo la cabeza en la capucha de mi sudadera verde oliva, caen unas pocas gotas de agua del cielo, en estos momentos de frío realmente amo mis jeans desgastados y mis botas. El clima está extrañamente soportable, estamos en medio del otoño y ya empieza a bajar la temperatura.

Entro al garaje del hombre y lo miro, tiene un enorme abdomen, usa ropa deportiva todo el tiempo, creo que jamás lo he visto tomando otra cosa que no sea cerveza, siempre posada en su mano derecha.

- ¿Qué tienes para mi, Olly?- Le pregunto. Sonríe levantándose de su sillón azul cielo roto, hacia la caja de discos.

- Nada nuevo para ti, me han mandado los que ya tienes y otros cuántos de country.

Hago una mueca mientras agradezco saliendo de su garaje con las manos vacías hacia un nuevo destino aún no determinado.

Las calles solitarias y tenebrosas de Marion son descuidadas y grises, la iluminación por las noches es inútil, ya que a veces no funcionan los focos.

Me siento en una parada del bus pensando en a donde ir además de casa, pero en realidad no tengo nada más qué hacer, como siempre.

Me zumban los oídos debido al aire, mi cabello se despeina mientras me aferro a la sudadera.

De la nada, una voz que jamás había escuchado antes, me llama, saludando y preguntando si esperaba al bus.
Sin siquiera mirar niego con la cabeza.

- ¿Entonces? ¿Qué haces aquí? - Escucho vagamente, me distraigo en su acento, ajeno al mío.

- Pensando -Siento su cercanía, y me doy cuenta de que está sentado en la misma banca que yo, sin intención de irse, como todos los demás lo hacen.

- ¿En qué?- Le miro extrañada, ¿Qué hace conmigo? No lo conozco, ni mucho menos, aunque eso no me impide escanearlo visualmente.

Tiene ojos azules, y cabello rubio, luce de mi edad, sino es que un poco mayor.

- Haces muchas preguntas -Le respondo luego de unos segundos de silencio.

- Luke -Murmura volviendo su mirada a mí por unos segundos, y después mirando a la nada de nuevo. - ¿Cuál es tu nombre?

- Elisa -Respondo sin mirarle de nuevo.

- ¿Elisa qué?

- ¿Acaso importa? -El desconocido se encoge de hombros, sin saber qué responder. El silencio que decide guardar me alivia.

- ¿En qué piensas? -Dice, luego de un tiempo. Me tallo los ojos con mi mano izquierda, molesta.

- Tus preguntas me están irritando, Lucas.

- Luke -Ruedo los ojos mientras me pongo de pie. - ¿A dónde vas? -Comienzo a caminar sin mirarle, no le veo el caso. - ¿Elisa?

- Deja de seguirme, Liam.

- Es Luke -No le respondo siguiendo mi camino, aún escucho sus torpes pasos detrás de mí unas cuadras. Me doy vuelta enojada.

- ¿Qué es lo que quieres? ¿Dinero? Elegiste a la persona equivocada.

- No vengo a robarte -Me dice, con una sonrisa en la cara. - Me gustaría conocerte -Entrecierro los ojos en señal de desconfianza, es un muchacho muy extraño. Quizá vende drogas.

- ¿Para qué? -Se encoge de hombros, de nuevo.

- Me das curiosidad, eres muy misteriosa.

- Mejor cómprate un perro -Le digo, siguiendo el camino hacia mi casa.

- No puedo hablar con mi perro -Replica.

- ¿Quieres apostar? -Me detengo luego de unas cuadras. - ¿Sigues acosándome?

- Tu casa es bonita -Frunzo el ceño.

- Adiós Mike -Ahora él frunce el ceño, me equivoqué de nombre de nuevo.

- Luke -Me encojo de hombros mientras abro la puerta. - ¿Me das tu número?

- ¿Qué?

- ¿Tienes algo qué hacer mañana?

- ¿Estás enfermo?

- Probablemente -Me dice con una sonrisa. - ¿Te gusta la pizza?

- Piérdete, Rick -Murmuro cerrando la puerta, dejándolo afuera con sus preguntas sin sentido, su acento, y su cara bonita.

(...)

- ¿Con quién hablabas? -Mi mamá pregunta al escucharme entrar en la casa.

- Creo que era alguna clase de indigente moderno -Me río acompañando su carcajada. - Voy a mantenerme ocupada por unas horas en mi oficina -Alías, mi habitación.

- ¿No me vas a ayudar hoy? -Niego.

- Hoy no estoy inspirada.

(...)

Me acomodo en mi cama mirando el techo.

Ojos azules, cabello rubio.

¿Cuánto medirá? Seguramente 1.80 o más.

¡Cielos! ¡Era tan alto! Yo soy baja para él.

Tiene un acento extraño pero bonito.

No parece del Reino Unido. ¿Entonces de dónde es? No puedo preguntárselo, seguro no lo volveré a ver.

No, Elisa, no volverá.

Elisa (L.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora