Elisa (L.H)

1.2

— Luke... —Emite un sonido desde su garganta dando a entender que me escuchaba. — Te quiero. —Observo como una pequeña sonrisa aparecía en su rostro.

— Yo te quiero más, Elisa. —Fijó su mirada en mi, para luego abrazarme y depositar un beso en mi sien

.

(...)

— Gracias por... Todo. —Susurro lo suficientemente fuerte para que me escuche.

— No hay de qué, ha sido la mejor cita de mi vida.

— ¿Lo fue? —Asintió.

— Lo fue. —Sonrío —Ahora baja del auto, no quiero que tu madre me odie.

— Probablemente ya lo haga.

— ¿En serio? —Asiento levemente— Demonios, vendré muy seguido a tratar de ganármela.

— Luke, ella te ama. —Frunce el ceño con una leve sonrisa de lado.

— ¿Tu me amas? — ¿Debería decirlo ahora?

— Te estás aprovechando de la situación

— Lo siento. —Lo observo seria.

— Me voy, gracias por la mejor cita del mundo. —Arruga la nariz aún sonriendo, ¿En serio dije eso? Bueno, y, ¿Ahora qué? ¿Me voy? O... ¿Debería...?

Me acerco hasta su rostro, iba a besarlo en los labios, pero me arrepiento de último momento, decidiendo mejor darle un leve beso en la mejilla.

Fallido, recibe el beso en la comisura de los labios, bravo, Elisa, ahora creerá que eres una loca que busca contacto físico.

— Lo... Lo siento, yo... —Luke me interrumpe tomando mi barbilla para besarme lenta y desesperadamente en los labios. ¿Se entiende? Lenta y desesperadamente, no sé cómo explicarlo. El punto es que fue tierno.

Al separarse me observó unos segundos el rostro, como si quisiera guardar en su mente cada parte, cada facción y cada línea. Luego, depositó un rápido pico para finalmente soltarme.

— Ahora vete, que luego no podré soltarte. —Se ríe tranquilo. Asiento aún algo atontada, bajando del auto y caminando hasta la puerta de mi, ahora, casa. Miro atrás antes de abrir la puerta para despedirme de Luke.

(...)

— ¿Qué tal tu fin de semana? —Gruño debido al susto que Luke me acaba de proporcionar.

— Lindo, ya sabes, compromisos. ¿El tuyo?

— Perfecto, salí con una chica PRE-CIO-SA.

— ¿Ah sí? Deberías presentármela, tal vez mi gusto por las mujeres aumente. —Me giro hacia él con una sonrisa.

— Seguro te gustará. —Pasa su brazo por mis hombros acercándome a él. — Elisa...

— ¿Luke? —Levanta las comisuras de los labios.

— No dejo de pensar en nuestra cita. — Me sonrojo mientras escondo mi rostro como puedo.

— Luke, tengo que... Yo tengo... Clase y bueno yo... —Me aprieta contra su pecho riendo levemente.

— Estas nerviosa por mi. —Siguió riendo. —Me gusta. —Murmura depositando un beso en mi cabeza. Volvió a apretarme por última vez para luego soltarme y buscar mis manos para unirlas con las suyas.

— Quiero acompañarte a clase. —Dice apretando mis manos.

— Está bien. —Comienzo a caminar delante de él sin soltar una de sus manos. Las personas posaban sus miradas en nosotros, incluso los amigos de Luke, André, Harry, Michael, el chico del periódico escolar, la maestra de matemáticas que hablaba con la de literatura.

— ¿Luke? —Me miró. — Todos nos observan.

Luke se encoge de hombros.

— ¿Y qué?

— No me gusta.

— Pero no quiero soltar tu mano —Me dice en forma de reproche.

— ¿Por qué?

— Me gusta. —Sonríe de lado — Además, ya es tiempo que sepan que te quiero. — Me abraza riendo mientras yo me quejo nuevamente.

Caminamos de la mano sin decir nada, hasta que finalmente llegamos a mi clase.

— Te veo en receso, preciosa. —Me sonrojo.

"¿Cómo nos llamó?"

"Preciosa, me dijo preciosa, demonios."

"Nos dijo, nos dijo preciosa"

— Adiós, Luke.

(...)

— ¿Por qué me dijiste preciosa? —Susurro dejando mi libro en el pasto, Luke pasó por mi a mí casa para salir a leer al parque un rato.

— Eres preciosa. —Contesta aún con los ojos cerrados desde mis piernas. — Soy honesto, Elisa.

Me sonrojé una vez más y agradezco que Luke tiene los ojos cerrados sobre mis piernas.

— ¿En serio quieres que todos se enteren de mi?

— Saben que estoy contigo, que la pasamos aquí, y todo eso. —Pausó — Pero yo quiero que sepan que realmente estoy contigo, que salimos juntos, lo mucho que te quiero, que me tienes loco y que soy todo tuyo. —Abrió los ojos luego de sus palabras.

— ¿Mío? —Repito en un susurro.

— Tuyo. —Sonríe de lado levantándose. Se sienta frente a mi, demasiado cerca, diría yo. — Es real todo lo que te digo, y parece que no me crees.

— Me es difícil de creer que alguien como tú diga esas cosas —Una de sus cejas se eleva.

— ¿Cómo soy?

— Pues cariñoso, sociable, considerado, amable, además de atractivo. —Sonríe con las mejillas sonrojadas.

— ¿Te parezco atractivo? —Aquí vienen las mejillas rojas por mi parte.

— No me pareces. —Respondo aún avergonzada — Eres atractivo.

Luke sonríe tomándome de la barbilla para darme un pico.

Podría acostumbrarme a esto.

Definitivamente.

:9