1.3

337 33 4
                                    

— Debería volver a casa, está por anochecer y tengo tarea. — Luke se levanta inmediatamente para ayudarme.

— Y si no tu madre me odiará. —Río levemente.

— Debes superar eso, mi mamá jamás te odiará, dice que eres muy grande.

— ¿Eso qué tiene que ver? —Me encojo de hombros.

— No tengo idea, supongo que piensa que por tu altura estoy más a salvo. —Suelta una carcajada para luego entrelazar nuestros dedos y empezar a caminar.

— Le faltó hablar sobre mis increíbles músculos.

— Eres un debilucho, Luke. —Le digo bromeando.

— Estoy ejercitándome, sabes. —Lo observo.

— ¿Desde cuándo?

— Desde qué te conozco.

— ¿Por qué? Eso no me importa. Me gustas así de debilucho.

— ¿Te gusto? —Desvío mi mirada evitando su pregunta — Bien, bien, es que quiero ser fuerte, atractivo y que todas te envidien por tener un novio tan bien parecido.

— No sé por qué pensé que serías egocéntrico —Me burlo sarcástica.

— Aunque... —Me cortó — Yo ya soy odiado por muchos.

— ¿Por qué? —Me besa la cabeza.

— Porque estoy contigo, y puedo abrazarte —Me abraza fuertemente por un segundo — Y besarte...

— No, no puedes. —Frunce el ceño.

— ¿Por qué?

— Porque somos amigos, no novios. — ¿En serio dijiste eso?

— Oh, cierto. — ¡Lo hiciste sentir mal! ¡Arréglalo, Elisa!

—Pero... —Me observa pensativo. —Podría hacer una excepción, por hoy. —Una media sonrisa aparece en su rostro.

Me acerco rápidamente chocando mis labios junto con los suyos, fue algo rápido, pero igual espero que arregle las estupideces que dije.

— Se acabó la excepción. —Suspira reprochando.

— Elisa... —Alarga molesto.

— No te enojes, Lukey. —Lo abracé por la cintura mientras le daba un beso en la mejilla.

— Otro de esos podría arreglar todo. — ¿Otro? ¿De qué habla?

— ¿Otro beso? —Asiente tranquilo. Sin dudar le beso la mejilla mientras le tomaba la otra para ejercer presión.

— En cuanto a lo de ser novios... — Menciona cuando me separo. Pánico, pánico.

— ¿Podemos dejarlo para después? En serio, en serio, en serio quiero llegar a casa ya.

— Está bien. —Asintió, pasando su brazo por sobre mis hombros.

(...)

— Hola. —Miro a mi lado en el aula extrañada. — Soy Gustav, ¿Y tú?

— Elisa. —Levanto una ceja, jamás en mi vida había visto a este chico.

— Lindo nombre. —Sonríe. —Soy nuevo.

Misterio resuelto.

— Qué bien. —Le contesto indiferente. Qué grosera.

— Si... —Miro al profesor que daba clase de algo... ¿matemáticas? No, espera, esto es clase de literatura. Explicaba algo de literatura. — Y... —bufo — ¿Tienes novio?

— No.

— ¿Una mejor amiga?

— No.

— ¿Un amigo?

— Probablemente.

— ¿Cuál es su nombre?

— ¿Tienes manera de quedarte callado? — Me miró sereno, este chico tiene ojos enormes.

El timbre sonó salvándome de escuchar su respuesta. Me levanto rápidamente saliendo del salón de clases junto con todas mis cosas.

— Hey, Elisa... — Me detengo tras escuchar mi nombre.

— Hola, Luke —Sonríe de lado tomando mi mochila. —¿Qué haces?

— Cargando tus cosas.

— ¿Por qué?

— Para dejarlas en tu casillero.

— ¿Y por qué tú las cargas?

— Elisa, estoy siendo amable contigo.

— Ah —Bufa con una leve sonrisa. — Entonces vamos.

Caminamos un par de pasillos hasta mi casillero, lo abro y Luke mete en él mi mochila.

— Gracias, Luke, es amable de tu parte.

— De nada. —Me abraza.

— Hey, Elisa... — ¿Cómo me dijo que se llamaba este chico? — Solo quería disculparme por... —Miró a Luke, seguramente se quedó impresionado por su altura, es un poco más bajo que él, por lo que me han dado ganas de reírme, Luke en serio es alto. — Guau, chico, en serio eres alto —Luke lo mira con el ceño fruncido. —Entonces decía que te debo una disculpa por hacerte tantas preguntas. —Asentí. — Bien, nos vemos luego. -Sonrió, despidiéndose.

Miré a Luke, está molesto.

No le tomo importancia y me dedico a caminar hacia la cafetería.
Él se quedó ahí parado.

Suspiro.

— Luke, si quieres puedo ir a comer sola.

— Lo siento —Se disculpa comenzando a caminar conmigo.

Elisa (L.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora